Bunny girl must die
Tras una apocalíptica guerra en la que las armas gatunas potenciadas con energía felina casi destruyeron toda la faz de la tierra, el mundo vuelve a girar como antes mientras se utiliza la energía felina con fines pacíficos.
Sin embargo, tres días tras el final de la guerra, una linda conejita que pasaba por delante de una central de energía gatuna se vio envuelta en una terrible explosión que causó que, junto a sus largas orejas de conejita, tuviera un par de orejas de gatita… ¡pobre chiquilla! ¡Ahora ya no sabía si era gata o coneja!
Pero, por suerte para ella, un gordo mensajero de los dioses llegó para socorrerla: Guió a la linda chiquilla hasta una cueva llena de demonios desde donde pudiera deshacer su maldición pero, por el camino, el mensajero fue asesinado brutalmente por un ciervo salvaje… y la pobre conejita se encontró sola en la cueva de los demonios sin tener ni idea de cómo deshacer el camino andado.
La conejita debe morir…
Argumento delirante para un juego delirante en más de un sentido. Esta especie de dificilísimo Metroidvania ha sido desarrollado por las hábiles gentes independientes del estudio Platine Dispositif y es un juego bien desarrollado tanto en gráficos, como en música como en jugabilidad.
En la odisea que supone explorar la inmensa cueva en la que la pobre gatita-conejita se ha quedado atrapada, la chica va a necesitar hacerse fuerte, lo suficiente como para poder acabar con las hordas de gatos, conejos, robots, calabazas y demás cosas que suelen hacer mucha pupa como pinchos y zonas llenas de llamas incandescentes.
Lo primero que nos encontramos cuando comenzamos a jugar es… es que no podemos movernos hacia la derecha. Esta chorrada de problema se soluciona con una chorrada de item que nos encontramos justo en esa sala que nos permite comenzar a caminar hacia nuestra espalda. Nos encontraremos decenas de cosas absurdas de esta índole a lo largo del juego, así como enemigos tan absurdos como ese primer requisito para poder avanzar en el mismo.
Conejita, sí; indefensa, no
La conejita puede usar una buena cantidad de armas, ya sea desde los cuchillos arrojadizos que tiene desde el principio hasta un lucero del alba (hay gente que lo llama “bola con pinchos”) pasando por una espada, bumerán o incluso misiles. Y si eso no es suficiente, la chica podrá usar sus tacones para aplastar a sus enemigos así como usar diferentes trajes a lo largo de sus paseos por esa enorme cueva que ya pueden darle algo más de armadura así como pueden triplicar su peso…
Pero no sólo con armas podremos acabarnos tan complejo juego: Necesitaremos echar mano del poder del tiempo que nuestra pequeña aprenderá a manejar en esa maldita cueva. Así pues, puede llegar a aprender a parar el tiempo, poder que lo para todo, incluidas sus armas, excepto a ella misma. Tal poder le sirva tanto para evitar a sus enemigos como para resolver pequeños puzzles pero, con el tiempo, nos damos cuenta de que hace falta algo más poderoso y así se nos da: Nos encontramos con que podemos hacer uso del poder de volver atrás en el tiempo, de ralentizarlo así como incluso de curarnos si conseguimos los suficientes cristales temporales.
Además de lo ya dicho, la conejita dispone de un poder más bastante práctico: Puede hacer desviar los golpes con una mecánica exactamente igual a la de los parry del Street Fighter III, esto es, cuando va a recibir un disparo o la van a golpear, si das un toque en su dirección, pararás el golpe y no te hará ni cosquillas. Y esto sirve con casi todo lo que te puede hacer daño, incluidos incluso los pinchos o los pozos de llamas que se encuentran repartidos por todas partes en esa gran caverna. Bien utilizado el parry, puedes convertir a tu pequeña conejita en un monstruo indestructible… pero poca gente hay que sepa manejar esa habilidad con tanta destreza como para lograr tal objetivo.
Bunny Girl must die es un juego que, si bien no tiene el inmenso mapeado de otros juegos del mismo género (siento decirlo, la verdad, pero es que es rematadamente más pequeño) compensa la escasez de escenarios con una dificultad enloquecida. Muchos os vais a volver medio locos buscando puertas o salidas, así como las soluciones a los diferentes y absurdos puzzles del juego (por ejemplo, ¿cómo pasar por un pasillo estrechísimo en el que, de repente, te aparece una estampida de conejos culturistas?) así como os cruzaréis con jefes de lo más variado (y absurdo, todo sea insistido).
Hay veces que habrá que tirar de sentido común, otras de la más pura intuición (de hecho, más os vale ir afilándola un poco), otras veces de la agilidad mental y, unas cuantas, de la agilidad de vuestros dedos a la hora de realizar saltos imposibles a contrarreloj. El juego se puede pasar… sólo que nunca os lo dejan fácil.
Ninguna batalla será fácil y tendréis que tirar de vuestros reflejos, de la insistencia, de vuestra paciencia… o de vuestra capacidad para no desesperaros y tirar la pantalla por la ventana. Porque entre enemigos normales, saltos ajustados, trampas, jefes, plataformas móviles, paros temporales precisos, enemigos al azar, zonas llenas hasta el techo de disparos, etc poco tiempo tendréis para respirar y menos para pensar con calma.
Arte y estupideces varias
Bunny Girl must die posee unos gráficos más que decentes con una protagonista genialmente animada (no es muy sexy a pesar de que lo pretenda…), con escenarios detallados y llenos de efectos de luces. Además, podemos comprobar como el gusto de los aparatos de bronce de la gente de Platine Dispositif se ve a lo largo del juego con decenas de aparatos (barreras, principalmente) que están hechos de tal material.
Los enemigos no están tan bien animados como la protagonista (de hecho, hay un jefe que sólo tiene dos frames de animación (NdD: El gatito…)) pero hay unos cuantos que destacan bastante, ya sea por su tamaño, como por su animación a base de varios sprites.
En cuanto a sonidos, no dejaréis de escuchar decenas de sonidos mecánicos por todas partes así como explosiones y disparos… llegados a ciertos lugares, cansarán un poco, aunque, normalmente, a causa de que en esos lugares vais a morir repetidas veces… Eso sí, la voz de la linda conejita es preciosa.
La música de Platine Dispositif siempre la he considerado extraña aunque tiene varias melodías de lo más agradables como algunas de los jefes.
En conclusión
Es un gran juego, desde luego pero, al tiempo, es de los más frustrantes que he jugado. No es que los enemigos estén mal diseñados así como las plataformas. El problema estriba en la exigencia de un control perfecto y sin errores así como en los diferentes problemas que causa la animación de la chica que controlas: No puedes hacer dos cosas a la vez, así que más te vale calcular muy bien tus movimientos antes de esquivar al enemigo.
El nivel de exigencia es tal que no se perdonan los errores en absoluto: Si te has quedado atrapado, te has quedado atrapado y no puede hacer ninguna otra cosa más que morir.
Pero, en general, el juego es lo suficiente leal como para que puedas tener opciones de victoria, aunque sólo sean las justas y necesarias.
Dejando a un lado el nivel de dificultad, es un juego muy jugable. No es para cualquiera pero mucha gente podría acostumbrarse a él y acabar haciendo virguerías moralmente humillantes para los enemigos.
Por último, reseñar que el juego tiene un segundo nombre: Chelsea and Seven Devils. Tal nombre viene del hecho de que hay un segundo personaje jugable una vez te acabas el juego pero, sobre él poco puedo decir (adivinad por qué…).
Enlace: Página oficial de Platine Dispositif
Descarga: Bunny girl must die en Doujin Style
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