Free-to-pay
El free-to-play es ese modelo de negocio que se remonta a los MMO de la segunda mitad de los años 90, según el cual, en principio, se ofrecen videojuegos de forma gratuita.
Hasta aquí todo muy bonito, pero como hay que rentabilizar el desarrollo del videojuego de alguna forma, se decide introducir publicidad, o la compra de objetos o desbloqueables dentro del videojuego. Nada que objetar.
Pero llegados a este punto, nos surge un problema. Si estas “mejoras” que se compran en el videojuego fueran sólo extensiones del mismo, no habría problema, pero muchas veces no es así, y un free-to-play te pone muchísimos problemas para avanzar en la historia o es una demo camuflada bajo el paraguas del gratis.
¿Quieres jugar más de 5 minutos seguidos? Paga por las vidas. ¿Quieres mejoras? Paga por ellas. ¿Quieres xxx? Paga por ello…
El videojuego nos ofrece una versión de prueba gratuita, tiempos de espera entre partidas desproporcionados o una dificultad excesiva que no permite avanzar sin quedarse trabado por limitaciones impuestas o curvas de dificultad infernales, lo que nos obligada, prácticamente, a pasar por caja para eliminar estos inconvenientes. Se convierte en un free-to-pay (libre de pagar si quieres avanzar en la historia), ya que si no lo haces, la experiencia de juego es prácticamente nula.
Pero no contentos con esto, aún podemos ir un paso más allá. Los videojuegos que son free-to-play, pero en los que gracias al dinero real se pueden conseguir habilidades y mejoras que decantan las partidas de forma muy clara, lo que los convierte en un pay-to-win. Este caso ya es para dejar de jugar, ya que en ciertos juegos un usuario que haya pasado por caja va a ganar siempre a uno que no.
Dicho todo esto, el concepto de free-to-play está bien, siempre y cuando no se “prostituya” y se encuentre el equilibrio correcto entre pasar por caja o no, pero nunca pasando a ser un free-to-pay o un pay-to-win, ya que si se prioriza hacer caja de forma descarada sobre la experiencia de juego, se entra en una práctica que puede ser rentable, pero también un tanto inmoral, e incluso peligrosa para el sector.
Eso sí, hay que reconocer que los videojuegos free-to-play están en auge, dando muchos de ellos grandes cantidades de dinero a sus desarrolladores. Al ser “gratuitos” de primeras, mucha gente se anima a probarlos, no importándoles pasar por caja en un futuro, y está demostrado que los micropagos dentro de los videojuegos mueven mucho dinero. Y sí, hay muchos MMO y derivados gratuitos y sin compras integradas, pero es que es de ahí de donde provienen los videojuegosfree-to-play en sus orígenes.
¿Quieres más RP? Pasa por caja…
Esto no es más que una opinión personal, basada en alguna que otra experiencia que he tenido con este tipo de videojuegos. Por suerte, estas prácticas se han extendido en el mundo videojueguil móvil, y principalmente en videojuegos casual, pero su posible generalización en las videoconsolas da un poco de miedo (aunque con los DLC ya estamos curados de espantos, también es verdad).
Que yo recuerde, en mi época las mejoras, personajes ocultos y demás opciones bloqueadas originalmente en un videojuego se desbloqueaban con esfuerzo; ahora se compran.
Y vosotros, ¿que experiencias tenéis y que opináis al respecto?
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