Refritos y croquetas con las sobras de ayer
No todos los creadores pueden permitirse se originales. De hecho, se diría que en los últimos tiempos casi ninguno puede. Ya sea en el cine, la televisión, la literatura o los videojuegos las listas de lanzamientos están copadas por conversiones, adaptaciones, remakes, segundas partes, reboots, secuelas-precuelas-porsicuelas. En 1981 7 de las 10 películas más taquilleras eran originales, y en 2011 fueron… ninguna en absoluto.
¿Es esto algo malo? Mayormente (y en opinión del autor) sí, pero no del todo. Si bien se podría argüir que los juegos eran más originales antes, lo cierto es que debido a la falta de secuelas tendían a ser más superficiales, y muchos juegazos quedaron sin ser explotados al máximo de su potencial. Otros, que fueron grandes obras en su época hoy en día resultarían injugables bajo los estándares actuales. Por supuesto, todo esto nadando entre segundas partes innecesarias, remakes pestosos, secuelas sin fin y loas sin sentido a lanzamientos anuales. Por todo ello, se considera necesario (es decir, el que escribe lo considera) hacer un repaso a los mayores ejemplos (de nuevo, y por último en opinión del que escribe) al fenómeno del refrito. Aunque este tema fue tratado anteriormente, ahora lo veremos desde otra (e innecesaria, vale ya) perspectiva.
Remakes y secuelas innecesarias ☹
En primer lugar, y con toda la sarna del mundo, hagamos mofa de algún que otro refrito que llevó a la vergüenza lo que podía haber sido un buen juego, o que no deshonraron el nombre que quisieron perpetuar.
Final Fantasy VII (2013)
Uno de los más recordados episodios de una saga que lleva encandilando a jugadores desde el 87. Con más de una docena de juegos únicos a sus espaldas, ha sabido no caer en el hartazgo con algo muy simple: cada uno cuenta una historia completamente distinta. Esto, por supuesto, hizo que nos quedáramos con ganas de más, caso del FF7.
Con su salida en Steam, Square-ENIX decidió hacer una re-edición «remasterizada» del juego para adaptarla a las últimas máquinas y sistemas operativos, añadir alguna que otra cosa y pulir algún fallillo. Esto lo vimos con Chrono Trigger, que se saldó exitosamente entre otras cosas porque fue su estreno en Europa con su versión de Nintendo DS. En el caso que nos ocupa, los detalles añadidos fueron completamente accesorios, como los logros de Steam. Si bien es cierto que ahora es más fácil que nunca jugar al clásico, volver a pasar por caja por el mismo juego con su pésima traducción y sin haber adaptado su aspecto jugable, gráfico y sonoro lo más mínimo es una absoluta engañifa.
No obstante, en el E3 de 2015 parece que se han puesto las pilas y han prometido al mundo un remake como dios manda para PlayStation 4, en principio arreglando agujeros de la trama y esperemos que sea desde cero. De momento nos quedamos con sus estúpidas batallas legales contra los remakes amateur de Chrono Trigger y con una reedición cuñaísta. Veremos si no tenemos DLCs el primer día para tener 1000000 giles.
Street Fighter 2010: The Final Fight
Muchos no habréis oído hablar de esta secuela de Street Fighter para NES. Es tan sencillo como esto: tiene que ver con Street Fighter lo que un huevo con una castaña. Quienes crean que la sobreexplotación de fenómenos comerciales es algo reciente pueden recoger su dosis de realidad con este esperpento capcomiense de los ’90, donde Ken Masters en el futuro pegará brincos en un juego de plataformas tan condenadamente difícil y malo que no vale en absoluto la pena jugarlo.
Este es sólo un ejemplo de secuelas intrascendentes, concretamente usando un nombre establecido para sacar cualquier cosa y vender. Da para largo y tendido, y prometo hacer sangre del tema en algún próximo artículo.
