No More Heroes: los videojuegos aun no han muerto
El mundillo de los videojuegos ha cambiado mucho más de lo que parece a simple vista durante los últimos años. Nuestra afición favorita, que empezó a extenderse sin parar con la salida de la PlayStation en 1994 (hasta ese momentos los videojuegos eran considerados como algo ‘para críos’ o un público muy específico), ha ido evolucionando hasta quedar prácticamente irreconocible en los últimos 5 o 6 años. Wii, Xbox 360 y PS3 son las responsables de este cambio: ahora los videojuegos ya no son para gamers, son para lo que se conoce como el jugador casual. En un mercado saturado de repetitivos shooters e insulsos juegos de fútbol, es de agradecer que aun se produzcan juegos – con cuentagotas, eso sí – que aunque pasan bastante desapercibidos por el gran público, hacen las delicias de los auténticos aficionados a los videojuegos. Apuestas originales y arriesgadas que normalmente no tienen mucha acogida entre el jugador medio. O sí. Este el caso de No More Heroes de Suda 51, una controvertida obra que, pese a recibir cantidades ingentes de críticas por parte de mentalidades algo estrechas, ha sobrevivido a la monotonía y falta de frescura de la generación actual.
Y no, no es que me haya dado un arrebato retro y os quiera convencer de que en la época de la Atari 2600 estábamos mejor. No hace falta irse tan lejos: PlayStation 2 tenía mejor catálogo (en cuanto a variedad y calidad) que prácticamente las 3 consolas actuales juntas -podemos poner las 3 ya que la exclusividad se ha perdido casi por completo, así que todas excepto Wii comparten el 80% de los juegos-. Ahora tenemos una calidad gráfica aplastante y una cantidad de opciones bestial, pero los juegos, en mi humilde opinión, son peores: aburridos, monótonos, faltos de ideas, con mucho artificio pero poca profundidad… Un percal que va de mal en peor, aunque sé de sobras que muchos de vosotros estaréis en desacuerdo.
No More Heroes (Wii, 2007)
Goichi Suda –Suda51 para los amigos-, padre del incomprendido Killer 7, es un rara avis en el mundo del ocio electrónico. Es un peculiar ‘artista de los videojuegos’ más preocupado en plasmar en sus juegos lo que le da la real gana, que en las ventas que puedan tener. Y es que cuando salió el primer NMH en Japón, las ventas fueron realmente flojas. Fue en su salida en Occidente cuando el juego empezó a popularizarse y venderse bien, pasando de las 10.000 copias vendidas inicialmente en Japón a las 200.000 en pocas semanas de comercializarse en los USA. Y es que esta mezcla de géneros (aunque en esencia es un juego de acción, beat ‘m up, o como está de moda decir: hack ‘n slash) no fue igual de bien digerida por todo el mundo. El argumento nos sitúa en Santa Destroy, una ciudad donde la corrupción está a la orden del día y los asesinos a sueldo son los reyes del mambo. Travis Touchdown, nuestro protagonista, es un otaku cualquiera que un buen día gana una katana láser en una web de subastas y se mete a asesino a sueldo, harto de trabajos de pacotilla. Una noche de borrachera conoce a la tremendísima Sylvia Christel, quien, sin apenas darse cuenta, lo introduce en el Ranking de Asesinos de la United Assassins Association, en el cual tiene que ir escalando posiciones para lograr el título de asesino número uno. Aunque Travis no quiere tener nada que ver con el tema, los encantos femeninos del Sylvia lo retienen (aunque en realidad no tiene escapatoria, ya que como parte del ranking, montones de asesinos van tras él para arrebatarle el puesto -y la vida-).
