X-Men: Primera Generación
Casting: Anton Planells como Profesor Xavier y Falco como Erik Lensherr “Magneto”.
Mansión X, 22:00 horas de una corta noche de junio. Sentados en dos viejas butacas, el profesor Xavier y Erik Lensherr juegan una partida al ajedrez junto al cálido crepitar de la chimenea, mientras beben un trago del mejor Scotch de toda la bodega. Un poco antes, esa misma tarde, habían presenciado el preestreno de la película “X-men: Primera Generación”, que cuenta los orígenes del grupo de superhéroes más famoso del mundo de los cómics. Erik había crecido leyendo sus aventuras, mientras que Xavier era ajeno a todo el mundillo del tebeo. ¿Les gustó? ¿La odiaron? Veamos si llegaron a alguna conclusión.
Aviso: Spoilers ligeros sobre la trama.
- Erik: Te toca mover, Charles. Bueno, ¿qué te ha parecido la película?
- Charles: ¡Pues me ha sorprendido! Me esperaba la típica película de superhéroes con trajes absurdos y abundante cuero. Y me he encontrado con un film con un contexto muy interesante y cuidado: tanto los escenarios como la estética de los personajes y la iluminación retratan muy bien un periodo histórico tan convulso como la Guerra Fría. Alfil a peón. ¿Y a ti qué te ha parecido?
- Erik: La verdad es que la estética a medio camino entre las películas de James Bond y Austin Powers me ha encantado. Nunca he sido muy fan de los trajes de cuero negro y el ambiente oscuro de la primera trilogía, así que agradezco que le hayan dado ese toque sesentero y luminoso. Y sobre todo ese sentido del humor que aparece en algunas escenas, con chistes que cualquiera de nosotros haría si se encontrase en esa situación. Verte usar tus poderes para ligar con churris o tu negativa a raparte la cabeza me parecieron momentos muy buenos.
- Charles: Ya te digo, aunque donde esté Emma Frost que se quite el resto. Por otro lado, creo que la película traslada muy bien la posibilidad de “humanizar” a los héroes mediante un humor ajustado y medido. No necesito hacer uso de mis poderes para entender el por qué de las cosas. Y creo que ahí está, precisamente, la grandeza de la película: los personajes hacen cosas más o menos reales basadas en motivaciones reales.
- Erik: Sí. Creo que gran parte del mérito de ese apartado es haber metido temas bastante adultos para un film de superhéroes: el nazismo, el racismo, las tensiones entre naciones… son conceptos que se alejan un poco del típico esquema “vamos a meter unos sopapos a los supervillanos de turno”, que aquí también se da pero es más secundario. Como profesor, ¿qué opinas de todo este asunto del darwinismo?
- Charles: Bueno Erik, creo que precisamente la mención al Darwinismo es un buen ejemplo de lo que estás argumentando. Desde un punto de vista fílmico, la construcción de personajes complejos requiere grandes temas universales tratados desde el rigor y la vinculación sentimental. Sin duda, la doble interpretación de la Humanidad como aliada o como especie inferior (y por ello sometida a la extremista “Ley del más fuerte”) es el eje que justifica toda la película. Ni héroes sin carácter, ni villanos descerebrados. Aquí está todo muy medido. Y a nivel visual se traslada la misma idea: nuestras partidas de ajedrez son algo más que un simple juego, ¿verdad?
- Erik: En muchas películas de este tipo me chirría la evolución de los personajes. No todo el mundo se convierte en villano o en defensor del bien de la noche a la mañana. Sin embargo, aquí, cuando acaba todo, se entienden más o menos los caminos que toma cada uno. Tengo que decir que los actores que hacen de nosotros están geniales y humanizan mucho a los protagonistas. Luego siempre está el factor joven que tanta taquilla da, así que también hay dosis de adolescentes que usan sus poderes descerebradamente y, sobre todo, escenas de mujeres en lencería. Ay omá qué ricas.
- Charles:
La evolución de los personajes y su futura adscripción a un bando u otro aparece, efectivamente, como una evolución lógica y no como un simple desvarío de guión. Los chavales són creíbles, aunque creo que somos más guapos en persona (menos Emma, claro) y los sicarios de Shaw dan el pego. Y, además, nunca hay que olvidar que estamos ante una película de superhéroes comercial donde resulta esencial enfatizar ciertos aspectos, como las mujeres o los efectos especiales. ¡Y de la necesidad, virtud! No hay desvaríos, ni escenas gratuitas ni efectos especiales a cascoporro “porque yo lo valgo”. La forma sometida al contenido, como debe ser. La cosa que me chirría más es la escena final. Erik, ¿Cómo eres tan hortera? ¿Es realmente necesario llevar ese casco? ¿No aprendiste nada de mi encanto burgués? Sin duda te hará perder magnetismo con las mujeres.
