Los periféricos más inútiles de la historia (parte 2)
Hace un tiempo elaboramos un artículo con, a juicio del que escribe, aparatos salidos del más recóndito rincón de la mente de enfermos mentales o sencillamente de individuos cuya experiencia más próxima a los videojuegos ha sido la máquina de tabaco. El mundo alzó la vista y gritó «¡Haz una segunda parte, haz una segunda parte!«, y yo miré hacia abajo y susurré: «No…«.
De eso ha pasado un tiempo. No mucho en realidad, pero lo suficiente para que docenas de personas expresaran su indignación consolífera en forma de conatos de insulto, rasgamientos de vestidura e intentos de mantener la entereza mientras se profesan alaridos cacofónicos que intentan mermar la moral del de todas formas malogrado autor. Entonces, dado que los ánimos parecen por fin estar enfriados a temperaturas aceptables o, al menos, moderadas, presentamos de nuevo una lista de aparatos que jamás debieron existir. ¡Y no sólo eso! ¡tendremos la osadía de revisitar algunos! Esto va a ser la monda, no os lo perdáis.
Das Keyboard
Me encantan los teclados mecánicos, es una pena que los pocos que queden sean obscenamente caros. Su sonido peculiar, su tacto genuino, más resistentes que un M1 Abrams y un contacto para cada tecla. Cualquiera que haya tenido ordenador antes de mediados de los 90 los recordará con añoranza.
Sin embargo, el producto Das Keyboard da un paso más allá. Un teclado como los de antes, sin florituras, resistente y con el tacto de los mejores teclados mecánicos excepto… que no tiene letras. Ni más ni menos. Me cuesta imaginar que semejante chifladura se le pueda ocurrir a algún esquizofrénico bajo los efectos de alguna droga alteradora de la percepción. Tan sólo la mente más masoquista y retorcida del «geek» más enfermo pudo hacer realidad este artilugio. ¿Quieres ser más friki que nadie? Tienes dos opciones: o consigues todos los pokémon o, si tienes más de 12 años, te compras este teclado que asegurará tu virginidad.
Pero no se vayan aún, que lo mejor está por llegar: Cuesta casi 130 euros de vellón. Los fulanos, mofándose de lo más grande, argumentan que el envío es gratis. Pero lo que es mejor: han hecho un nuevo modelo de teclado sin letras… con letras. Si es que son unos inventores natos estos chicos. Si no fuera porque soy pobre me encantaría pedir uno para poder estampárselo en la cara.
La puntuación que otorgaremos será de -4/10. El modelo con letras es perfectamente válido, salvo que su precio es desorbitado a todas luces.
Wii Airplane Controller
¡Por Dios santo, pero mirad eso! Si no fuera por el nombre, se diría que algún escultor dadaísta lo ha creado como broma de mal gusto. El fabricante asegura que este ortopédico instrumento de tortura hace más realistas a los juegos de simulación de vuelo. Lo fatídico del asunto es que nadie parece haberle comentado al alma cándida diseñadora del producto que no existen juegos de esa índole en la blanquita de Nintendo. Bueno, miento: Konami ha sacado un juego a la altura de este aparato llamado Wing Island, cuyo parecido a un simulador es el de un huevo a una castaña. Aparentemente se trata de un juego tan malo que no merece la pena que se comente.
Hemos visto de todo: Espadas, cañas de pescar, amagos de sable láser, sartencitas, pistolitas… pero ningún extensor de plástico para el mando de la Wii como este atentado a la vocación artística/símil de periférico. Con él, cualquier parecido a una experiencia lúdica será pura casualidad, a no ser que tu imaginación sea mezclada con generosas cantidades de ácido lisérgico y puedas imaginar (valga la rebuznancia) que estás pilotando un Airbus de verdad. Si llegas a ese caso, por favor, dirígete a la factoría donde quiera que este dichoso aparato se fabrique y estréllate contra él en nombre de Alá, Buda, Jesucristo o de tu prima la pilingui.
Al poderse este periférico confundir con algún tipo de arte surrealista, le daremos una puntuación de -7/10.
Frag FX
En este caso no vamos a despotricar sobre un cacharro, sino sobre lo que representa. Para entrar en materia, este periférico permite usar un ratón en juegos de tiros en primera persona donde este imprescindible elemento no está soportado. Así, podremos usar una cruceta o un stick analógico para movernos a la vez que usamos un cómodo ratón para apuntar como Dios manda. Realmente no podemos decir en ningún sentido que este aparato carezca de utilidad, puesto que ésta es altamente manifiesta.
