8 Bit Philosophy es un programa que explica distintos conceptos teóricos de una forma entretenida, ilustrándolos con imágenes de videojuegos retro. En este caso, nos presentan una explicación teórica del capitalismo cuyo rigor conceptual contrasta con el toque humorístico que le dan las imágenes del Super Mario Bros. 2. Pero al margen de los dibujitos 8 bits os podéis encontrar con un buen resumen de las teorías de Max Weber o Karl Marx acerca del sistema económico dominante en nuestro mundo.
Está en inglés y de momento tiene subtítulos en inglés y portugués. A ver si los añaden en castellano, porque así da gusto aprender, pero bueno, así matamos dos pájaros de un tiro y aprendemos también algo de inglés, que nunca viene mal.
Hace ya un tiempo que los videojuegos considerados triple A no me acaban de llamar la atención, y son pocos los que me enganchan como antaño. La mayoría los pongo, me los paso y poco más, sin efectuar misiones secundarias o ir a buscar siempre la enfermiza partida con el 100% completado.
No obstante, gracias a la aparición de los indies, han salido a la luz diferentes joyas de bajo presupuesto y que, en muchos casos, respiran un aire retro y de nostalgia que me llama mucho la atención. Si a esto le añadimos que algunos atesoran una calidad excelente (aunque también hay bazofias dignas de mención), la combinación mejora y ya me lo han vendido. Continuar leyendo »
En 1989 nació el Club Nintendo para Europa. En plena época dorada de la NES y coincidiendo con el año de lanzamiento de Game Boy, la compañía nipona creaba un servicio muy llamativo en aquel entonces que permitía un trato más cercano con los clientes, y que se convirtió en un recurso que aún hoy despierta nostalgia a los jugadores de la época. Hoy, justo el día que Nintendo ha decidido cerrarlo después de 25 años.
Hace tiempo que tengo en la cabeza la idea de que la saga Mario Kart, para acabar de ser redonda e innovar en uno de los pocos aspectos que le queda, debería convertirse en un Nintendo Kart, siguiendo la estela marcada por el Smash Bros.
Me parece muy correcto que Nintendo sólo quiera lanzar un Mario Kart por videoconsola, ya que así tienen más tiempo para pensar en la nueva entrega, y eso se nota en cada versión, que siempre han traído alguna novedad con la que aportar un soplo de aire fresco, aparte de los nuevos objetos y personajes, como por ejemplo: Continuar leyendo »
Hoy en día estamos tan acostumbrados a guardar la partida que los más jóvenes ni saben lo que es esto de los passwords y los videojuegos (comprobado con mis sobrinos), pero en otro tiempo fueron uno de los sistemas más usuales para poder continuar jugando desde un punto determinado en un videojuego. Era una época en la que muchos videojuegos ni siquiera permitían guardado de ningún tipo y había que jugarlos del tirón, a veces en partidas de muchas horas. Pero gracias a las baterías para guardar partidas en los cartuchos y a los passwords pudimos disfrutar de experiencias cada vez más largas y complejas.
En este post vamos a recordar algunos de los tipos más habituales (y también algunos más atípicos) de estos códigos que de tanta utilidad nos sirvieron. Seguro que os salpican algunas gotas de nostalgia.
En el mundo de los videojuegos siempre se ha utilizado el reclamo de lo retro y de la nostalgia para mantener franquicias a flote, sacando nuevas entregas que todo el mundo espera porque han pasado muchos años desde la última (véase el Duke Nukem Forever o la deseada, por ejemplo, tercera entrega de Half Life) o haciéndonos pasar por caja a volver a pagar videojuegos que ya disfrutamos en su día porque han sufrido una actualización o están en otro formato, como ya comenté en su día en este artículo.
Siempre he sido bastante reacio a volver a pasar por caja por un videojuego que ya disfruté en su día, y más a los precios que los ponen, pero creo que con la generación de videoconsolas actuales (PlayStation 4, Xbox One y Wii U), la cosa se nos está yendo de las manos y algunos están aprovechándola para estar…
El primer paso al respecto fue el rechazo de la retrocompatibilidad, con la excusa de abaratar costes y demás. Con ello se aplanaba el camino para una realidad que ya nos veíamos venir: refritos, remasterizaciones, consolas virtuales, etcétera.
El caso que me ha llevado a escribir este artículo es el de la remasterización HD del primer Resident Evil. Vamos a ver, un videojuego que tiene 18 años, del cual hace 12 años se hizo un remake para GameCube (personalmente, el mejor que he visto hasta la fecha), y del que ahora quieren sacar una revisión en HD del remake a 1080p y 60 FPS, en formato digital. El precio está por ver, pero seguro que de los 50 euros no baja. ¿Nos hemos vuelto locos?
Si nos paramos a pensar un segundo, vemos que dicho videojuego va a tener una versión “idéntica” cada menos de dos generaciones de videoconsolas, siendo el primer remake de una factura impecable, pues Capcom tuvo que rehacer hasta el último pixel, pero este segundo parece simplemente un saca cuartos. Que sí, que nos venden la historia de que lo hacen para que la gente que no ha disfrutado de este videojuego en su día lo pueda hacer, que trae ciertas mejoras gráficas, sonoras y pequeñas actualizaciones que luego, casi seguro, son las mínimas posibles para no perder mucho tiempo ni dinero. De acuerdo, una vez vale, dos ya empieza a mosquear el tema.
