Erotismo como reclamo
Como en otros sectores, en los videojuegos se ha utilizado y se utiliza el erotismo como un reclamo para obtener más notoriedad e incrementar las ventas.
En los principios de este mundillo, el erotismo apenas era utilizado (aquí no hablo de los videojuegos estrictamente eróticos), sino que se buscaba tener un producto de calidad, sin poder dar mucha importancia a las curvas de nuestro personaje. Ahí está el ejemplo del primer Metroid, que hasta el final de la aventura no se desvelaba que el personaje era una mujer (la cosa ha ido cambiando bastante en entregas posteriores). Es cierto que en algunas portadas resultaba un método muy socorrido para captar al público, pero en el propio juego las limitaciones técnicas no lo hacían tan fácil.
Fue especialmente a partir del recordado Tomb Raider y sus pechos desproporcionados un 150%, cuando se abrió la veda. A partir de este momento, se empezaron a incorporar tanto personajes masculinos como femeninos con cuerpos de infarto y de toma pan y moja, en ocasiones dando la impresión de que no se buscaba más que el aprovechar la carga erótica como estrategia de marketing.
La cosa se ha prodigado más en unos géneros que en otros, siendo un claro exponente los videojuegos de lucha, que han presentado unas anatomías, especialmente pectorales, dignas de cirugía de la buena, además de unos cuerpos de infarto. ¿Que sería de Soul Calibur sin personajes como Ivy, Taki y demás elenco (y de propina un editor que permitía aumentar todavía más el tamaño de los pechos)? ¿O de Dead or Alive sin sus personajes femeninos?
El gran problema es que se utilicen estos reclamos y detrás no haya un producto de calidad. Vamos, que se convierta el videojuego en una galería de tetas, paquetes y tabletas de chocolate sin sentido. Sonados son casos de varias franquicias que empezaron teniendo cierta calidad con una cantidad de tetas por pantalla aceptable, pero que se han echado a perder por la inversión de la ecuación en posteriores entregas.
Por otro lado, hay casos que realmente fueron bien llevados, por ejemplo el primer Tomb Raider o Bayonetta. Si nos paramos a pensar en este segundo, es un videojuego de una factura notable, con un personaje principal con pinta de bibliotecaria cachonda con gafas (cliché, donde?), chicas, sexo, acción a raudales, balas y miles de gestos y posturas insinuantes a la vez que efectivas para acabar con nuestros enemigos. En este caso, todo el paquete encaja a la perfección.
Ojo a los segundos entre el 0:30 y 0:35
Desafortunadamente, incluir a personajes que harían enloquecer a cualquier adolescente no asegura ni la calidad ni el éxito de una franquicia, aunque en las primeras incursiones sí que nos la metieron doblada. Pero como el consumidor no es tonto, hemos aprendido de nuestros errores y ahora estos reclamos ya no parecen suficientes para decantarnos por una compra.
Mis disculpas a nuestro público femenino por haber utilizado mujeres para ilustrar la entrada, pero es evidente que, con un público de esos tipos de videojuegos mayoritariamente masculino, son las chicas las más explotadas. Pero bueno, siempre podemos compensarlo con alguno de los típicos guaperas que también pueblan montones de juegos.
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¿Cómo veis el tema? ¿Creéis que las cosas han cambiado con respecto a unos años atrás? ¿Funcionan peor hoy en día ese tipo de reclamos o siguen siendo eficaces?
Mientras reflexionáis sobre todo ello, nada mejor que echarnos unas risas con las Escenas sexuales no buscadas en los videojuegos I y su segunda parte, porque el erotismo no siempre es buscado…
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