Pero filosofando sobre la naturaleza de este aparato llegamos a este punto: ¿por qué diablos cojones los desarrolladores de juegos de PlayStation no dotan a sus productos de soporte para mando y ratón? Hasta los hebreos saben que el buque insignia de Sony tiene dos (o más, dependiendo de la versión) puertos USB que soportan perfectamente dichos elementos, y que son perfectamente usables dentro de los menús de la consola, el navegador o incluso para chatear dentro de los juegos que comentamos. Entonces, ¿Por qué, por qué? ¿Algún tipo de venganza contra los usuarios de ordenadores?
Una brillante excepción es Unreal Tournament 3, que permite enchufar a la consola un teclado y un ratón corrientes para disfrutar masacrando oponentes en la Red. Sin embargo, intentar repetir la operación con el genial Killzone 2 es un intento fallido y deshonroso: nos tenemos que resignar a jugar con el puñetero mando. Para echarse a llorar. No, corrijo, es para encerrar a los programadores en salas insonorizadas donde suene 24 horas al día la discografía de Luis Cobos.
No otorgaremos puntuación a este periférico dado que no estamos criticándolo directamente. Lamentablemente es caro, por lo que este pobre redactor aún no puede permitirse uno.
Game Boy Camera
Puede que nos pasáramos un poco al describir este periférico de Game Boy. Es broma: este artefacto está exento de cualquier mérito salvo de tener el sello de la gran N, que ve el negocio hasta en la venta de piedras.
Por lo visto la inclusión de este aparato en la anterior lista causó un gran revuelo, al ser sus usuarios aficionados a fotografiarse sus genitales. Y es que, en 128×112 píxeles con 4 colores sólo cabría el ego del comprador, al verse mermado al adquirir semejante bodrio. «¡Pero fue una revolución!», vociferan sus defensores, cuyas dioptrías podrían rivalizar con las de Rompetechos. Parémonos a compararla con la única cámara digital similar por aquel entonces, la QuickCam de Connetix, que salió cuatro años antes, a un precio muy similar.
Pese a todo, hay usuarios que siguen sosteniendo que se trata de un gran periférico que les ha proporcionado momentos muy divertidos. Por ese mismo motivo, uno podría llamar a dos mochilas en el suelo y a una lata aplastada «gran equipamiento futbolístico», dado que de pequeño le proporcionó muchos momentos de diversión.
Diría «lo siento», pero la verdad es que no me tiembla la mano en absoluto al lapidar de nuevo este intento de cámara digital con una puntuación de -5/10.
Menacer
Oh, sí, nena. No dejes hacer a un niño el trabajo de un hombre. O eso es lo que SEGA debió decirle a Nintendo cuando sacó su Super Scope. Afrontémoslo: Nintendo ha hecho muchos aparatos estúpidos, pero la especialista en hacer verdaderas catástrofes en forma de periférico no es otra que la compañía del erizo azul.
El Super Scope ya era un trasto considerable. No se podía desmontar y ocupaba un volumen considerable, estaba limitado a contadísimos juegos y su uso era poco mejor que ortopédico. Pero la respuesta de SEGA lo mejora (es un decir) en todos los aspectos. Para empezar, miren esos binoculares que tiene en la parte superior: cualquiera diría que sirven para tener un pequeño aumento y poder ver con más precisión la pantalla, ¿cierto? Pues no: Esos infames cilindros están mas huecos que el cráneo del diseñador de este aparato salido del infierno, por lo que son completa y absolutamente inútiles, tal y como yo me sentí al comprarme esta basura. Pero hay más: el significativo input-lag (retraso entre el movimiento del jugador y la respuesta del software) hacía de la jugabilidad algo marginal, al estilo de lo que ocurre con el WiiMote, tecnología prima hermana por cierto. Más aún: el cacharro consume SEIS pilas AAA, las más caras y que menos duran, todo un invento de los fabricantes para hacer la vida de los usuarios un infierno.
Pero dejando de lado el plano técnico y metiéndonos en faena, es necesario discurrir sobre la calidad de los juegos que acompañan al infame artefacto. Seis juegos todos iguales, cada cual más penoso, que usan gráficos y sonido de muchos años atrás, cuya jugabilidad es exactamente la misma en todos. Honrosa excepción la de Preparen, apunten, tomates, protagonizado por ToeJam y Earl, cuyos gráficos le dan algo de colorido a este horror. De todas formas uno podría pensar que esto se corregiría más tarde cuando lanzaran títulos mejores, pero fue algo que no llegó. Tan sólo T2: The Arcade game trajo algo de calidad, y BodyCount cierra la lista con un juego en primera persona muy mejorable. Revolution X faltaría en esa minilista, pero para ser honestos, mejor que falte.
