Últimas Entradas
Hace un tiempo que quería hacer una reseña de cierto libro, uno que encontré de casualidad. Antes de que me pusiera a ello, encontré otro de la misma editorial y finalmente otro y he de decir que es la primera vez que identifico a un sello editorial como sinónimo de calidad. Y es que esto es lo que me ocurre actualmente cuando veo el logo de “Héroes de papel”.
Mi relación con esta editorial es curiosa, porque sus libros parecen abalanzarse sobre mí cuando me encuentro deambulando por alguna tienda cercana a la estación de tren (viajo bastante por mi trabajo, cada vez a un lugar distinto) mientras espero a que salga el mío. Es como si fueran los libros los que me eligen a mí en vez de al revés, pues cuando los veo nunca he oído hablar antes de ellos, pero es verlos y sentir la necesidad improrrogable de comprarlos. Y cada vez me pasa más, pues como ya he dicho, hasta ahora no me han decepcionado.
Dejando a un lado mis neuras, mejor paso a hablar de los libros en sí, siguiendo el orden en que los encontré. Empezaré hoy pues por el primero, dejando los otros para futuras reseñas.
El videojuego a través de David Cage, por José Altozano
¿Quién es David Cage? No tenía ni idea, lo cual dice mucho de mis carencias en cuanto a conocimiento del medio videojueguil. Pero el título prometía un texto interesante y la verdad sea dicha, su presentación con aquella portada me encandiló. Si hacía falta algo más para venderme el libro, ver el nombre del autor me acabó de convencer: «José Altozano Dayo». ¿Dayo? ¿Ese Dayo?
Vaya, que cogí el libro de la estantería, pasé por caja y me dirigí presto a la cafetería al lado de la tienda para sentarme y empezar la lectura ipso-facto. He de decir que no me decepcionó y es que en buena parte sabía que esperar. Me explico, justo por aquel entonces dio la casualidad que había empezado a ver los vídeos de Dayoscript en Youtube. La plataforma había estado recomendándomelos desde hacía tiempo, pero yo los había ignorado por algún motivo. Quizás las imágenes miniatura no me prometían suficiente o estaba saturado de críticas sobre videojuegos que no van a ninguna parte, no sé. La cuestión es que por algún motivo que ya no recuerdo vi uno y el resto es historia. Concretamente, la historia de un tipo enganchadísimo a ver todos los vídeos que este señor había ido publicando en la plataforma desde ya hace años. Si no habéis visto ninguno, echadles un ojo.
La cuestión es que cuando tomé el libro entre mis manos, sabía más o menos qué me iba a encontrar y no me decepcionó, más bien todo lo contrario. Críticas a juegos, pero en este caso críticas también al autor. Resulta que sí conocía a David Cage, o al menos a su obra, y fue un placer profundizar en ella como solo Dayo sabe hacer. Análisis profundos hay muchos, algunos más técnicos, otros más subjetivos, de todas las formas y colores. Pero los que hace el señor José son, por algún motivo, muy especiales para mí (y según me consta, para muchos otros).
No solo es que sepa siempre de lo que está hablando, es que además es una de esas personas a las que (creo que) les gusta el trabajo bien hecho, así que el producto resultante siempre es de calidad. Pero… críticos así debe haber muchos ¿no? Bien, falta un ingrediente que lo haga único y este sería la absoluta reverencia realista que Dayo parece poseer por los videojuegos como medio.
Y digo reverencia realista porque no es que los ponga en un altar y le parezcan maravillosos en general, ni que demuestre un conocimiento enciclopédico que refleje la pasión que siente por ellos, no. Más bien es que muestra su confianza en que el medio en sí es capaz de ofrecer productos/obras de extrema calidad. Obras que nos hablen acerca de temas profundos, títulos distintos, con capacidad para hacerte disfrutar de formas nunca antes vistas, en constante evolución. Igualmente, sabe darle el valor a cada juego por encima de sus propios gustos, entendiendo cuando un juego solo busca ser divertido y lo hace bien, y cuando pretende algo más, discerniendo el valor de uno y otro, que no es más ni menos, siendo importantes a su manera.
Quizás por ello mismo cuando se topa con un juego de calidad, sientes el amor que siente él no solo por el propio juego, sino también por todo lo que implica, por lo que lo hace especial y lo que quiere ofrecer a sus jugadores. Igualmente, esta visión que busca lo mejor del medio, hace que cuando encuentra un título que plantea buenas ideas pero se queda a medio gas o uno que directamente no tiene valor por no ofrecer nada interesante, innovador, divertido o trascendente, sea capaz de decirlo sin tapujos. Cuando esto sucede, veo un crítico de verdad, alguien que dice “Nos merecemos más. El mundo de los videojuegos se merece más”.
En resumen, así fue como me terminé viendo hasta el último vídeo de DayoScript, tanto de su canal como sus colaboraciones en otros lares. De hecho creo que fue el otro día, viendo el AMA que le hicieron en el canal de Vodafone Esports, cuando mencionó su libro y me vino a la cabeza todo esto. Había dejado ya de lado la reseña porque “Ya hace tiempo que salió, quién tenía que lerselo ya se lo habrá leído”, pero como bien decía él en (creo) dicha entrevista, “nunca viene mal promocionar el libro”. Y es verdad, siempre viene bien dar a conocer aquello que nos gusta.