- Erik: Eres un cachondo, Charles. Ay, el tema del casco… curiosamente, aunque yo sea seguidor de los cómics, las partes que más me han gustado de la peli son las que se alejaban del espectáculo propio del noveno arte para meterse en escenas más reales: la manifestación de mis poderes al separarme de mis padres, cuando visito Argentina y la lío parda con un cuchillo… son escenas espectaculares pero “realistas”, en el sentido de que huyen un poco del rollo “Michael Bay” de mostrar cosas explotando constantemente. Por eso el casco chirría un poco, porque es algo que es un icono en el cómic pero en la vida real parece ridículo (aunque a mí me queda bien todo). Ahí es donde se nota que el cómic y el cine son dos cosas completamente distintas: lo que funciona en un lado puede no hacerlo en el otro. Esto se aprecia perfectamente en las típicas escenas en las que un héroe se enfunda mallas por primera vez y dice: “¿me tengo que poner esto?” como justificando la horterada. Precisamente, mi mayor miedo es que en la segunda parte (que la habrá) se dejen de conflictos reales y vuelvan al trillado tema de “Supervillanos malvados necesitan un par de galletas”.
- Charles: Bonita retórica para justificar tu mal gusto en la elección de los complementos de moda. No obstante no puedo sino darte la razón: cada medio tiene sus particularidades, y la traslación directa no es posible. El mérito de esta película reside, precisamente, en “haber hecho una película”, y no un “cómic en forma de película”. En otro orden de cosas (ya sabes, no dejo de pensar y leer mentes, soy así), cuando veía a nuestros homólogos en pantalla no podía dejar de pensar en el descalabro que supuso el factor “superpoderes” en la serie “Héroes”. En este sentido, está claro que mi superpoder es lo más. Ya ya, que hacer volar cuchillos mola mucho Erik (en especial si estás en el sofá y no quieres ir hasta la cocina), pero la cuestión aquí es que mi superpoder puede hundir con mucha facilidad la tensión narrativa: “ Pues nada, que ahora Charles le diga al malo que se rinda, y listos”. Si es que no sois nada sin mi y mi liviana tesis doctoral. ¿Qué opinas del impacto que tienen nuestros superpoderes en la construcción narrativa?
- Erik: Es que con tus poderes cerramos el chiringuito en diez minutos. Basta con que te acerquen a Kennedy y a Kruschev y les digas que todos tienen que ir agarrados de la mano. Hala, a la mierda la Guerra Fría. Ahí es donde entran las dos excusas: el casco mágico y la presencia de Emma Frost (¡ay omá!), que bloquea tus poderes. Como dices, siempre me acuerdo de Hiro Nakamura en estos casos. Es un peligro cuando juegas con gente con superpoderes: cualquier persona que esté familiarizada con este mundillo dirá en cada escena “¿por qué no hacen tal o cual?” acabando con toda la tensión narrativa. Aquí te justifican a ti un poco con el tema de que eres un buenazo y que no quieres manipular a la gente, pero cuando te veo que lees las mentes para ligar pero no quieres detener un conflicto armado pues se cae el argumento. Quizá es de las cosas que menos me gustaron de la peli.
- Charles: No es que sea un buenazo, es que me han escrito así. En cualquier caso, me preocupa cómo van a continuar con la saga. Sin duda este es un reinicio magistral que apunta maneras. Espero que las siguientes películas estén a la altura y que podamos disfrutarlas por igual: con un tono adulto, complejo y una elaboración audiovisual cuidada y detallista. Y también espero, puesto a pedir, que lleguen las rebajas para que te pases por una tienda de sombreros y nos hagas un favor a todos…. En las próximas películas Erik te quiero ver como en esta: bien vestido.
- Erik: Pues lo llevas claro Charles, porque ya dejo bien claro que en la próxima salgo con mi capa hortera y casco, y no me digas que no ligaré así porque te clavo un tenedor en tu cebollón. A ver si me lees la mente entonces. En fin, tengo que decir que aunque se han vuelto a reinventar el origen de la Patrulla X, han conseguido un buen resultado. Total, en los cómics de Marvel han resucitado, asesinado, reinventado y rediseñado a tanta gente que no veo por qué los fanboys se pueden enfadar. Por cierto, te como la Reina y te hago jaque.
- Charles: Ay Erik, hace unos veinte minutos mientras me servía mi cuarta copa de Whisky escocés de 35 años he podido leer todos tus movimientos del ajedrez. Alfil a Reina, Jaque Mate.

De: “Uyuyuy vamos de negro, así que somos peligrosos y misteriosos. Y nos va el cuero.”

A: “Somos unos pringadetes en nuestra primera misión. Y nos va el cuero.”

Un atuendo completamente gratuito. Y lo agradecemos.

“Así te metía un sopapo, con la mano abierta”

“¡Vaya resacón! Mucho Whisky escocés, pero seguro que era garrafón”
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