Deus Ex: Invisible War
Hay un dicho referente a Deus Ex: cada vez que alguien lo menciona, hay varias personas que vuelven a instalar el juego. No es para menos, este clásico de 2000 está considerado uno de los mayores exponentes de los FPS-RPG. Después del batacazo de Daikatana, Ion Storm de la mano de Warren Spector crearon un juegazo intemporal que homenajeaba a los System Shock, considerados clásicos de culto en PC.
Pero su secuela no fue tan bien. Su historia consistió en un batiburrillo conspiranoico, se convirtió en un FPS del montón y ninguna de las características que hicieron grande al primero volvieron a esta secuela. Probablemente sea un ejemplo de cómo cargarse un juego de la forma más directa: descartando todo aspecto en el que el original destacase.
Churrascos imperdonables ☹☹☹
Estos juegos, que fueron esperados como agua de mayo, fueron algunas de las decepciones más grandes de nuestra vida. Los desazones de la vida, las drogas, el alcohol, el paro, la violencia y la guerra no son nada comparadas con esto.
Dungeon Keeper
Uno de los clásicos de Peter Molineux (cuyo representante mexicano no sindicado es Pedro Molino), habitual ahora de la venta de Paco Nabo. Sus dos primeros juegos fueron un prodigio jugable, a la altura de sus éxitos como Theme Park o Syndicate. Un juego verdaderamente divertido, con buenas dosis de humor, y un diseño a la altura de su genio.
Ahora, con Electronic Arts por bandera, el épico juego viene en forma de truñojuego para plataformas móviles en formato pay-to-win, al más puro estilo de las granjitas de Facebook de los cojones. El juego, en lugar de seguir la estela de sus antecesores, encarna todo lo que va mal en la industria de hoy en día. Desde la compra de oro/moneditas hasta las visitas diarias para recolectar cosas sin sentido, tutoriales insípidos, servicios de terceros y simplificaciones innecesarias.
Sin duda, uno de los peores regresos que hemos podido probar. Un ejemplo de libro de cómo mandar al más ilustrísimo de los carajos el nombre de un juegazo, así como de hacer que los jugadores te odien. Este juego es una putísima mierda. -10.
Duke Nukem Forever
En el año 1996, con juegos aún realizando la transición MS-DOS/Windows ’95, 3D Realms lanzó un FPS basada en uno de sus clásicos plataformeros, Duke Nukem 3D. Su temática adulta, su violencia, su humor guarro y el hecho de que era verdaderamente divertido de jugar marcaron a una generación de jugadores de PC. Lleno de detalles, con unos gráficos y mapeados enormes y un buen sonido hicieron del juego un éxito rotundo. Algo meritorio por supuesto de una secuela, que desde un primer momento se llamaría Duke Nukem Forever.
Fueron pasando los años y nada se sabía de esta nueva entrega. Cambiaban los programadores, los motores gráficos, las distribuidoras… y cada cierto número de años se mostraba un par de imágenes sin sentido de un juego descartado que iba a ser empezado de cero por otra compañía. Así hasta verano de 2011, que salió por fin tras multitud de bromas programado por Gearbox. ¿Qué tuvimos después de estos 14 años y pico? ¿mereció la pena la espera? Pues no, porque Duke Nukem forever es un truñaco de cuidado. Más que una secuela de un clásico parece un juego programado por aficionados, con minijuegos tontos y escenas que parecen una parodia de sí mismas. Desarrollos lineales que no suponen ningún desafío ni sorpresa, niveles vacíos cual un hospital robado, personajes que no dicen nada… en fin, prácticamente cualquier aspecto del juego no destaca o directamente es malo.
Hay docenas de FPS a los que jugar antes que Duke Nukem Forever. De hecho, casi cualquier otro es mejor. Por favor, para esto no hagáis secuelas, de verdad. La reedición que hicieron para Steam, aunque se trate del mismo juego, es mucho mejor, aunque no aporte nada.
