Lufia II: Rise of the sinistrals
Adelante, A, adelante, A, adelante, A…. ¿nunca habéis jugado a un JRPG y habéis pensado que en piloto automático el juego podría pasarse sólo? Si hay algo de lo que pecan los juegos de rol nipones, es que, en su gran parte, llegados a cierto punto, se puede avanzar sin mirar a la pantalla. Sin embargo, en contadas ocasiones, a algún genio se le ocurre variar la tónica ligeramente para crear un producto que destaca por encima del resto, haciéndole brillar en comparación con sus homólogos. Ese es el caso de Lufia II, una de las joyas más infravaloradas del catálogo 16-bits, junto a juegos como Earthbound o Rocket Knight.
Tengo que decir desde un principio que no me voy a centrar en hacer una review sesuda y objetiva, sino a hablar de esas cosas que me parece que lo hacen único y por las que lo tengo en mi catálogo de juegos favoritos de todos los tiempos.
Puzzles perfectamente integrados
No estamos en un rpg al uso. Los enemigos no aparecen aleatoriamente (salvo en el mapa del mundo), sino que se mueven según lo hace el personaje, de modo que a veces los tendremos que usar para resolver ciertos puzzles y avanzar en la aventura (por ejemplo, haciendo que pisen un interruptor). Aparte, contamos con una serie de gadgets, como un gancho, flechas, bombas… que tendrán que usarse también para poder avanzar. Sin embargo no os frustréis, los puzzles más difíciles son opcionales.
Un sistema de lucha complejo
Cada personaje no es un 4×4 capaz de hacer magia, ataques y habilidades con la misma eficiencia, se añaden elementos que dotan de cierta complejidad al combate. Entre ellos, destaca el uso de la barra IP. ¿Y eso qué es?, os preguntareis. Pues un medidor de ira que se activa con cada golpe que vuestro sufrido personaje recibe. Cuando dicho medidor llega a ciertos niveles, podréis usar habilidades propias de algún elemento que tenga equipado un personaje, como corazas que tienen la habilidad de curar a todo el grupo, o espadas que ataquen con elemento hielo a todos los enemigos. Así, no siempre será mejor tener la armadura que más defensa otorgue, sino que puede ser útil equiparle a algún bruto incapaz de usar magia una armadura con la habilidad de resucitar. Todo esto añade un ligero componente estratégico al combate.
Los Capsule Monsters
Aparte de los 4 personajes controlables, existen unas “mascotillas” llamadas Capsule Monsters. Son un quinto luchador, un monstruo controlado automáticamente por el ordenador, que nos sacará de más de un apuro. Hay 7 diferentes (la mayoría escondidos y opcionales), y evolucionarán dándoles de comer las armas que nos vayan sobrando a lo largo de la aventura, haciéndose cada vez más poderosos y útiles, y emocionándonos cuando veamos que están a punto de evolucionar. ¡Toda una gozada! Además, el hecho de que sean tan impredecibles le otorga al juego un componente de riesgo muy satisfactorio: ¿Cruzo los dedos para que el Capsule cure a mis miembros y me dedico a atacar? ¿Lanzará ese ataque que hace más daño que el de todos mis personajes juntos y que rara vez utiliza? ¿Huirá de la batalla el muy mamón?
Graficazos
El juego, aparte de ser muy colorido presenta sprites enormes para algunos jefes y la implementación del modo 7 para ciertas escenas .
Retos para hardcore gamers
Debido a la gran variedad de puzzles opcionales para coger cofres secretos, este juego puede ser apto para el jugador que exige facilidad y para el que busca un reto, sin llegar a frustrar a ninguno de los dos. Como máximos exponentes de esta política enunciaré dos casos:
- Presenta uno de los considerados puzzles más difíciles de la historia (“World’s most difficult trick”), opcional para conseguir importantes objetos cerca del final de la aventura.
- La mazmorra del FFFFUUUUUU: Hay una mazmorra de 99 plantas opcional, en la que no se puede grabar, y en la que empezaremos en el nivel 1 y sin objetos. Las plantas se generan aleatoriamente, y habrá, además de los típicos cofres rojos, cofres azules. En éstos, encontraremos armas poderosísimas que podremos retener en la partida si conseguimos sobrevivir en la mazmorra o salimos de ella con la ayuda de un objeto antes de morir. Superarlo supone todo un reto, pero la recompensa merece la pena.
Conclusión final
El Lufia II es todo un clásico. Un entretenidísimo juego que mejora la fórmula tan repetida del RPG japonés, con una mecánica que se asemeja en ciertos aspectos al Wild Arms de PSX y que hará pensar sin llegar a frustrar en ningún momento. Todos los aspectos alcanzan como mínimo un nivel notable, llegando al sobresaliente en muchos de ellos. Sobre la historia del juego… es mejor que la descubráis vosotros mismos.
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