Con esta premisa deberemos hacernos un nombre en los suburbios de Santa Destroy, matando a cantidades ingentes de maleantes, haciendo trabajos inmundos con tal de ganar pasta para la tasa de inscripción a los combates y el plato fuerte: los enfrentamientos directos contra los asesinos que están por encima nuestro en el ranking de la UAA. Es aquí donde el juego muestra su máximo esplendor, con cinemáticas brillantes en las que se nos relata un argumento lleno de giros y que gana progresivamente en interés. Y es que esto no es un Grand Theft Auto de turno o un Dinasty Warriors, aquí la acción está al servicio de la trama, y donde realmente disfrutaremos es desbancando a los originalísimos y letales asesinos del ranking, siendo lo demás un mero pasatiempo. Cierto es que podremos explorar la ciudad con nuestra moto, hacer minijuegos, entrenarnos, comprarnos ropa, hacer misiones secundarias y un largo etcétera, pero todo se ve eclipsado por los magistrales combates con los asesinos, quedando lo demás en segundo plano. Es por eso que considerar NMH un sandbox es un gran error: es sólo un original juego de acción con una gran argumento.
Suda51 se despacha a gusto en NMH, parodiando decenas de juegos, películas, cómics… las referencias son infinitas, y quien no las pille se quedará un poco a cuadros. Un juego violento (aunque la versión PAL nos llegó censurada, al contrario que la NTSC/USA), con un toque de erotismo, personajes carismáticos y mucha, mucha diversión. Un título, siendo justos, no exento de fallos: quitando los combates del ranking, a veces se puede hacer algo repetitivo, la ciudad está medio vacía y el motor gráfico peca de brusco en ocasiones, pero nada de esto ensombrece la verdadera intención del juego -divertirnos contando una buena historia-, y quien no lo sepa/quiera ver, está claro que va a echar pestes del mismo. Dicho esto, también hay que decir que NMH no debe ser subestimado como juego de acción, ya que el control y el sistema de combates es extremadamente divertido y eficaz, usando sabiamente los botones tradicionales y el sensor de movimiento del wiimote. Posiblemente NMH es el juego de acción más innovador y divertido de la nueva generación en términos jugables.
No More Heroes 2: Desperate Struggle (Wii, 2009)
En vistas del éxito de la primera parte, en Grasshoper Manufacture, con Suda51 al mando, se pusieron manos a la obra para pulir los fallos del primer NMH y crear un juego superlativo en todos los aspectos. Sin querer pecar de exagerado, NMH 2 es un serio candidato a ser nombrado el mejor o uno de los mejores juegos de Wii, y ahora explicaré por qué.
Todos los aspectos que fueron criticados en la precuela han sido brillantemente solventados en esta secuela, que elimina los fragmentos de “deambular por la ciudad” y va al grano. Travis se ha convertido en una leyenda viva en Santa Destroy, ya que llegó al primer puesto del ranking UAA para más tarde desaparecer de la escena. Convertido en un ídolo para mucha gente y odiado por muchísima más, Travis se ve envuelto otra vez en los combates clasificatorios cuando su mejor amigo es asesinado a sangre fría, siendo el responsable nada más y nada menos que el actual número uno del ranking. El problema es que los combates entre asesinos se han vuelto extremadamente populares en Santa Destroy e incluso son retransmitidos por la TV, con lo cual, el número de asesinos se ha incrementado considerablemente, siendo aun más complicado llegar a la cima. De la mano de la enigmática y sexy Sylvia Christel, Travis tendrá que escalar posiciones en este mortal ranking por segunda, y quizás última vez.
NMH 2 mejora a su antecesor en todos los aspectos, y aunque esta vez esté 100% centrado en los combates clasificatorios, los elementos secundarios han incluso aumentado, disponiendo de multitud de trabajos -mostrados como geniales juegos de 8 bits, totalmente retro-, minijuegos, misiones secundarias, objetos por coleccionar… La diferencia con el anterior, además de ser más divertidos, es que son opcionales, por lo que si queremos centrarnos en el argumento los podremos dejar de lado. Gráficamente, el juego lleva a la Wii al límite, y el sistema de juego ha sido depurado, siendo de lejos el mejor juego de acción de la consola de Nintendo. La música también ha ganado muchos enteros, y es que todo está cuidado hasta el mínimo detalle en este NMH 2. Esta vez no sólo llevaremos a Travis, sino que también podremos controlar a Shinobu (una asesina del primer NMH) y a Henry, el hermano ‘irlandés’ del protagonista. El argumento, por su parte, es muy absorbente, y aunque predomina el humor negro, Suda51 nos sorprende con diálogos delirantes y reflexiones de lo más profundas. Aquí ya no son meros combates clasificatorios; esto es una ‘lucha desesperada’.