Pese a todo, Menacer podía brindar algunos momentos divertidos, por lo que la puntuación otorgada es de -4/10.
HD-DVD de X-Box 360
La guerra de formatos es brutal, encarnizada y sin cuartel. Ésta en particular se vio enturbiada por la presencia de los Fan Boys que, lejos de comparar las características técnicas de ambos formatos (HD-DVD y Blu-Ray), el precio o la viabilidad de ambos proyectos; se enzarzaron en discusiones tipo «la abuela fuma». Que si Sony siempre fracasa con sus formatos (pues todo el mundo sabe que el disquete de 3,5 pulgadas, el CD-ROM, la cinta DAT y otros tantos fueron un fracaso absoluto), que si 50 GB son una tontería o que la alta definición es un timo y prefieren el DVD…
En plena guerra, Microsoft plasmó su alegato particular al HD-DVD en este periférico para la X-Box 360. Nada particularmente mal hecho o fuera de lo común, simplemente una apuesta de futuro que permitiría a la consola competir con PlayStation 3 como reproductor de películas en alta definición y ofrecer mayor espacio para sus juegos. Pero apostar al caballo perdedor es lo que tiene, que pierdes tu inversión y te tienes que volver a casa. Pero no todo es penuria: Este aparato ha pulverizado el récord de menor número de juegos desarrollados para un soporte. Cero. Nada. 零. Zero. Nought. Nil. ноль.
En el mundo de los periféricos idiotas, unas veces se pierde y otras se pierde con dureza y dolor. Esto otorga a este periférico una puntuación de -6/10.
Roller Controller
Cuando SEGA sacó su Mega CD, la caja de pandora se abrió. Todo el mundo quería un accesorio CD-ROM, y Nintendo no era menos: Se casó con Sony, Philips y consigo misma pero dejó a todos plantados en el altar, incluso a sí misma, ya que Nintendo 64 usó cartuchos en lugar de discos ópticos. Sony entonces decidió sacar su PlayStation-X, acortada más tarde a PlayStation, haciendo su entrada triunfal en el mundo de los videojuegos. Pero algo antes que eso, Philips hizo su intento con CD-i, también con un formato oficial dentro del CD. (El de Sony se llamó CD-ROM XA, el de Philips simplemente CD-i)
Esta consola, muy acertadamente se dirigió principalmente a entornos menos lúdicos, como a cursos de idiomas o a enciclopedias electrónicas como la popular Encarta de Microsoft. No en vano pudimos reirnos de la casa neerlandesa con juegos como el Link: Faces of Evil, reducto de la colaboración con Nintendo. No es para menos, un hardware tan mediocre sólo podía dar lugar a un juego tan apestoso e infame como éste.
Pero uno de los productos estrella fue este Roller Controller, diseñado para niños con problemas de daltonismo y movilidad reducida, a imagen y semejanza del cerebro de su creador. ¿No es una monada? No, no lo es, es una cagada, al igual que el patético mando de control destrozamanos del que hacía gala el sistema. Encima, al igual que todos los aparatosos infectos de plástico que acompañaron al lanzamiento de la consola, este cacharro valía alrededor de las diez mil leandras, ahuyentando a todos los posibles compradores.
No es tanto el horrible diseño del aparato, ni los colores tan feos que ostenta, sino su gargantuesco precio y el haber sido diseñado para un sistema tan ostentoso y fracasado como el CD-i, lo que hace que esta bola de plástico reciba una puntuación de -5/10.
QJ FootPedal
Los antropólogos más prestigiosos están de acuerdo en que una de las causas más probables de la evolución de la inteligencia haya sido el simple hecho de que el homo sapiens posea un pulgar oponible. Es decir, que gracias a nuestros pulgares, nuestras manos tienen una complejidad inaudita en el reino animal, dándonos una habilidad especial para construir y utilizar herramientas.
Este destacable hecho pone de manifiesto una pregunta sin respuesta: ¿Qué ha llevado entonces a construir un mando que se maneje con los pies? Como mucho, podría usarse para que los veteranos de guerra americanos que hayan perdido algún brazo puedan disfrutar de los videojuegos, pero dado que el periférico en discordia sólo tiene tres botones y nada más, es absolutamente imposible que nadie le pueda dar un uso más allá que el de calzar la mesa o ahorcarse con su cable. Afortunadamente sólo está disponible con conexión tipo Atari, por lo que se puede usar en Master System, Mega Drive, Amiga, Commodore 64 y otros sistemas anteriores.
