Datach: Kamehames y códigos de barras
El ‘Barcode battling‘ (batallas mediante códigos de barras) siempre me ha parecido un curioso fenómeno en la industria del entretenimiento, además de estar estrechamente vinculado al mundo de los videojuegos. En 1991 aparecía en Japón el primer y genuino Barcode Battler, creado por Epoch (éste no es el que llegó a España, era una primera versión algo más simple que sólo salió en el país nipón). ¿Os acordáis de cómo funcionaba este curioso aparato que se comercializó en nuestro país a principios de los 90′? La máquina en cuestión tenía la forma de una consola portátil, con una pantalla LCD y una ranura con un lector de códigos de barras o barcodes. El pack inicial venía con una serie de cartas, cada una con un código de barras distinto, con las que podíamos crear a nuestro guerrero particular y luchar contra otros oponentes. Ganaba el que mejores estadísticas tenía, aplicándolas a un algoritmo que decidía el ganador de cada round. Incluso podíamos experimentar pasando por el lector códigos de barras de un producto cualquiera, algunas veces creando inesperados guerreros invencibles -aunque esta característica era poco útil en nuestro país-. No todos los códigos de barras eran guerreros; también podían ser ayudas o power-ups.
El BB no fue demasiado popular por estos lares, y es que en 1992 el público no estaba lo suficientemente preparado y al jugón de a pie le parecía algo aburrido. En Japón, en cambio, fue una auténtica fiebre que no tardó en expandirse al mundo de los videojuegos. Bandai, el gigante juguetero japonés, no tardó en idear un add-on para las consolas del momento (Famicom y más tarde Super Famicom). Crearon, en 1993, el Datach Joint Rom System, un periférico para la Famicom que tenía un lector de tarjetas además de una entrada propia para cartuchos, puesto que usaba un tipo de cartucho distinto al habitual. El aparato en cuestión era comercializado junto al juego que se hizo más famoso de los que salieron; el Dragon Ball Z: Gekitö Tenkaichi Budokai. Este juego contenía 40 tarjetas estilo Carddass, con imágenes de la serie, con las que creábamos a nuestro protagonista y lo hacíamos luchar en un torneo de artes marciales al más puro estilo Dragon Ball. El cartucho del juego era más o menos la mitad de pequeño que uno normal y se insertaba directamente en el Datach. Los gráficos del juego eran muy similares a los otros juegos de DB disponibles para Famicom y desgraciadamente no puedo explicaros los detalles del sistema de juego puesto que está en perfecto japonés, aunque básicamente funcionaba como el BB original.
Fueron lanzados 6 juegos más para el Datach, muchos de ellos basados en famosas licencias, como Ultraman Club: Spokon Fight!, SD Gundam: Gundam Wars, Crayon Shin-Chan: Orato Poi Poi, Yü Yü Hakusho: Bakutö Ankoku Bujutsue, Battle Rush: Build Up Robot Tournament (lucha entre robots) y J-League: Super Top Players (fútbol). Este sistema en particular, tuvo el éxito suficiente como para que una compañía occidental como Codemasters intentara lanzar algo parecido en Norteamérica, el Aladdin Deck Enhancer -no tiene nada que ver con el personaje de la factoría Disney-, muy parecido al Datach pero sin el lector de barcodes (la idea principal era comercializar cartuchitos exclusivos para este aparatejo).
Siguiendo con el tema de los barcodes, en Japón siguió la fiebre y aparecieron otros tipos de Barcode Battler, como el Dragon Ball Z: Super Barcode Wars, lanzado también por Epoch. Se trataba de una especie de handheld similar al BB original pero basada en el universo creado por Toriyama. Contenía una serie de tarjetas, un tablero y unas figuras de plástico (que servían de ‘fichas’ para los jugadores). Este BB fusionaba el concepto de los barcodes con el tradicional juego de tablero. También apareció otro juego electrónico portátil muy similar de la mano de Bandai, también basado en Dragon Ball, dentro de su línea LSI (al estilo Game & Watch), con lector de tarjetas y tablero.
Aunque el tema de los lectores de códigos de barras parece algo completamente desfasado y retro, parece que en los últimos tiempos ha resurgido de sus cenizas. Un claro ejemplo es el Nintendo e-Reader, un add-on para Game Boy Advance que vio la luz en 2002 en Japón y más tarde también en los Estados Unidos. Se trataba de un pequeño periférico con un escáner LED capaz de leer la información contenida en las e-Reader cards, tarjetas de cartón que contenían ítems desbloqueables y secretos para los juegos compatibles de GBA. Algunos juegos aparecidos para este sistema fueron el Animal Crossing-e, el Pokémon Battle-e, o la serie NES Classics lanzada para GBA, entre otros. Como curiosidad, decir que el e-Reader (de un tamaño similar a cualquier cartucho de GBA) al parecer no es compatible con la NDS original, pero sí con la NDS lite, aunque sin funciones multijugador. Como podéis observar, los barcodes no están del todo muertos, y aunque no son un exitazo que digamos, sobretodo por estos lares, no sería tan raro que en un futuro próximo dieran un nuevo coletazo.
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