Cuando se anunció la actual generación de videoconsolas, la vi con cierto recelo, ya que creo que va a ser la generación en la que se va a apreciar un menor salto tecnológico, menos catálogo a destacar va a tener y, en definitiva, más desapercibida va a pasar (espero equivocarme). En la anterior generación ya tuvimos varias remasterizaciones en HD, abriendo la veda para que nos fuéramos acostumbrando en un futuro no muy lejano. Y aquí estamos, con una nueva generación de videoconsolas en la que gran parte del catálogo son remasterizaciones de videojuegos de videoconsolas anteriores, siendo especialmente sangrante las que se hacen sobre la anterior generación.
Otro caso que me viene a la cabeza es The Last of Us. Un videojuego que tiene un año y ya tiene una versión remasterizada que promete 1080p y 60 FPS estables. ¿Aquí también sirve el argumento de que se ha hecho para que lo puedan disfrutrar generaciones nuevas que no jugaron el original?
Y podría seguir con varios ejemplos más, pero que cada uno se ponga los suyos, será por cantidad.
En este párrafo me voy a salir un poco del tema, pero quería comentar una similitud que encuentro entre la fiebre del HD y las cámaras de fotos. El ojo humano tiene ciertas limitaciones de resolución, espectro de colores y demás detalles, por lo que va a llegar un punto que aunque se haga una remasterización a 16K, no se va a apreciar la diferencia (bueno, excepto si lo vieras en una pantalla de 500 pulgadas a 5 centímetros de ésta). Cuando llegamos a este nivel, pasa a ser más marketing que otra cosa. Quien no recuerda, que a día de hoy aún se utiliza, el vender las cámaras fotográficas como mejores sólo porque tienen más megapíxeles? Según nos venden, más megapíxeles sinónimo de mejor cámara. Al principio, cuando habían pocos megapíxeles sí tenía gran importancia, pero pasados un punto, ya da igual 15 que 20. Son más importantes otros conceptos, como el objetivo, por poner un ejemplo. Es muy simple, que hace mejores fotos:
Cámara reflex de 8 megapíxeles.
Cámara compacta de 14 megapíxeles.
Volviendo a tema, por todo lo comentado anteriormente, bienvenidos a la generación de las remasterizaciones en HD, con promesas de 1080p y 60 FPS estables que no se podían conseguir en la generación anterior, pero sí en esta (o eso dicen). Vamos, otro argumento a añadir al saco para vendernos lo mismo una y otra vez.
Esperemos que esta tónica cambie pero, a día de hoy, podemos decir que el año 2014 y 2015 parecen los años oficiales de las remasterizaciones y, si la cosa no cambia, también podríamos hablar de la generación de videoconsolas de los remasterizados. Por supuesto, hay algunos lanzamientos originales en perspectiva para las actuales videoconsolas que tienen muy buena pinta, pero la sensación general de los catálogos a estas alturas resulta un tanto desesperanzadora. Tanto que, o la cosa va cambiando, o en mi caso sería la primera generación de la que no me comprase una videoconsola.
¿Y por que nos siguen sacando refritos? Pues porque nosotros seguimos comprándolos. Si dejáramos de comprarlos, posiblemente les daríamos un toque de atención y se lo pensarían dos veces, aunque esto es una mera suposición. Obviamente, no podemos demonizar a las compañías por esto, los televisores han evolucionado, los videojuegos antiguos no lucen como antaño y hay clásicos imposibles de conseguir, por lo que, a veces, los remakes ofrecen novedades que valen la pena…en sí mismo esto no debería ser un problema. El problema está en el exceso, tanto a la hora de abusar de remasterizaciones en vez de invertir en desarrollos originales, como en los excesivos precios, cobrando igual por productos que ya se habían amortizado y han tenido unos costes ridículos que por videojuegos que han requerido un trabajo cuidadoso durante meses o años. Pero bueno, el mercado manda.
Y si lo que tienes son ganas de jugar a clásicos, no te importan los gráficos y quieres ahorrarte parte de tu dinero, siempre te puedes aficionar a los emuladores, que, como se suele decir, como el original, ninguno (salvo algún caso contado que es la excepción que confirma la regla). Sí, algunos videojuegos han envejecido mejor que otros, pero el original siempre será el original.
Un kit de desarrollo de software, también conocido por sus siglas SDK, es unconjunto de herramientas de desarrollo que permiten a los programadores crear aplicaciones y videojuegos para un sistema concreto.
Suelen ser versiones modificadas y algo más potentes que su homónimo en videoconsola, con una sencilla interfaz de programación creada para permitir un cómodo uso del lenguaje de programación necesario. Además, incluyen un sistema de detección de errores y una documentación de soporte para ayudar a los programadores con las dudas que les puedan ir surgiendo. Continuar leyendo »
Corría el año 1995 y Nintendo EAD estaba programando un videojuego de velocidad para Nintendo 64, que finalmente fue lanzado con el nombre de Wave Race 64. Se trataba un videojuego de carreras de motos de agua que destacó por su gran jugabilidad, la física del agua y su calidad gráfica, principalmente en los efectos de luz y la recreación del agua.
Hasta aquí nada que nadie no sepa, pero durante su desarrollo la idea original no era precisamente la de conducir motos de agua, sino lanchas futuristas de gran velocidad. Continuar leyendo »
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