Meh (ಠ_ಠ)
En ocasiones una remake viene sin que se le espere. A lo mejor era un juego que no gustó, o simplemente que no lo necesitaba. En la mayoría de los casos esto resulta en un remake o secuela prescindible, que aunque no es malo podrían perfectamente habérselo ahorrado. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
Flashback (2013)
Delphine Software International fue el abanderado de los videojuegos franceses al principio de los 90. Después del legendario Another World fue el turno de una secuela espiritual, Flashback. Sus escenas de vídeo a pantalla completa, su trama, su jugabilidad… todo lo que hizo grande a Another World hizo aparición en Flashback más y mejor. Curiosamente, Another World tuvo reediciones en su 25 y 30 aniversario, siendo llevado a plataformas modernas como iOS, pero no Flashback.
Ya tuvimos una secuela en 1995, bastante pobre, que se llamó Fade to Black. En 2003 se canceló una tercera parte para Game Boy Advance al irse la compañía de Paul Cuisset a la Venta del Nabo, por lo que parecía que estaba todo finiquitado. En 2013, sin embargo, como por arte de magia, surgió un remake de la primera parte de la saga, que renovaba los aspectos gráficos, sonoros y jugables del juego, dándole un toque moderno al juego. Lamentablemente no es destacable en ningún punto, está exenta de toda originalidad y parece más bien algo amateur hecho con algún motor gratuíto. Teniendo alternativas como Heart of Darnkess (de Eric Chahi, autor de Another World) o Abe’s Oddisey, no parece que haya necesidad de molestarse con un juego de tercera como éste.
Shadow of the Beast (¿2015?)
Uno de los escaparates tecnológicos del Amiga en el 89 y uno de los clásicos más recordados de Psygnosis. Shadow of the Beast contó con unos gráficos increíbles, una banda sonora inmersiva y un mapeado gigantesco para patear. Su jugabilidad, lamentablemente, no acompañaba, pareciendo más bien descuidada o desfasada. Este es un firme candidato a un remake, preferiblemente que conservara el espíritu del original pero con un desarrollo renovado. De sólo imaginar un Shadow of the Beast rehecho como un Streets of Rage o un Golden Axe se me arrugan hasta las pestañas.
Entonces algo se movió. El imperio de Sony ha anunciando un nuevo juego para la saga, que terminó sin pena ni gloria con una tercera parte que no salió de plataformas Amiga. Este nuevo juego mostró un trailer hace un tiempo, y parece tener muy poquito que ver con el original. No juzgo a Sony, ya que ha pasado tanto tiempo que reeditar o rehacer el juego no sería suficiente para los estándares de hoy, y sería casi como perder el tiempo. Pero tampoco la halago: usar el nombre de un clásico como simple reclamo no va a ayudar a que se haga justicia a una saga clásica.
Los que posean una PlayStation 4 lo verán más adelante, aunque no parece que vaya a ser un gran homenaje al mismo que vimos hace 25 años. Al menos sigue teniendo un desarrollo en 2D.
Monkey Island 1 y 2
Estupor ante la noticia de que los dos primeros Monkey Island iban a ser remasterizados. Sí, los hemos jugado hasta la saciedad, nos sabemos sus líneas de diálogo de memoria, nos conocemos al dedillo cada detalle de las islas que visitamos y son ejemplos por antonomasia de cómo debían ser las aventuras gráficas. Infinidad de plácemes para LucasArts, que nos dieron grandes momentos frente a la pantalla de nuestros PCs.
Todo lo prometido se cumplió. Gráficos totalmente renovados, así como su banda sonora, sonido y nuevas voces para los diálogos del juego. Todo a precio competitivo. ¿Qué ha salido mal? Pues que mientras en Monkey Island 3 el salto a los PCs modernos resultó en un estilo artístico sensacional, una banda sonora épica y unos gráficos de dibujos animados que recordaremos siempre… estos refritos de los dos primeros Monkey Island descartan todo estilo anterior por monigotes que parecen sacados de algún émulo de Tim Burton haciendo películas para quinceañeras atolondradas. Encima las animaciones son un oxímoron: los muñecos se mueven de una forma torpe, lo contrario de los fluidos movimientos de Curse of Monkey Island.
Después de esta imagen vilmente mangada, pregunto: ¿Vale la pena rehacer un clásico para quitarle el carisma a sus personajes y dejarlo peor? Eso os lo dejo de deberes.
