PES vs. FIFA: otro año del superclásico de los videojuegos
El fútbol está hecho de rivalidades históricas, por donde se lo mire: Barcelona – Real Madrid, el clásico de Manchester, el charrúa Nacional – Peñarol, el clásico de Quito entre la Liga y el Deportivo, la numerosa cantidad de rivalidades en ciudades de Brasil, como Gremio e Internacional en Porto Alegre, el infaltable Boca Juniors – River Plate (tristemente, este año no sucederá) y otros tantos que este excelente deporte ha tenido a bien regalarle a los amantes del deporte. El mundo de los videojuegos, como no podía ser la excepción, también nos ha regalado un clásico histórico en cuanto a los simuladores de esta fascinante actividad se refiere, a tal punto de llegar a la actualidad y tener frente a nosotros una marcada rivalidad que se renueva año a año, la única que se puede reseñar en la actualidad videojueguil: FIFA vs. PES.
Lo que digo no es novedad, siendo que hace bastante tiempo han equiparado para sí la totalidad del mercado en lo que a este tipo de juegos se refiere, haciendo que los jugadores nos decantemos o bien por uno, o bien por otro, sin oportunidad de disfrutar otra experiencia que la que estos juegos nos pueden ofrecer. La lucha por acaparar el éxito comercial ha hecho que cada una de las franquicias haya dejado de decantarse por el simple hecho de poseer una marca, una historia que avale la calidad del juego o una buena campaña de marketing a la hora de lanzar una nueva entrega, ya que todos los jugadores, casi sin excepción, se han sentido algo decepcionados con las novedades que se han ofrecido en los últimos títulos. A pesar de que las mejoras si se suceden en cada uno y son palpables la mayoría de las veces, la idea de estar jugando siempre al mismo juego, con plantillas actualizadas y mejoras gráficas nada más, se ha hecho un espacio en la mente colectiva de los jugadores virtuales que, por consiguiente, han pedido cambios significativos en el devenir del desarrollo de los nuevos integrantes de la familia. Un nuevo año, una nueva contienda entre estos dos juegos, que parecen haber entendido el claro mensaje de los jugadores descontentos (gracias a los testers, el feedback, la web o la Divina Providencia) y han optado esta vez por mostrarnos mejoras más acercadas al concepto de “radicales”, que ya desde hace un tiempo pedían a gritos un espacio dentro de cada videojuego. Al tratarse de información procedente de cada una de las empresas responsables (EA Sports y Konami) no hay mucho para analizar en cuanto a calidad global del juego se refiere: no obstante, hay algunas noticias dando vueltas, que pueden darnos una gran idea de lo que se avecina esta temporada.
Empecemos por FIFA. Viene demostrando, año tras año, una idea simple en cuanto al planteamiento, pero poderosa en cuanto al potencial de la franquicia: demostrar con cada nueva entrega que el juego definitivo de fútbol es posible. Gran parte de la base en la que se apoya el juego próximo tiene que ver con una mejora que viene desde el FIFA 11, el sistema Personality +. Supuso una sensible mejora en el manejo de cada jugador de manera individual, proporcionando características únicas a la hora de manejar a los jugadores virtuales. No era lo mismo, por tanto, controlar a Ronaldo, Kaká o Xavi: cada uno tenía sus fortalezas, así como sus puntos flojos. Cada uno de los aspectos del jugador era manejado en este sistema: su habilidad para el pase, para el tiro a distancia, para la resolución de jugadas, para la manera de moverse, entre otras opciones. Si bien este sistema no se aplicaba a cada uno de los jugadores del juego (lo cual resulta imposible), los jugadores que marcan la diferencia en cada uno de los principales equipos eran fácilmente reconocibles y distintos a la hora del juego, lo que sumaba varios enteros a la hora de la jugada. Agregado a esto, la depuración del sistema de control del portero (me cuesta llamarle así…) supuso un soplo de aire fresco a la franquicia.
