Tras el éxito de Blanka es un troll, aquí está la segunda parte en la que de nuevo podemos ver al bruto luchador de Street Fighter haciendo de las suyas en las situaciones más inesperadas del mundo real. Para sacaros una sonrisa.
Estoy convencido de que la gran mayoría de los aquí presentes tuvieron en su infancia juguetes «transformables» en sus más diversos tipos. Ya fuesen figuras de los robots de los Power Rangers, Transformers con TM o versiones «de los chinos» de esos Transformers. De entre este tipo de juguetes recuerdo con especial cariño a los Numerobots, unos simpáticos números robóticos que casi parecían elementos educativos, pero que al final servían como cualquier otro androide de más enjundia para las batallitas que nuestra imaginación infantil convertía en épicas.
Taito ha lanzado al mercado un llavero de los Space Invaders con un jueguecito tipo ‘Whack a Mole‘ para matar los momentos aburridos. Me lo encontré este sábado pasado en una tienda retro de Pontevedra a unos 9€ y es más grande de lo que parece en foto, por lo que no es muy cómodo de llevar en un bolsillo, así que supongo que estará más orientado a las chicas para que lo lleven en el bolso.
Hubo una época en que los videojuegos brillaron en lo más alto del cielo de cada niño jugón, en los despachos de programadores jóvenes y en los estudios de los artistas modernos. Hubo una época, creo yo, en que la tecnología, la capacidad de cómputo, la originalidad, la masividad y el aumento del mercado (sumado seguramente a un montón de variables que ahora se me escapan) crearon joyas que marcaron un antes y un después en la historia de esta nueva forma de producir cultura. En este sentido, personalmente creo que los videojuegos mezclan distintas tradiciones artísticas, algunas antiquísimas, como la música y la pintura, otras más modernas, como la programación (si, creo y defiendo a la programación como una nueva expresión artística). Es difícil delimitar una época donde la producción de videojuegos haya alcanzado un tope; para mi, se sitúa entre mediados de los 80 y finales de los 90. Pero es una discusión que no viene al caso, porque es entrar en el terreno pantanoso de las subjetividades de cientos de trolls. Hoy voy a recortar un poco y vengo a hablar de una de esas joyas producidas durante esa época: Dune II: Battle for Arrakis, la famosa versión para Megadrive del archipopular RTS que salió primero para PC.
Un usuario de Youtube llamado B Golds quería casarse con su novia, una fan de la Super Nintendo y del Super Mario World. Ni corto ni perezoso, decidió nada menos que hackear el juego con Lunar Magic para hacer la proposición de matrimonio que podéis ver en el vídeo, y que fue aceptada por la susodicha.
Según el autor, el vídeo es de la tercera vez que su chica jugaba la fase en cuestión, pero todavía estaba flipando bastante.
Porque como el mismo explicaba, aquello no era una caja fuerte, sino una máquina que esculpía bustos ella sola a partir de fotografías. Por supuesto la tecnología no se aprovechaba para vencer a los malos, sino para poder hacer regalos de aniversario. Pero nadie le quita el honor al superhéroe de DC Comics el haber sido un adelantado a su tiempo…
A la gente de ScrewAttack les encanta hacer vídeos con listas. El último Top 10 se lo han dedicado a jefes de la saga Zelda, pero no por molones, sino todo lo contrario. Se trata de una selección de aquéllos cuya pelea les pareció más coñazo, absurda o aburrida. ¿Os parece que han dejado fuera candidatos merecedores de un hueco? ¿Creéis que alguno de los jefes que salen ahí no debería estar porque es genial?
Internet y los gatos son dos cosas casi inseparables. En la red hay tal cantidad de material relacionado con estos felinos domesticados que ya pocas cosas con ellos nos queda por ver. Por ejemplo ya hemos visto a gatos peleando al estilop Smash Bros, y ahora le toca el turno al Street Fighter con Cat Fighter, un juego que no iba a vender millones de copias, pero que como ida de olla alcanza cotas bastante elevadas…
Disegnodacoloraremondo.com quiere ser tu portal favorito donde dar rienda suelta a tu amor por los colores, ofreciéndote una amplia y…