Baldur’s Gate
Los juegos de Black Isle y Bioware son, muy probablemente, los que mejor han tratado a los Reinos Olvidados. Jugar a Advanced Dungeons and Dragons es difícil, pero en 1998 y 2000 se hizo fácil gracias a la Interplay de Brian Fargo. De infumables nubes de números y lentísimas batallas que se mueven menos que el codo de un playmobil pasamos a un mundo verdaderamente vivo, cuidado hasta el mínimo detalle, haciendo un honor a AD&D como nunca antes se había hecho. Si te gustan los juegos de rol estamos ante un imprescindible que barre con casi todo lo demás. Olvídate de esos Legend of Nosequé japoneses, el rol de verdad se hace así.
Los remakes llegaron a las plataformas modernas hace relativamente poco. Pudimos volver a disfrutar de Baldur’s Gate 1 y 2 y vimos muchos de sus ilimitados bugs arreglados, así como algún personaje nuevo. Pero francamente, no se entiende por qué alguien querría pasar de una enorme caja de cartón llena de mapas y libros a un juego descargable que cuesta casi lo mismo, sin más añadido que unos personajes que no vale la pena ni llevar con nosotros. En cualquier caso, los bugs ya estaban solucionados con los parches que ha ido desarrollando la comunidad, y de hecho los añadidos de ésta superan ámpliamente a los propuestos por esta reedición.
Si nunca has jugado a esta saga, es buena idea conseguir este remake, pero realmente no aporta nada a lo visto hasta ahora.
Fallout 3
Ojo, esto puede ser malinterpretado. Fallout 3 es un buen juego, pese a que no es sino un Oblivion postapocalíptico. La historia está bastante bien, y como arcade es un buen juego. Lo que ocurre es que, si lo comparamos con Fallout 1 y 2, esta tercera parte no hace ninguna justicia a sus antecesores. Lo siento, pero ver a Fallout 3 en listas de los mejores juegos de la historia y obviar a sus primeras partes es para echarse a llorar. Mientras que Fallout 1 y 2 son una referencia para los juegos de rol, Fallout 3 no deja de ser un juego moderno de disparos en el que podemos conversar con personajes o parar el tiempo para disparar.
El juego conserva gran parte de su encanto al estar ambientado en la era nuclear americana de los 50, pero como juego de rol lo deja todo en el camino. Cualquiera que jugara a los primeros episodios entenderá la profundidad de diálogo y de historia que ofrecían, más allá de si quieres o no hacer volar por los aires una ciudad.
Lo peor de todo es que Black Isle, antes de irse al mamaero por motivos económicos, estaba a medio desarrollo de Fallout 3: Van Buren, una tercera parte en 3D pero con el espírutu de las anteriores. Bethesea, en su infinita sabiduría decidió descartarlo por completo para hacer su juego.
Super Mariozelda tenniskart metroiwii 64DS
Nintendo tiene como bandera ser original y diferente. Sin embargo, en los últimos años, son la Apple de los videojuegos: con su mercadotecnia venden como revolucionario algo existente, restan mérito a los logros de otras compañías y luego los adoptan para anunciarlo como lo último. Cierto es que ahí estan Sony o Microsoft a la zaga copiando los mondongos que sueltan, con éxitos discutibles, lo cual hace que la falta de originalidad de la gran N sea algo menos evidente.
De lo que va la cosa es que Nintendo ha encontrado en los remakes una fábrica de dinero. Toda consola de Nintendo que sale (y salen como churros) tiene su correspondiente ración de remakes del Mario, del Zelda y de la madre que los parió.
Los esperados (ಥ﹏ಥ)
Queridos Reyes Magos, este año me he portado muy bien y he sacado muy buenas notas. Por favor, quisiera que me traigáis los siguientes juegos: (PD: si veis a ese gordo de ░░░░░░░░░░de Papá Noel decidle que se meta sus calcetines p░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░░
StarFlight
Este juego es a la exploración especial lo que NetHack fue para Dungeons and Dragons. Un enorme mundo por explorar para PCs del 86, programado genialmente para las limitaciones de las máquinas de entonces. El capitán tiene la difícil tarea de investigar por qué los soles se están apagando en un sector concreto de la Galaxia, y averiguar qué mal acecha a lo poco que queda de la humanidad, después de que esta quede confinada en una estación espacial en órbita de la antigua Tierra.
