Front Mission
La historia de la saga Front Mission es uno de los casos de mayor marginación hacia Europa y América por parte de una compañía japonesa. Si bien ya sabemos que el género de los JRPG y el rol táctico es difícil de ver en nuestros territorios, el caso de Front mission es mucho más alarmante, llegando hasta aquí solo uno de los juegos de la saga, el Front mission 3, de la casi decena de títulos hay en total.
El primer capítulo de la saga no salió en su día tampoco de Japón, y pasaron 12 años hasta que llegó a América en forma de port para Nintendo DS, pero en Europa no se ha visto todavía de manera oficial. Aun así, estos problemas no me han impedido poder jugar a este juego de la última era de SNES, y fundador de esta longeva saga.
Front missión nos sitúa en un mundo futuro donde en una isla llamada “Huffman Island”, la USN y la OCU (dos superpotencias) se encuentran en continuas tensiones bajo un frágil tratado de paz. Este tratado se rompe cuando una unidad de la OCU, liderada por Royd (Lloyd fuera de Japón), el protagonista del juego, es descubierta inspeccionando unas instalaciones de la USN. Estos hechos hacen que la guerra se declare entre ambos países, y la isla Huffman sea el campo de batalla.
Los “Wanzers“ son la firma de la saga, la principal imagen del juego y son personalizables al 100%, pudiendo cambiar sus brazos, piernas, cuerpo, la CPU o el pack trasero, cada uno con distintas aplicaciones. Podemos también montar armas de mano y de hombro. Las armas de mano suelen ser rifles, bazookas, ametralladoras, y en general, armas de corto y medio alcance. Los de hombro son en su mayoría lanzamisiles de largo alcance o escudos para protegerse.
El juego se desarrolla en una vista aérea isométrica donde tendremos una visión completa de el campo de batalla y las unidades enemigas. El desarrollo va por turnos, primero moviendo todas nuestras unidades y luego las enemigas. Dependiendo de nuestro Wanzer y el terreno, podremos movernos un determinado número de casillas.
A la hora de entablar combate, podremos dañar (o ser dañados) en 3 partes distintas del Wanzer, Cuerpo, brazos y piernas. Si nos destruyen las piernas, nuestro Wanzer se moverá muy lentamente en el campo de batalla. Si rompen un brazo (o los dos), no podremos usar sus armas, y si destruyen el cuerpo nuestro Wanzer es destruido automáticamente. Hay que tener en cuenta que aunque tengamos los brazos y las piernas intactas, si destruyen el cuerpo de algún Wanzer, significa el abandono automático de esa unidad. Y a la hora de atacar, no sabremos si le daremos al cuerpo, los brazos o las piernas, es aleatorio, excepto cuando los personajes hayan evolucionado varios niveles y consigan habilidades especiales.
En aspectos gráficos, el juego luce fantásticamente en SNES, con escenarios variados, normalmente declinándose a bosques y urbes, y un diseño de Wanzers muy bueno, ya que la personalización de las piezas, no solo era en los atributos, también estéticos, y cada pieza era diferente a la anterior.
En efectos visuales tampoco va mal servido, con distintas explosiones (determinadas por la potencia de cada arma), efectos de luces y animaciones correctas. Otro detalle son los menús, ya que será con lo que manejaremos casi el 100% del juego, es en cierto modo importante. Son de un diseño gris sobrio, y un formato de letra legible (en su idioma correspondiente), cómodos, aunque les falta alguna opción, por ejemplo el poder ordenar los objetos del inventario.
Sonoramente tampoco se le puede hacer ascos, la banda sonora es variada y acorde con el clima tenso de las batallas, aunque eso sí, con las misiones más largas puede volverse un poco machacona. Los efectos sonoros también son muy correctos, en las distintas armas o explosiones, variando dependiendo de la potencia de estos.
Jugablemente es un juego que recordará a títulos como Fire emblem o Advance Wars, incluso gráficamente, pero también por su jugabilidad, donde la estrategia cuenta mucho, pero también poder reclutar a miembros para nuestro pelotón que iremos encontrando por el camino.
El juego tiene una duración bastante alta, a pesar de que no contamos con apenas sub-tramas ni otras misiones alternativas más que el coliseo, un lugar donde podremos luchar a cambio de dinero. Por otro lado, la dificultad se muestra progresiva pero lo suficientemente sencillo como para que no nos atasquemos, lo que convierte al título en un buen juego para iniciarse.
En conclusión, Front mission fue un título que atesoraba calidad. Por algo estaba desarrollado por la gran Squaresoft creadora en aquella época de juegazos como FF VI o Chrono Trigger. No se puede decir que fuese una obra maestra, pues a pesar de ser muy bueno en todo lo que ofrecía, faltaban algunas cosas, quizás más misiones alternativas, o un poco mas de variedad y opciones. Aun así se trata del primer título de la saga de Mechs de Square, un eslabón perdido para los europeos, que solo podemos disfrutar del juego mediante importación o emulación, pero aún así merece la pena.
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