La ergonomía del mando.
Al hablar sobre videojuegos podemos discutir si se trata todo aquello que está introducido dentro de los parámetros programados en líneas de código. O quizás algunos más bien aventurados defiendan que la concepción del videojuego es la mezcla de aspectos tales como el argumento, los gráficos, la jugabilidad y el sonido de éstos.
Podríamos diferir e incluso estar horas debatiendo qué es lo que compone este arte que tanto amamos, la realidad es que todos tendríamos parte de razón y muy seguramente podríamos extraer bastantes conclusiones de dicha contienda. Pero hoy no me gustaría proponer este tipo de debate, puesto que quizás la red ya está plagada de foros donde pueden dar rienda suelta a nuestras teorías más bizarras.
El videojuego ha sido algo que ha ido evolucionando durante el trascurso de los años, de tal forma que muchos de los que antes criticaban esta forma de ocio por no entenderla, se descubren a ellos mismos con una consola entre las manos y disfrutando de momentos de pura diversión. Quizás el sector ha crecido hasta tal punto, que hasta los más grandes se han despojado de ciertos clichés y de forma desenfadada se atreven a esto de las “odiosas maquinitas”.
¿Pero cual ha sido el punto de inflexión? ¿Cuál es el motivo real de dicho acceso? Pues, entre muchos otros factores, cabe destacar el gran cambio que han sufrido los mandos para facilitar el acceso a dicho mundo al gran público. El mejor ejemplo lo tenemos sin duda en un compañía como Nintendo que desde la expansión de Nintendo DS ha ido creciendo ofreciendo a todos los usuarios formas más simples de acceso al ocio.
El lápiz para la pantalla táctil fue el primer paso hacia una forma de entender el ocio, lejos de un mando tipificado y con muchos botones. La apuesta de la compañía blanca ha podido ser muy discutida, seguramente muchos la señalaran como la gran culpable de lo que se conoce como “revolución casual” pero ha calado en la sociedad y nadie discute hoy en día que la hegemonia de la consola blanca de Mario en las casas ha superado con creces a sus rivales.
Hace unos 6 años, recuerdo que la ergonomía que ofrecía el mando era el gran caballo ganador que presentaban compañías como Microsoft. Desde la era de la SuperNintendo se ha ido discutiendo la comodidad de dicho accesorio hasta hoy en día imprescindible para poder darse un lucro al cuerpo. Pero, ¿será tan necesario el día de mañana? No hablo de la desaparición del mando, pero si cabe recordar que Sony por ejemplo ha pasado de no innovar en su mando – exceptuando el concepto Sixasis – para darle otro sentido al juego con Move.
Microsoft por su parte va un poco más allá y llevados un poco por la tendencia Minority Report ha creado un sistema que aún muestra muchos puntos negros para ser considerado apto para el público que abastece su consola. Es por tanto Wii, la impulsora de dicha moda o simplemente fue la que entendió que el mercado tal y como estaba era un callejón sin salida.
¿Ergonomía o accesibilidad? Muchos consideran la primera la crucial para disfrutar de una experiencia completa con sus consolas. De hecho, cuesta imaginar un futuro sin mando, incluso la ambiciosa Nintendo o la suspicaz Sony han incluido un objeto vehicular. El Move parece la evolución del Wii Mando que a su vez presenta en su Revolution – el Wii mando más el Motion Plus – la apuesta por la que Nintendo quiere seguir en la cúspide.
¿Pero donde quedan los juegos? En esta guerra, pues en ningún lugar y en todos ellos. Falta por ver si la comodidad de juego que ofrece Kinect es lo suficientemente gratificante como para olvidarnos de “machar botoncitos” o si realmente Move combina con juegos como God of War o Uncharted. Wii por el contrario seguirá realizando aquello que crea conveniente pues pese a quien le pese el tiempo le ha dado la razón y los números ha hecho que la compañía sea la que más halla facturado en esta generación.
¿Que la calidad de sus juegos es más bien ínfima? ¿Y qué? Nintendo estaba muerta, todos la tenían como aquella compañía nostálgica que ofreció el Cerebro de la Bestia y que jamás pudo con la era Playstation. Con la Wii dio un golpe en la mesa y presentó un nuevo concepto de juego con un mando sencillo, fácil de conceptualizar y sobre todo muy atractivo para todo tipos de público.
No, no es una defensa del mando de Wii por encima de los otros, de hecho sigo pensando que Nintendo apostó por ofrecer algo diferente pero sin escuchar a los jugadores de toda la vida – aquellos que le dieron la espalda más de una vez – y por ello las demás compañías se han subido al carro de éste invento llamado “sensor de movimiento”.
Veremos que pasa, no quiero ni imaginar la cantidad de gadgets que se van a ir vendiendo para poder “complementar” las experiencias de juego. Eso sí, siempre pensaré que el mando ha sido una de las mejores formas de acceso al videojuego y que su evolución natural no era la del movimiento. Quizás Sixasis no planteaba un mal planteamiento, quizás deberían haber apostado por revolucionar el mando en otro sentido.
Pero, ¿que queremos? ¿Más botones o mejores funciones? ¿Mejor ubicación de estos o exclusión de algunos? ¿Mando o movimiento? ¿Ergonomía o extinción? Muchas preguntas, pocas respuesta y hasta que las compañías no suelten lastre y empiecen a enseñar como será la próxima generación tendremos todas estas dudas en la cabeza. Quizás la respuesta la tendremos al ver como reacciona el público ante la presencia de éste nuevo concepto de juego. ¿Y vosotros que opináis?
Deja tu huella
Crea tu avatar