Ser o no ser propietario de PS Vita.
Nada hay mas enriquecedor en esta vida que tener amigos. Gente en la que puedas confiar cuando todo vaya mal, o que le preste a uno el dinero que le falta para entrar en la discoteca de turno y así triunfar esa noche. Ese tipo de personas que dan reconfortantes palmaditas en la espalda mientras se echa la pota y encima regalan palabras de ánimo. No hay nada como los amigos, pero como en casi todos los ámbitos de la existencia, hay muchos tipos de cada cosa y con los amigos pasa eso, los hay de todas clases.
Lo mejor de tener amigos es que puedes compartir gustos y experiencias similares mientras se pasa un buen rato en un ambiente relajado y distendido. Pero lo peor de tener amigos es cuando uno de ellos viene a ser lo que hoy en día se denomina como troll, un ser salido de las entrañas del averno que tiene por misión en la vida tocar las gónadas del prójimo. Si esto se extrapola al terreno de las consolas son los primeros pasos para una declaración de guerra de las buenas, de esas que tienen letras complicadas de hacer y se sellan con cera.
Seguro que casi todo el mundo tiene un amigo así en el terreno de los videojuegos. Un Sonyer que vacila de potencia ante un Xboxer que presume de títulos exclusivos mientras el Nintendero repite una y otra vez el mantra de que los gráficos no lo son todo. En el fondo todos llevan su parte de razón, pero el mundo no sería tan divertido sin estos pequeños trolls que endulzan un poco la vida cuando pierden los papeles y se convierten en verdaderos fanboys. Pero mientras tanto, los PCeros se rien y regodean pensando en su versión del Battlefield 3.
Es por eso que yo camino intranquilo por la calle, con los nervios a flor de piel esperando el momento de que uno de mis amigos troll/fanboy que se esconda detrás de un arbusto me asalte y saque todo su arsenal de críticas sin sentido que únicamente tiene por finalidad tocar las cosas de tocar. Personalmente les tengo más miedo que a los entrañables testigos de Jeovah, esas personas educadas que siempre molestan los domingos y con los que he tenido conversaciones muy agradables acerca del aborto y la edad de la tierra.
El otro día un amigo/troll me asaltó a destiempo enarbolando una de las grandes cagadas (según él) de la tan esperada PS Vita. Al igual que su predecesora, la nueva portátil de Sony usará como soporte adicional un formato de tarjeta propiedad de Sony, al igual que el formato que soporta los juegos. En la PSP fue la Memory Stick PRO Duo y en la malograda PSP Go la Micro M2. Estos formatos pertenecen a Sony y su uso no se limita a las portátiles, ya que se pueden usar en los numerosos productos que la compañía nipona tiene en el mercado, como móviles, cámaras y videocámaras.
Mi amigo troll comenzó su sarta de argumentos curiosamente diciendo la verdad. Comentó, mientras casi le salía espuma verde por la boca, que Sony sólo hace eso para ganar dinero. Yo, con la paciencia al 90% le dije amablemente que sí, que lo hace por eso y es muy normal que lo haga. Es una empresa y como tal tiene que sacar dinero de hasta de debajo de las piedras, no como Nintendo, que saca dinero cortando arbustos con una espada.
Saldrán al mercado con capacidades de 4, 8, 16 y 32 GB. Aún no se conoce ni el nombre del formato ni el precio. A un servidor todavía le duele el bolsillo en el aniversario de cuando compró la Memory Stick de 4 GB y 70 de sus mejores euros se marcharon para siempre. Aún no era la época de las tarjetas de marca Janderclander que servían igual y valian 3 veces menos. Pero aún así no me arrepiento ya que mi querida PSP me dió muchos buenos ratos. Y Sony está totalmente en su derecho de fabricar un formato de tarjeta exclusivo para sus productos si de ahí puede sacar unos cuantos millones de yenes, euros, créditos, giles o lo que sea.
Pero eso no le bastó a mi amigo troll y empezó ya a sacarse de la manga argucias insostenibles. Es que eso sólo lo hace Sony, me espetó entre los ojos con salivazo incluido. Yo, que soy un autentico fan de los memes de internet (alabado sea Yao Ming) intenté ponerle cara de Are you fucking kidding me? y creo que funcionó ya que enseguida dijo, ¿No me digas que no es verdad? Ya con mi paciencia bastante erosionada, hice un poco de recapitulación mental y le contesté que no era verdad, ya que todas las compañías fabricantes de hardware de entretenimiento lo han hecho. Decir eso fue como el peor de los insultos.
Le recordé que Nintendo, aparte de su afición por los cartuchos, se sacó de la manga el G.O.D. (Gamecube Optical Disc), un disco de 8 cm. de diámetro y 1.5 GB de capacidad. Microsoft se empeñó en vender al mundo mandos a pilas para luego tener que pasar por caja a comprar la dichosa batería con un cable cargador que hay que usar con cuidado ya que si se rompe hay que pasar por caja otra vez. Sony tiene su manía con las tarjetas de memorias de fabricación propia, soportes físicos propios (dichoso UMD) y yo, prefiero las hamburguesas que cazo, pico y cocino a las de cualquier cadena de comida rápida.
Que sea una costumbre que no guste al gran público es algo perfectamente comprensible, pero las empresas tienen todo el derecho del mundo a hacer eso ya que en teoría vivimos en una sociedad libre donde cada individuo puede elegir lo que mas le guste. Nos guste o no es algo que va a seguir pasando, pero ya llegará el tiempo de encontrar productos iguales de marca impronunciable y a un precio mas asequible. Mientras tanto, mi amigo troll sigue muy contento con su iPhone, cuyo cargador es tan estándar como los demás, ¿o no?
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