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Los hoverboards parecían hace poco los vehículos del futuro, y se han pegado un castañazo importante estas Navidades por sus problemas de seguridad y por su tendencia a la ignición espontánea, pero hay que reconocer que bien preparados como complemento para un disfraz de Goku son la caña… al mismo tiempo que un peligro como éste que se paseaba por las calles de Taipei. Esperemos que esta nube Kinto no arda en llamas.
Vía: Kotaku
A finales de este año tendremos película de Assassin’s Creed, con un reparto de lujo, un director prometedor y una puesta en escena que parece será a lo grande. Ingredientes que incitan a pensar que de aquí podría salir algo bueno. Sin embargo, la casi mítica maldición de las películas basadas en videojuegos parece querer indicarnos que más nos vale no tener esperanzas, que esta película será otro triste batacazo y una nueva demostración de que la relación videojuegos-cine solo funciona bien en un sentido.
Hoy enviar a un niño por correo postal nos parecería una verdadera aberración, y nos llevamos las manos a la cabeza cuando vemos en un telediario cosas como un padre intentando colar a su hijo como equipaje en un avión. Sin embargo, en la década de 1910 en Estados Unidos se llegó a emplear el servicio postal para enviar niños, aunque ello no levantó una especial polémica (en parte porque no iban metidos en cajas, claro).