Rollergames, plataformas y beat ‘em up noventero para NES
Antes de iniciar este artículo sobre la pequeña joya de NES debería hacer el siguiente apunte: Rollergames fue, ya que estoy seguro que más de uno lo desconoce, una importante franquicia del entretenimiento norteamericano. Tan importante que, en su momento de mayor gloria, eclipsó a otras como G.L.O.W., Gladiadores Americanos y la WWF. Contaba con programa de televisión, eventos de tipo pay-per-view, toneladas merchandising por doquier, máquinas recreativas (elaboradas por la legendaria Williams) y, claro está, videojuegos que fueron publicados para NES, PC y Megadrive, todo girando alrededor de un deporte conocido como Rollerderby, muy de moda en los EE.UU. por la década de los 60’s y 70’s.
El juego está ambientado en la temática del programa de televisión, donde tres equipos de “rudos” se enfrentaban a tres equipos de “técnicos” (de nombres curiosos, me permito decir) para decidir a los vencedores en un circuito de obstáculos donde todo tipo de golpes eran permitidos para obtener ventaja y habían cosas más que curiosas como un pozo con cocodrilos o conciertos en vivo alrededor del circuito. Un día, los rudos secuestran al dueño de Rollergames y para rescatarlo tendremos que derrotarlos a lo largo de seis niveles, en cada uno de los cuales podremos jugar con un miembro de los tres equipos de “chicos buenos”.
Básicamente hay dos tipos de niveles. Los del primer tipo alternarán secciones de plataforma que irán incrementando su dificultad y tendrán uno que otro enemigo de camino, con otras secciones en las cuales solamente podremos pelear contra los miembros del equipo rival de turno incluidos los enemigos finales de cada nivel y sus secuaces. Créditos especiales al jefe del primer nivel por ser extra-curioso al momento de “arremeter” contra uno.
Los otros niveles (lamentablemente son solo dos) son más que nada niveles de plataforma en side-scroll, los cuales nos llevarán a evadir obstáculos, trampas, explosiones, precipicios, animales salvajes y eliminar unos pocos enemigos. La dificultad es endiablada (al menos las primeras veces que juegas en ellos) y a mí en particular me hacen recordar por momentos a la mítica fase de motos del Battletoads. Después de todo, hablamos de un juego en patines.
A grandes rasgos, se trata como dije anteriormente de una pequeña joya que tiene como gran defecto su corta duración. Pero esto es compensado con una buena jugabilidad, alta dificultad (valgan verdades, cada nivel tiene sus trucos y ésta decrece al descubrirlos), sprites más que decentes para la época, propuesta original y una muy buena banda sonora; lamentablemente el juego pasó medio desapercibido. Esto último ocurrió desde mi punto de vista por dos motivos, el primero fue que el cartucho fue lanzado en un principio solamente para mercado norteamericano ya que solo ahí era conocida la franquicia en sus inicios; como segunda causa se puede anotar el hecho de que el mismo año de su lanzamiento fue eclipsado por grandes títulos como (solo por mencionar tres que fueron lanzados por la misma Konami) Castlevania 3, TMNT II y Metal Gear 2: Snake’s Revenge.
Si alguno es amante de los juegos retro y tiene un emulador de NES o si sencillamente como me ocurrió a mí llegó a jugarlo y fue atacado por la nostalgia, es un título altamente recomendable para probar o volver a jugar y pasar una tarde entretenida.
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