Pues bien, sobre estos estamentos es donde el nuevo FIFA se apoya para mejorar aún más la potencia de la IA contraria. Ahora no solamente los jugadores poseen estas características diferenciales, sino que saben reconocerlas en sus compañeros de equipo, en beneficio del juego colectivo y la finalización de la jugada. Me explico: no es lo mismo tener en el área a un potente jugador aéreo como Crouch, que a David Villa, con características notoriamente diferentes. Si tenemos al primero, se justifica la utilización del centro al área, pero con el segundo no. Lo que hace la IA, es tener en cuenta las características individuales de cada jugador e integrarlas en la idea general de juego, para no cometer errores infantiles o de concepto y hacer del juego un verdadero reto deportivo. El siguiente video lo demuestra de buena manera, con el ejemplo que acabamos de explicar:
A esto, debemos sumarle una mejora en la parte defensiva, debido a las constantes quejas sobre la habilidad de los defensores para el marcaje. Se pretende que la experiencia no se centre solamente en lo que el player puede hacer en ataque, sino que también sea competente a la hora de defender. Este sistema es relativo: si bien una mejora sustancial en este aspecto puede suponer todo un recurso a la hora de encarar los partidos, lo cierto es que no se puede pretender un sistema que contrarreste todas y cada una de las jugadas a las que nos vemos sometidos. Este apartado es uno de los que menos convence, tanto más por costumbre a desentendernos de la tarea defensiva, cosa en la que no se han esmerado mucho los muchachos de EA: si a esto agregamos un largo derrotero de promesas al respecto, incumplidas todas o hechas a medias, ya tenemos motivo para desconfiar. Otra de las mejoras tiene que ver con el campo de visual que cada jugador puede tener, lo que proporciona ventajas a la hora de decidir el pase o la jugada. De esta manera, el pase al hueco inmediatamente después de la media vuelta o cuando se está rodeado de contrincantes, lo puede dar mejor un jugador como Fábregas o Iniesta, que tienen excelente lectura de la situación: de la misma manera, los defensores que se enfrenten a ellos tendrán especial cuidado en este aspecto, pues es bien sabido que estos jugadores pueden meter un pase letal en cualquier momento y no son de encarar en vertical en muchas ocasiones (esto explica las mejoras a nivel defensivo). Este apartado, más que nada, intenta contrarrestar una de las maneras más utilizadas de llegar al gol: el pase al hueco, y a veces “a ciegas”. Si bien es un recurso totalmente válido, basta con jugar un rato en el online de la última entrega para darnos cuenta de que casi todos los jugadores hacen de este recurso, la única manera de jugar.
Lo que realmente ilusiona de esta entrega que se nos viene, es que en EA Sports se han esmerado para realizar una mejora enorme en el motor de colisiones y de físicas del juego. Se detectó que el motor utilizado anteriormente, si bien no era malo, carecía de ciertos elementos que lo hacían menos realista de lo que se pretendía para esta entrega. El nuevo motor se centra más que nada en el choque de los jugadores, dejando de suponer que solo chocan en las piernas e integrando distintas partes del cuerpo a cada impacto. El resultado está muy bien logrado, y suministra el marco ideal para desarrollar otras ideas que suman al realismo global. Las lesiones se corresponderán con la dureza de la entrada, con el desgaste propio del jugador, con la reiteración e incidencia de las faltas en un mismo sector del cuerpo, entre otras cosas. Por otra parte, se mejora bastante el regateo a la hora del contacto con el adversario, para evitar caer en faltas tontas, que dan la sensación de que el jugador podía seguir. Al parecer, se acaba la falta al más mínimo toque con el cuerpo de otro jugador, crítica recurrente a esta franquicia (por supuesto, todo esto se corresponderá con las características del jugador en Personality +). Por lo demás, les muestro el video de distintas jugadas que prueban las bondades de este motor:
Las mejoras son sustanciales, según puede comprobarse, y son el principal atrayente a la hora de la adquisición. Es insensato pretender que este juego sea la experiencia definitiva en cuanto a fútbol virtual se refiere, pero desde EA se pretende respetar el proyecto a largo plazo y mejorar cada una de las pegas de las anteriores entregas. Además de eso, es clara su decantación a favor de la simulación realista que al juego fácil y accesible, por lo tanto es cuestión de gustos criticar todos los aspectos que ahora se ofrecen.
Del otro lado tenemos a PES, que este año en cierta manera esperó que EA hiciera el primer movimiento en el tablero comercial. No necesita grandes cambios en el aspecto gráfico, equiparado en gran medida con lo que muestra su contrincante videojueguil (y según muchos creen, mucho mejor los gráficos de PES). Pero ante la novedad grandiosa que supuso la muestra de los videos antes vistos, desde Konami se inclinaron más a mostrar mejoras en el sistema de IA, tanto en lo que se refiere a los jugadores contrincantes como a los jugadores compañeros. En primer lugar, se ha mejorado en gran manera las carreras de desmarcaje, las diagonales y la “distracción” a favor de la jugada (“arrastrar la marca”, en criollo). PES ha sido históricamente criticado por no corresponderse a los deseos del jugador a la hora del pase, por lo cual este aspecto pedía una mejora a gritos. Esta vez, los jugadores que estén haciendo la carrera en solitario, tomarán mejor las decisiones a la hora de picar al vacio o de mostrarse para el pase. Se mejora en gran medida los marcajes, más que nada en lo que se refieren a las zonas y a la presión. También se han realizado mejoras en el sistema de regates, al parecer con mucho más énfasis en el 1 contra 1, otorgando posibilidades mucho más jugosas de las que se tenían hasta el momento, y mejorando en gran medida el control ejercido sobre el jugador que tiene la pelota. También se pretende mejorar el control de los jugadores en pelota parada, tanto como en el saque de manos como en los tiros libres y los corners: el llamado Teammate Control, lo que viene a suponer mayor libertad de acción y control a la hora de estas situaciones. Todo esto puede ser mejor apreciado en los siguientes videos:
No es por despotricar, pero da la sensación de que las mejoras en cuanto a la IA ya se han visto en mayor o menor medida en otras entregas, tanto de PES o de FIFA. Si bien siempre es mejorable el aspecto defensivo (que siempre, como le pasa a EA, ha sido el apartado menos mimado) las características que se ven en los videos no son nada nuevo, sino más bien necesario (y repudiable que se haya mejorado recién ahora). El sistema de marcaje en zona es el mismo que el que se implementó en pasadas entregas, y la mejora debe ser radical para notarse en el apartado global que podamos disfrutar. De mejoras en el control del portero, hasta el momento, no se tienen noticias. El control del jugador, mejorado en esta nueva entrega, le aporta mucho más dinamismo del que posee FIFA (siempre criticado por considerarse más “lento” y menos vertiginoso), pero hay que ver los resultados: puede cometerse el craso error de convertir el PES en un simulador de dribleo con conos.
