Ninjatown, las galletas nos pertenecen
Los habitantes de la pacífica villa de Ninjatown vivían tranquilos hasta que, tras la erupción de un volcán cercano, comenzaron a ser atacados por montones de enemigos. Detrás de esta ofensiva está la malvada mano del Señor Demonio, y su objetivo es nada menos que robar una ancestral receta con la que fabricar las exquisitas galletas ninja, algo que no se puede permitir. El anciano Maestro ninja es al único que puede guiar a los guerreros de su pueblo a luchar contra la invasión, y nosotros seremos quienes le ayudemos a fijar su estrategia.
Los denominados como “Tower Defense” son un género que actualmente disfruta de bastante éxito. Se trata de una variante de los juegos de estrategia en la que la labor del jugador es invertir una serie de recursos económicos para elegir las defensas con las que enfrentarse a una invasión que, en caso de alcanzar un punto determinado, supone la derrota. Ninjatown es uno de estos juegos, y en mi opinión uno de sus más divertidos y adictivos exponentes.
Puede que por sus gráficos parezca tener a los niños como su principal público, pero aunque no es malo para introducir en la estrategia a los más jóvenes, tiene la suficiente dificultad y complejidad para enganchar a jugadores de cualquier edad. Su argumento es absolutamente delirante, con un robo de galletas y una receta por parte de los pérfidos enemigos de los ninjas y otras absurdas situaciones, pero está relatado de forma muy cómica, así que, aunque no sea más que un pretexto para justificar los enfrentamientos, incita a alguna que otra sonrisa.
El planteamiento del juego es el siguiente: Existen uno o múltiples caminos por los que nuestros enemigos tratarán de abrirse paso para llegar a un punto determinado. A su alrededor, numerosas parcelas marcan espacios en los que podemos construir, y ya antes de la primera ofensiva tendremos unos segundos para gastar nuestro dinero (galletas) en algunas estructuras. Posteriormente, según vayamos derrotando enemigos, se nos darán más galletas para que invirtamos en nuevos edificios o mejoremos los ya existentes, aumentando así las prestaciones de sus inquilinos.
La mayor parte de las construcciones incluyen una o dos unidades que son las que lucharán para nosotros, aunque nuestra labor se reduce a marcarles un punto de colocación, ya que lo demás es automático. La unidad básica son los wee ninjas, que pelean cuerpo a cuerpo y con sus habilidades equilibradas. Pero tendremos también anti-ninjas, mucho más fuertes; ninjas de negocios, que se mueven velozmente; unidades que disparan a distancia y algunas más que irán estando disponibles a medida que superemos niveles.
Además, contamos con una serie de poderes especiales, que podremos usar con una barra que se irá llenando, así como una especie de monedas que conseguimos al superar un nivel.
Por supuesto, nuestros enemigos también se van poniendo las pilas, y cada vez serán más fuertes, más rápidos, más numerosos y más rastreros. Por si fuera poco, también comenzarán a seguir rutas diferentes, lo que nos obligará a construir con la mayor precaución, para no dejar ningún área sin protección.
La estructura de niveles es muy sencilla, y tenemos un mapa que nos permite controlar cualquier movimiento. La duración de cada fase oscila entre los 5 y 20 minutos, siendo poco variable porque las hordas de enemigos tienen un horario muy definido, que tan solo podemos adelantar si hemos acabado con todos los enemigos en acción.
Gráficamente, Ninja Town presenta un aspecto sencillo, pero con unos gráficos coloristas y agradables, que cumplen perfectamente su función, además de dar un tono simpático al juego. Algo más de espectacularidad podía haber estado bien, pero desde luego no era algo que el juego necesitase.
Más o menos lo mismo se puede decir de la música, que cumple su cometido correctamente, aunque no sea muy variada ni tenga temas de esos que a uno se le quedan grabados. Los efectos sonoros son graciosos, y aunque no sean especialmente pesados, nos vamos a cansar de oírlos.
Así que, sin grandes alegrías en el plano técnico, las principales bazas de Ninjatown están, desde luego, en lo jugable. El stylus funciona a la perfección para realizar las diferentes acciones de un modo muy eficaz e intuitivo, aunque si usamos también la cruceta para movernos por el mapa las cosas son todavía más fáciles. Además, los menús son claros y muy cómodos, de modo que no hay nada negativo que se pueda decir sobre el control.
Pese a su falta de complejidad y variantes, Ninjatown es un juego que tiene la capacidad de enganchar desde el primer momento, gracias a la agilidad de su desarrollo y la diversión directa que proporciona. Su componente estratégico es relativamente elevado, para suponer un buen reto aunque no es fácil atascarse, y la curva de dificultad está bien trazada. No es un juego largo, pero asegura unas cinco horas, a las que podemos añadir lo que pica conseguir la máxima calificación en todos los mapas y un modo multijugador para demostrar a un amigo que somos más rápidos y estratégicos que él (eso sí, la falta de opción online se echa mucho en falta).
Ninjatown no es un juego espectacular o revolucionario, pero su propuesta se adapta a la perfección a Nintendo DS, está bien concebido y, sobre todo, divierte con facilidad, lo que lo hace recomendable para los que busquen un juego sin complicaciones con el que echarse una partida de vez en cuando.
LO MEJOR
+ Control sin defectos.
+ Adictivo desde el primer momento.
+ La simpatía de los ninjas.
LO PEOR
– Planteamiento poco original.
– Se queda escaso en fases y niveles de dificultad.
– Técnicamente poco aprovechado.
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