En 1991 tuvimos un excelente remake en Megadrive, aunque debido a la transición a consola se perdió gran parte del encanto. No obstante esto no fue óbice para que futuros juegos del mismo género tomaran como referencia a este clásico. Ahí tenemos a Mass Effect, StarControl II, Sins of a Solar empire y prácticamente cualquier juego donde intervenga la exploración del espacio. Después de casi 25 años no tenemos un digno sucesor que nos meta de nuevo en la historia de StarFlight, y sólo cabe esperar que Elite: Dangerous y Star Citizen devuelvan el color al género de la ciencia ficción y exploración espacial.
Ultima VII
El juego de rol del 7, por mucho que le pese a Final Fantasy, es para la saga Ultima. Antes de ser pasto de la maquinaria industrial de Electronic Arts, Origin Systems de Richard Garriot llevaba a las pantallas de nuestros microordenadores la experiencia de los juegos de rol. Así fue hasta Ultima V, pero a partir de la sexta entrega sus mejoras fueron exponenciales. La séptima parte a menudo es considerada como la más destacada entre todas, y aún hoy es un referente del género. Claro que estamos hablando de un juego de 1992, y aunque definió cómo debían ser los juegos a partir de entonces, es durillo jugarlo hoy día, y falla más que Paquirrín en Saber y Ganar. Emuladores como DosBOX o intérpretes de terceros como Exult nos ayudan a poder ejecutarlo, pero ahora mismo intentar jugarlo es como correr la maratón con los pies atados a los dientes.
Lamentablemente es bastante improbable que surja un remake de este espectacular juego, dado que Richard Garriot ahora está liado haciendo Shroud of the Avatar, una secuela espiritual de los Ultima. Electronic Arts, por su parte, en lugar de hacer algo útil mantiene un Ultima Online completamente despoblado, y no es conocido precisamente por tratar bien a su propiedad intelectual. Sólo hay que ver lo que hicieron cuando transformaron Ultima en un juego web.
Algún otro que ya viene
Hay sagas y juegos para los que aún hay esperanza. Es el caso de ToeJam and Earl, que tendrán dentro de (esperemos) poco tiempo una secuela que vuelve a sus orígenes, de la mano de sus creadores originales. Por obra y gracia del crowfunding, este juego puede ser tanto la secuela que todos esperamos como un churro como lo fue su tercera parte. El tiempo lo dirá, aunque de momento parece una serie de dibujos de Nickelodeon. El autor del post, de momento, ha arrojado dinero contra la pantalla.
Otro que tenemos en el horno es la precuela de StarControl, de la mano de la compañía StarDock. Como ya hemos comentado en el artículo enlazado, esta compañía es conocida por su softwares de ecritorio completamente innecesario y por sus juegos que necesitan una carrera de ingeniería para poder jugar. Para colmo no parece que tengan la propiedad de intelectual de los hechos acontecidos hasta ahora, así como de las nuevas razas que se fueron incorporando. Bueno, en el peor de los casos sabremos de dónde vino el Capitán.
Lamentablemente, aún no sabemos nada de una secuela del Wii Music, el mejor juego de la historia. Esperamos que nuestro enviado especial en la E4 nos diga algo, si es que no se lo han comido los caníbales.
Palabras finales
Ni que decir tiene que éste es un artículo de opinión, y como tal puede coin… vamos, que NO va a coincidir con la tuya. No obstante, si te divierte leer sobre el tema, es probable que me anime en lo sucesivo a escribir más sobre refritos que no vienen a cuento, corto aquí porque se hace esto larguísimo y nadie consideraría de ley respetar una longitud semejante sin caer redondo a roncar. Si tenéis sugerencias estaré encantado de leer vuestros comentarios.
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