En definitiva, considerar «mando», «pad», o «controlador» a esta «cosa» es insultar a la naturaleza, a Darwin y ser manco de los dos brazos. -7/10.
Wii Fit
Cautivo y desarmado el ejército de SEGA, la guerra ha terminado. El absoluto vencedor en la carrera por ser el mayor fabricante de horrores ortopédicos es la veterana compañía del fontanero bigotudo y las secuelas sin fin: Nintendo. Sólo esta compañía podía permitirse lanzar algo tan absurdo y, mediante preciosas campañas de márquetin en las que abuelos de película conservados en aceite de oliva se mantienen en forma, y jóvenes americanos felices y sanos disfrutan de la vida; convencernos de que esta emocionante báscula es la aventura de tu vida.
Los orígenes de esta tabla/báscula hay que buscarlos a principios de los años ochentosos, en la consola Atari 2600. Puede que haya personas que sigan la máxima «todo tiempo pasado fue mejor», pero admitámoslo: en los videojuegos todo tiempo pasado fue peor, aunque esta máxima falla al intentar aplicarla a los patosos inventos de la Wii. El caso es que el antecedente de este artefacto está en el Joyboard, que al menos tenía el glamour de la caspa de los años 80.
Volviendo al nintendero elemento, el principal atractivo del mismo dice ser el poder controlar tu peso periódicamente como una báscula, pero lejos de costar como una te costará 90 eurazos. Pero Nintendo no es nada tonta, no: A pesar de que el jugador medio no se preocupa demasiado por su peso y no parece que vaya a gastar ese dinero en pesarse, su estratagema no va por ahí: ¿quiénes son los mayores timoratos en la compra de videojuegos? Los padres que compran regalos a sus hijos. ¿Por extensión? Los padres que compran juegos para sí mismos en un intento por ser modernos.
Tenemos la ley vigente en esta generación de videojuegos: No porque venda mucho significa que sea un buen producto. Si encima el comprador medio es un pureta, más aún. -8/10.
ASCII Sphere 360
Si los 80 fueron la época dorada en lo que a artilugios locos se refiere, la época de plata podría ser perfectamente desde mediados hasta finales de los 90, coincidiendo con la cúspide de la mítica PlayStation original. El NegCon, las alfombrillas de baile, cientos de pistolas, un sinfín de joysticks de peculiares formas y tamaños, pero… nada ni remotamente tan extraño como esto.
Junto al forzudo levantador de pesas, el payaso que se dispara en el cañón, la mujer barbuda y el pan que habla, existe un puesto de honor en el circo para este periférico lanzado por ASCII con carácter de artículo de lujo. Más que nada porque costaba nada menos que 13 lechugas, casi 80 euros al cambio actual sin tener en cuenta la tremenda inflación. El mando en sí no parece tener lujo alguno, así que para justificar su precio creemos que estaba construido con los mismos materiales que el transbordador espacial.
Ahora fijémonos en ese elemento que lo hace único. ¿Alguien sabría decirnos qué demonios hace esa pelota negra en lo alto del mando? Se supone que sustituye a las dos setas del Dual Shock, pero a juzgar por el número de juegos que soportaban esta calamidad con botones (dos, el gran MDK y el pasable Forsaken) no lo consiguió. Los juegos pueden volverse frustrantes, pero gastarse 13.000 pelas en esta oda al mal gusto por tener una pelota antiestrés encima… no serviría sino para suicidarse posteriormente. (¿O es una bocina?)
En definitiva, más que un periférico inútil, una locura demasiado cara. Horrenda, infecta… y me gusta. -4/10.
Palabras finales del autor
Este artículo es de broma y bla bla bla. En serio, ¿es necesario que ponga esto? Los que se ofenden lo harán aunque bese sus pies, y a los que les hace gracia les hará aunque mencione a sus parientes. El personal hará sus comentarios, quejas y escupitajos; lamentándose y afirmando que el autor es un gordo cabrón amargado. Déjenme decirles algo: de amargado no tengo absolutamente nada. Basándome en estos y otras bilis expulsadas por la boca y tecleadas, haré posteriores alegaciones en forma de edición de este artículo, más que nada para que el fuego no se apague. Pese a todo, pido perdón por adelantado, y declaro que este artículo no lo he escrito yo, me lo ha escrito un negro.
Esta foto no tiene absolutamente nada que ver. Me permito ponerla en aras de hacer el artículo un poco más absurdo.
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