La verdadera novedad de este nuevo PES la encontramos en el sistema de control, pues si bien hasta el momento no se han presentado videos mostrándonos esta característica, sabemos que han trabajado en el nuevo sistema de control del equipo (como en de los corners y tiros de falta que recién contábamos). Lo más jugoso, es la posibilidad de manejar dos jugadores al mismo tiempo, según comentarios de la misma Konami. ¿Cómo es esto? Al mismo tiempo que controlamos al jugador que tiene la pelota con el stick izquierdo, podemos controlar un segundo jugador gracias al uso del stick derecho. A pesar de que esta idea pueda sonar muy loca desde un principio, la buena implementación de esta herramienta puede ser la manera más efectiva de aumentar la sensación de control sobre el juego. Las tareas de desmarque, las carreras al vacío, las pausas, prácticamente todo puede ser controlado por el joystick. Lo que resta saber, es la manera en la que esto se va a implementar en el plano de la jugabilidad, para no echar por tierra esta buena idea con una dificultad inaccesible de control.
Las mejoras, si bien dan la sensación de ser lo mismo que vemos hace años, dejan de importar a la hora de pensar en un control integrado a la posibilidad de manejar dos jugadores al mismo tiempo. Esto, sumado al nuevo control de regates, puede otorgar un dinamismo y velocidad de juego con los que FIFA dificilmente pueda hacer pelea. La adquisición de este juego debe basarse en estos estamentos: un juego mas «casual» (sin insultar ni ofender con el termino) que permita una experiencia de juego mucho más directa de la que ofrece FIFA.
No es que quiera beneficiar a FIFA en este artículo, pero sinceramente, nada más se sabe del nuevo PES. Queda la sensación de que desde Konami no se esperaban estas nuevas y jugosas novedades por parte de EA, y los ha agarrado desprevenidos. Para esta opinión, me baso en los videos que se han lanzado explicando características: mientras EA nos mostraba el nuevo motor de colisiones, novedoso por demás, Konami decidía mostrarnos videos con supuestas mejoras, un tanto dudosas si se las piensa con detenimiento, no porque estén mal implementadas, sino porque no son tales: son lo mismo que se mostró en otras entregas. Para nada intento discernir cual de los dos juegos se va a llevar todas las miradas (y las ventas) a la hora de la publicación, pero FIFA ha mostrado características de las que PES no puede alardear, muchas más de las que ha mostrado el juego de Konami. A pesar de esto, todos sabemos de antemano qué es lo que diferencia a cada una de las franquicias, para, a partir de este punto, elegir una u otra: juego pausado y táctico, casi realista, por parte de FIFA, y vertiginosidad, rapidez y experiencia más directa por parte de PES. Estaría estupendo saber la opinión del lector sobre esta rivalidad que una vez más se presenta en el escenario videojueguil, para saber que le merecen estas nuevas características que hoy reseñamos.
Particularmente, pienso que la integración de todas las ideas antes expuestas puede contribuir al juego de futbol definitivo, pero por algo existe la competencia y los gustos personales. Por mi parte, sigo esperando la incursión de TakeTwo en el terreno del fútbol, lo cual sería estupendo y ayudaría muchísimo a la mejora constante por parte de EA Sports y Konami. Lo cierto es que, independientemente de las nuevas características que se nos muestran, la mayoría hemos crecido a la par de estas dos franquicias, y tenemos los gustos determinados por uno o por otro, lo que básicamente se llama “fanatismo” por alguno de los dos. Este sentimiento, tan extraño como el que despierta el fútbol mismo, puede ser determinante a la hora de decidir cuál de los dos, en algún momento, se convertirá en el juego de fútbol definitivo.
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