Análisis de Turok 2
Acclaim, 1998, FPS
El género de los shooters en primera persona fue uno de los que mejor aprovechó el potencial de Nintendo 64, y su estreno se produjo en 1997 De la mano de Acclaim con Turok, un juego protagonizado por un indio que nos proponía explorar selváticos escenarios poblados de dinosaurios. Pese a las 15.000 pesetas que costaba (una verdadera barbaridad), el juego tuvo mucho éxito, y en 1998 salió la segunda parte, extraordinariamente mejor y uno de los juegos más sobresalientes con los que contó el limitado catálogo de la 64 bits de Nintendo.
La trama no se caracteriza precisamente por su complejidad o por tener una gran importancia en el juego, sino que resulta muy superficial y no tiene ningún peso. El protagonista, el indio Joshua Fireseed, es enviado a derrotar a Primagen, una criatura extraterrestre de gran poder y a la que no nos podremos enfrentar hasta que desactivemos cinco tótems de energía, de los que, pos supuesto, hay uno en cada mundo. A esta misión principal se agregarán otras secundarias, y que van desde rescatar a unas desvalidas niñas hasta destruir a un determinado enemigo.
Turok 2 destaca ante todo por su espectacular despliegue gráfico, en el que se nos muestran escenarios de una definición, profundidad y nivel de detalle absolutamente abrumadores, si bien se les puede achacar el exceso de oscuridad, el recurso a la niebla o las caídas en la tasa de framerate; defectos que, con todo, no son suficientes para empañar un trabajo verdaderamente soberbio. Destaca especialmente la solidez de los decorados y su diseño, así como el estupendo modelado de los enemigos, que apenas dejan notar su origen poligonal, y que se mueven con mucha soltura; también los efectos, como fuego, agua o explosiones, merecen una mención por el buen hacer de los chicos de Iguana. Éste fue además el primer juego en aprovecharse de los beneficios del Expansion Pak, la expansión de la memoria RAM de la Nintendo 64 que permitía cuatro megas adicionales.
Resulta muy destacable el trabajo realizado con las criaturas que pueblan los distintos mundos de Turok 2, no sólo por su lograda apariencia visual, sino también por una interesante Inteligencia Artificial, gracias a la cual en ocasiones nos sorprenderán escondiéndose detrás de obstáculos, especialmente si usamos un arma potente, o tratando de atacarnos por la espalda y en grupos (aunque también es verdad que para otras cosas son bastante tontas…). Eso sí, también hay que señalar que los enemigos no son muy abundantes ni tampoco muy variados, por lo que en algunos niveles nos cansaremos de eliminar siempre a las mismas criaturas.
Otro de los aspectos destacados de Turok 2 es el poderoso arsenal con el que irá contando Joshua Fireseed, compuesto nada menos que por 24 armas, entre las que se incluyen arcos, pistolas, escopetas, rifles, ametralladoras, lanzallamas, arpones, lanzagranadas e incluso modelos poco convencionales, como el glorioso “cerebral bore” (taladro cerebral), cuyo nombre define perfectamente su crudeza, y que es un arma guiada por las ondas cerebrales (por lo que sólo vale contra enemigos inteligentes) y muy amiga de succionar los cerebros de sus víctimas. Esto es una muestra bastante clara de la no poca violencia de Turok 2, que tiene un cierto componente gore, y en el que las partes de nuestros enemigos saltando por los aires y la sangre a borbotones forman parte del menú habitual.
En la lista de grandes virtudes de Turok 2 no nos podemos olvidar de la ambientación, muy relacionada con los gráficos, pero también con el sonido y la propia estructura de la aventura. Estamos ante un juego agónico, que presiona constantemente al jugador gracias a efectos como la oscuridad o la niebla, a sonidos que nos dispararán las pulsaciones aunque no hayamos visto nada (o especialmente si no hemos visto nada) o a criaturas que nos atacan a traición cuando doblamos una esquina. La ambientación es tan buena que la inmersión es enorme, como pocas veces se ha visto en el género.
El sonido, como ya hemos dicho, está a muy buen nivel, pero no por la música, que pese a algún momento interesante, apenas destaca; sino por los efectos de sonido, tremendamente logrados y especialmente escalofriantes.
El principal problema de Turok 2 es su extrema dificultad, y por extrema nos referimos a que es una verdadera prueba a nuestra paciencia y habilidad, que seguramente deje por el camino a más de uno (personalmente tuve que dejarlo en su día, y no fue hasta hace un par de años cuando por fin, y gracias a mucha voluntad, logré terminarlo). Las razones de esto son múltiples: Por un lado está el diseño de los niveles, que especialmente en el cuarto y el quinto supera los niveles lógicos de retorcimiento, se trata de verdaderos laberintos con muy pocas referencias para orientarnos, y apenas un par de puntos de guardar tremendamente separados, y que nos obligarán a largas sesiones para llegar de uno a otro. Por otro lado está la escasez de munición, endémica desde el comienzo del juego, y por la cual tendremos que estar racionando constantemente nuestro fuego, buscando la cabeza de nuestros enemigos para eliminarlos antes y reciclando las flechas (única munición del juego que podemos recuperar tras haberla utilizado).
En ningún caso podemos decir que el control tenga la culpa de esta desmedida dificultad, aunque es cierto que la ausencia de una opción para configurar los controles no tiene mucho sentido, y que ciertas acciones no se realizan con toda la precisión que desearíamos, como los saltos o ciertos movimientos. En todo caso hablamos de un control bastante fiable, aunque con algunos problemas.
Respecto a la duración, que a nadie le parezca poco escuchar que tiene seis niveles, porque la extensión de los mismos y las vueltas que nos obligarán a dar nos garantizan horas y horas de juego, máxime si tenemos en cuenta el estratosférico nivel de dificultad antes comentado. Así que preparaos para no menos de 20 horas de una experiencia intensa y agobiante, toda una prueba para los expertos del género, que superar incluso en su nivel más fácil supone toda una hazaña.
Por último, mención especial para el modo multijugador, que no presenta muchas opciones pero que está bien realizado y resulta divertido para que cuatro jugadores descarguen su adrenalina.
LO MEJOR
+ De los mejores gráficos de su época.
+ Ambientación logradísima.
+ Tensión constante.
+ Apoteósico arsenal de armas.
LO PEOR
– Con la dificultad se han pasado cuatro pueblos.
– El diseño confuso de algunos niveles.
– Ciertos problemas con el refresco de la imagen.
– Guardar una partida requiere de un Memory Pak casi completo.
Análisis de Turok 2 (Nintento 64) – Pixfans
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