Dragon Ball Z: La Resurrección de «F» (Dragon Ball Z: Fukkatsu no F)
Sinopsis: Un miembro del ejército de Freeza utiliza las Bolas del Dragón para resucitar a su Emperador. Freeza decide volver meses más tarde a la Tierra para vengarse de aquellos que acabaron con su vida en su última visita al planeta azul. Piccolo, Gohan y el resto de guerreros Z harán frente al ejército de Freeza mientras aguardan la vuelta de Goku y Vegeta que se encuentran entrenando junto a Bills y Lord Whis.
Nacionalidad: Japón
Año: 2015
Duración: 93 minutos
Director: Tadayoshi Yamamuro
Productora: Toei Animation
Guión: Akira Toriyama
Fotografía: Yousuke Motoki
Música: Norihito Sumitomo
Crítica: Es una secuela de Dragon Ball Z: La batalla de los Dioses a todos los niveles. Prácticamente cogemos la historia donde la dejamos con Goku aprovechando la nueva amistad con Wiss, el asistente de Bills, el Dios de la Destrucción, para que lo entrene y seguir mejorando. Y por supuesto acompañado de un Vegeta que no se quiere quedar lejos de su némesis una vez más.
La gran duda que me surgía antes de ver esta película era como resolverían el espacio de tiempo en el que Goku ha seguido mejorando mientras que Freeza estaba muerto. Sobre todo cuando nos muestran el infierno particular que hasta ese momento estaba «sufriendo» Freeza durante estos años. La respuesta incomodará a algunos y seguramente será rechazada por los más puristas, pero cualquier excusa es buena para traer de vuelta al villano más emblemático de Dragon Ball Z.
La estructura de Dragon Ball Z: La resurrección de F es similar a las películas de Dragon Ball Z de los 90. Un primer acto donde una nueva o antigua amenaza se cierne sobre la Tierra. Un segundo acto con los amigos de Goku peleando contra las segundas espadas de esta amenaza mientras esperan la llegada del protagonista. Y finalmente, un tercer acto con el enfrentamiento entre protagonista y villano. Clásico pero efectivo a pesar de todo y seguramente más trabajado que aquellas películas.
Tenemos de nuevo a una parte importante de la plantilla de Dragon Ball Z de vuelta. Es cierto que no están todos y que falta algún componente importante que se echa de menos en la batalla, pero es lo que tiene el paso de los años. Dragon Ball tiene tantos personajes que es lógico que se haga una elección para una película de hora y media. Otro punto que seguramente generará polémica serán estas ausencias obligadas.
Quien no falta en esta película y que me hace especial ilusión es Jaco, el Patrullero Galáctico. Para quien no conozca a Jaco aconsejarle que compre el manga que se vendió como la precuela de Dragon Ball. Una simple ayuda de marketing cuando lo interesante era el personaje y no el reclamo de leer que pasó en la Tierra antes de que llegase Goku o de conocer a la hermana mayor de Bulma. Jaco hace su primera aparición en pantalla y espero que sea un fijo a partir de ahora.
Hay un sector del público que se quejaba del exceso de humor y la poca acción que había en La batalla de los Dioses. Si bien es cierto que aquí el humor sigue siendo un componente importante, el ingrediente principal de esta entrega es la acción. Acción con momentos culminantes como la batalla de los guerreros Z frente al ejército de Freeza, peleas muy características de este anime y con sello propio.
Siempre es agradable volver a ver una nueva película de Dragon Ball Z a pesar de las similitudes entre las antiguas y esta. El efecto nostalgia será muy efectivo y si en la anterior ocasión funcionaba con la comedia esta vez funcionará con la acción.
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