A pesar de repetirse el éxito de ventas con esta secuela, Suda51 ha asegurado que no volverá a hacer ningún NMH más para Wii, puesto que cree que ya ha tocado el techo de la consola y el hardware ya no le permite recrear lo que desea. No descarta, por eso, hacer un No More Heroes 3 para la nueva máquina de Nintendo, la Wii U, seguramente con otro protagonista (ya que la historia de Travis está cerrada… al menos en apariencia).
No More Heroes: Heroes’ Paradise / Red Zone Edition (PS3 – Xbox 360, 2010)
Los videojuegos son un negocio, y debido al más que notable éxito de las dos partes existentes en Wii, el juego original fue versionado para PS3 y Xbox 360, obviamente con gráficos mejorados y en alta definición. Mientras que el juego nos llegó sin censurar, al contrario que la primera parte de Wii, en Japón sí fue suavizado (aunque sólo la versión PS3), recibiendo la calificación ‘D’. Algo más tarde, el juego fue relanzado con todo el contenido capado como No More Heroes: Red Zone Edition, con una nueva portada y calificación ‘Z’ (para adultos).
El apartado gráfico de esta versión goza de un evidente lavado de cara, con una mejora substancial de las texturas y la vistosidad propia de los gráficos en HD, en comparación de los 480p que puede alcanzar la Wii. Aun así, el juego sufre de ralentizaciones y pequeños tirones en ciertos momentos que aunque no molestan demasiado, fastidian por el hecho de no aprovechar las posibilidades técnicas de PS3. Nos encontramos pues con un port directo de Wii, en el que los programadores no se han molestado en corregir ni uno de los errores gráficos que quizás en Wii son perdonables, pero no en una bestia como PS3 –o Xbox 360-. Pero no todo es malo, y el juego cuenta con algunas curiosas novedades, como nuevos minijuegos (especialmente gracioso es el de atropellar a los peatones como si de bolos se tratase), el modo ‘Very Sweet’, donde las féminas del juego aparecerán muy ligeras de ropa, o un visor –eso sí, mediante un DLC de 0,75€- en el que podremos ver al detalle todos los modelos del juego, haciendo hincapié en los personajes femeninos y su poca ropa – siendo posible incluso desnudar completamente a la mismísima Sylvia Christel -.
El tema del control es peliagudo, porque la verdad es que jugar a NMH con el pad normal y corriente es mucho menos divertido y eficaz que con el wiimote. En PS3 lo han podido solventar casi por completo haciendo el juego compatible con el PlayStation Move, pero en Xbox tendremos que jugar con el pad a la fuerza, perdiendo el juego muchos enteros en cuanto a jugabilidad, dinamismo y diversión.
‘The Garden of Madness’
Como conclusión final, os puedo decir que esta saga ha sido de lo mejor que he probado en esta presente generación (y he probado bastante), pues teniendo en cuenta sus defectos, posee una originalidad y diversión de la que carecen muchos shooters con pretenciosos y grandilocuentes argumentos y espectaculares gráficos, pero aburridos y monótonos como ellos solos. NMH es y será una saga amada y odiada a partes iguales, ya que va dirigida a un público bastante concreto, y el jugador de a pie se puede sentir algo desorientado con esta ida de olla de Suda51. Un juego que se sale de la norma, quizás un pelín experimental en ocasiones, que no busca la excelencia gráfica pero sí busca ofrecer “algo más”, plagado de referencias subculturales que requieren a veces una cierta ‘sabiduría friki’ para ser pilladas. Como ya hemos dicho anteriormente, NMH se cachondea sin piedad de multitud de juegos, películas y cómics, pero no hay que olvidar que también se ríe de sí mismo. Sin duda, todo un soplo de aire fresco en esta decadente generación.
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