Dragon, cuando España fabricaba ordenadores
La historia de la informática es en muchos aspectos apasionante; da igual lo mucho que sepas sobre el tema, siempre aprendes algo nuevo. El descubrimiento de hoy trata sobre un microordenador semidesconocido y, aquí viene lo fantástico, que se fabricaba en España, y no estoy hablando de un simple diseño clónico que después se mandaba a hacer a China. El Dragon fue un ordenador que se fabricaba y ensamblaba en una cadena de montaje ubicada en Extremadura (para más inri).
Nuestra historia comienza en 1982, en Reino Unido (Gales). La empresa británica Mettoy, que se dedicaba a la fabricación de juguetes, decide seguir la moda de otras compañías y sacar un microordenador. Recordemos que estamos en la época del boom de este tipo de ordenadores, y el mercado se inundó potenciado con la crisis de las videoconsolas del 83.
Se fundó al empresa Dragon Data, y su primer ordenador se llamó Dragon32 (32 por los kbs de memoria RAM, no su CPU). El diseño fue bastante bueno, con un teclado robusto, mucho mejor que las teclas de goma del primer ZX Spectrum. También contaba con doble salida de vídeo (TV y Monitor), entrada para casette, sistema operativo Basic diseñado por la incipiente Microsoft, y compatible con programas de la Radio Shack Color Computer (CoCo). Su chip gráfico MC-6847 de Motorola permitía mover sprites con una gran suavidad, y la CPU de 8 bits, un MC-6809 a 0,9Mhz, tampoco estaba mal. Y encima se le podía instalar OS-9, un derivado de Unix multitarea, multiusuario y servidor de redes.
Donkey King
Las ventas iniciales fueron buenas, pero la empresa Mettoy arrastraba deudas de productos anteriores, y finalmente fue comprada por la empresa española Eurohard S.A. en 1984. Esto es algo muy inusual, y una apuesta arriesgada si tenemos en cuenta que España aún no contaba ni con diez años de democracia. Existía un enorme abismo tecnológico comparado con otros países, por lo que la jugada de Eurohard es digna de elogio.
La primera fábrica de ordenadores en España se estableció en Cáceres, estando la oficina central de Dragon en Madrid. Pronto comenzaron las negociaciones con los poderes públicos, y el Ministerio de Educación de España decidió crear el Proyecto Atenea cuyo propósito era informatizar las escuelas públicas del país. El Dragon tenía todas las papeletas para ser el ordenador candidato, gracias al modelo Dragon 200, de 64kb de RAM. Entonces ¿qué falló?
Un aparato tecnológico vale tanto como su software disponible, y aquí el Dragon se encontró con clara desventaja frente al Commodore64, el Spectrum y el Amstrad. Los primeros juegos y programas tenían un gran nivel, como la conversión de la recreativa Moon Patrol, pero en su ciclo final ya se vendían hasta juegos comerciales hechos en Basic. Tecnológicamente también se estaba quedando obsoleto frente a sus rivales, y Eurohard no añadió grandes mejoras con respecto al Dragon original.
Pero sin duda la estocada mortal fueron los problemas para exportar a otros países, pues las aduanas bloquearon toda la remesa destinada a la campaña navideña de 1985. España no era nada en esa época, y los países extranjeros no querían más competencia, poniendo todas las trabas posibles al ordenador español. A esto hay que añadir el poco apoyo de la clase política, más interesada en hacerse la foto y llenar titulares que acabar proyectos con visión de futuro.
Pero Eurohard tenía un último cartucho en la escopeta. En un puro acto de brillantez deciden diseñar el Dragon MSX, compatible con el estándar japonés MSX para el que se había diseñado cientos de programas y juegos de un nivel altísimo. Ya no tendrían problemas de falta de software. Por desgracia, como buena trajedia griega, las cosas acabaron mal. La deudas asfixiaban a Eurohard, las cajas no demoraron más los pagos y las entidades públicas dejaron morir este sueño y no crearon un plan de rescate. La planta de fabricación de Cáceres se acabó cerrando en mayo de 1987, y con ella el sueño de asentar una infraesctura tecnológica en España.
Muerto el dragón, nace la leyenda.
Curiosidad: Dicen la malas lenguas que miles de ordenadores Dragon fueron tirados al basurero de Alcuéscar en Extramedura. ¿Alguien se anima a cavar con pico y pala?
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