Epson Extreme Gaming
La gente de Epson celebró el pasado día 1 de diciembre el evento Extreme Gaming en Shoko (una sala de ambientación y estilo japonés ubicada en el centro de Madrid a la que ya había acudido en otra ocasión a la presentación del juego Ninja Gaiden II) para mostrar en público algunos de los proyectores que ellos creen que pueden resultar interesantes para los aficionados a los videojuegos.
Nada más entrar en el recinto me encontré con varias videoconsolas conectadas a diferentes tipos de proyectores y allí me dijeron que lo único que tenía que hacer era jugar, y como el único puesto que estaba libre era el del FIFA, pues me puse a jugar un partidillo.
Tras ganar el partido y degustar un par de canapés, me fui a la zona del Kinect donde acabé perdiendo a todos los deportes a los que jugamos (boxeo, voley, bolos…. Creo que soy el peor jugador «casual» del mundo.
Debo confesar que me resultó entretenido el periférico de Microsoft el cual, hasta ese momento, no lo había podido probar. De todas formas, me parece un poco impreciso. Sé que lo que proponen es arriesgado, revolucionario y comercial: el jugar sin cables, utilizando el propio cuerpo como mando, pero tal vez es preferible sujetar algo en la mano y apretar botones (Wii & PS3) para poder jugar a juegos con mayor precisión y algo más complejos.
El Rock Band, colocado en medio de la sala, era el juego que tenía la pantalla más grande y a su vez, la mayor afluencia de jugadores, con perdón de un impresionante simulador de Formula 1 cedido por Simtech Pro y firmado por Fernando Alonso.
Nunca he sido un fanático de los simuladores pero tengo un método infalible para saber si son buenos. Consiste en medir el número de veces que me salgo de la carretera, cuantas más veces lo haga, mejor es el simulador.
La gente de Epson también nos avisó para una pequeña charla sobre las características de sus proyectores, bajo el lema de que el «tamaño importa». Los modelos que presentaban eran los siguientes:
Para promocionarlos, han creado un vídeo viral bastante divertido protagonizado por el «Extreme Gamer«, un tipo disfrazado de soldado que va andando por ahí con una PS3 a la espalda y un proyector colgado para poder jugar en las fachadas de los edificios y en un montón de lugares.
Pero… ¿realmente el tamaño importa? Personalmente prefiero jugar en una pantalla cuanto más grande mejor, aunque se sacrifique algo de calidad, y la ventaja fundamental de los proyectores es precisamente el menor precio por pulgada. Pero dado el tamaño actual de televisores, para que este menor precio por pulgada compense hay que subir por encima de las 40″. ¿Tu qué prefieres? ¿Televisión, proyector o las dos cosas?
Deja tu huella
Crea tu avatar