Como decía, si habéis visto alguno de sus vídeos, sabéis más o menos que esperar, si bien no es exactamente lo mismo. Los vídeos son cosa de Dayo, mientras que el libro es obra de José Altozano, que también escribe en Eurogamer. No es lo mismo, pero podéis tomaros sus textos allí como una demo del libro.
Uno nunca se expresa igual al hablar que al escribir y eso se tiene que notar por algún lado. Pero en todo caso estoy seguro que si os gusta Dayo, os encantará el libro. No hace falta siquiera que os interese la obra de David Cage (a mí no me interesaba), pues no deja de ser más que una mera excusa para hablar sobre los videojuegos en general, sobre lo que representan y lo que se puede esperar de ellos como medio, como arte, como bien cultural y, por qué no, como producto.
Resulta curioso ya que me da la sensación de haber escuchado a Dayo decir varias veces que en ocasiones tiene miedo de no decir nada nuevo, de estar limitándose a copiar o repetir lo que ya han dicho otros, de hacer inconscientemente un pastiche de sus autores de referencia. En suma, de no ser relevante como crítico. Quizás es precisamente por ese mismo miedo que no es solo crítico con los juegos, sino también con él mismo. Por eso resulta curioso, porque es en sus vídeos y textos, inclusive su libro, donde veo una de las visiones más frescas que ofrece el, llamémosle, periodismo de videojuegos actual.
Guiado por él he podido contemplar la obra de Cage con una nueva mirada, pero no solo eso, no. Como he dicho, la obra de Cage me parece moderadamente interesante (aquí se habla de cuatro de sus títulos: Omikron: The Nomad Soul, Fahrenheit Indigo Prophecy, Heavy Rain y Beyond: two souls), pero no suficiente como para jugarla (tengo una larguísima lista de títulos por jugar a los que les tengo muchas más ganas y escaso tiempo, sorry Deivid), pero además esta nueva visión me ha servido para contemplar los juegos que me interesan más desde un nuevo enfoque, descubriendo en ellos detalles, intenciones, ideas, errores y virtudes que jamás antes había detectado.
Por todo ello, si os gusta leer, si os gustan los videojuegos, dadle una oportunidad porque creo que os gustará. Eso sí, si como yo estáis medio chiflados preparaos para escuchar todo el rato la voz de Dayo en vuestra cabeza.
http://www.heroesdepapel.es/producto/el-videojuego-a-traves-de-david-cage-origami/
Lo tenéis en Amazon, Casa del Libro y en montón de sitios más.
Alex Kidd in Miracle World es posiblemente el juego más mítico de la consola Master System de SEGA, y para muchos de los que tenemos treinta y pico años una de nuestras primeras experiencias en el mundo de los videojuegos (personalmente fue mi primer juego). Pero resulta que el bueno de Alex Kidd fue un personaje creado como un parche para un juego que estaba concebido de otra manera, y es que, como ha confirmado su creador, Kotaro Hayashida, Alex Kidd in Miracle World iba a ser un juego de Dragon Ball, y por tanto su protagonista iba a ser Goku.
Esto era un rumor que circulaba por la red desde hace tiempo, pero hasta ahora nunca había sido corroborado por el creador del juego. Según sus propias palabras «SEGA estaba planeando hacer un videojuego de Dragon Ball, y durante muchos tiempo parecía que iba a buen puerto. ¡Supongo que ha pasado el tiempo suficiente para que pueda confirmar esto sin meterme en ningún lío!», explicó. «El proyecto comenzó como un videojuego de Dragon Ball, y no como un título que compitiese contra Super Mario Bros. Pero pronto se nos anunció que no teníamos los derechos de la obra de Toriyama y tuvimos que cambiarlo todo, añadiendo nuestras propias ideas al juego».
Según Hayashida, uno de los ataques fundamentales de Goku era el que hacía con su bastón, y la animación que de eso se derivaba fue la que terminaron por convertir en el famoso puñetazo. El problema con la licencia fue el causante del cambio de rumbo, y aunque querían hacer un plataformas al estilo de Super Mario Bros. (que se había estrenado en 1985, un año antes de que saliera Alex Kidd) intentaron buscar maneras de diferenciarse del mismo y de tener una personalidad propia. Al final lo consiguieron, y Alex Kidd se convirtió en todo un emblema de la Master System.
Me han robado el ordenador, bastante dinero y otros objetos por un valor superior a 3000€, además de dos meses de trabajo que, por culpa de una actualización del sistema, no se me sincronizaron en la nube. Y sé quién lo ha hecho. Lo sé porque tengo un vídeo en el que sale del albergue con mi mochila. Sé cómo se llama, qué día nació, el nombre de sus padres, la dirección en la que vive, tengo enlaces a sus redes sociales, la localización de mi portátil en su casa, etc. Él, como yo, es europeo, pero la policía ya me ha confirmado que no va a hacer absolutamente nada al respecto, a pesar de darle todo lo que necesitarían.
El ladrón se llama ONUŢU ILIE CĂTĂLIN, es hijo de Silviu y Elena. Nació el 13/01/1985 en Vaslui y está domiciliado en Iaşi (Rumanía), en la calle Ciurchi street, no. 119-B bloque D-3, et. 4, apt. 4.