Análisis de The Witcher
Lo primero en que pensamos al analizar un juego de las características de The Witcher –CDProjekt / ATARI– es si resulta correcto llamarlo juego de rol. No es una pregunta casual, puesto que, desde que en 1996 Blizzard presentó Diablo, el género ha contado con dos tendencias a menudo irreconciliables. Por un lado están los seguidores del rol más clásico, fiel a las reglas de D&D (Baldur’s Gate, Icewind Dale, Neverwinter Nights…) o aquel con mayores dosis de acción que capitaneaba Diablo y su secuela.
En principio, The Witcher tiene en común con otros juegos del género el ser una aventura en la que debemos adoptar el papel (rol) de un personaje y llevar a cabo una serie de misiones (quests) principales hasta la conclusión natural de la historia argumental. Existen, igualmente, otros encargos secundarios que nos reportarán objetos útiles, experiencia o simplemente dinero. Su ambientación, un mundo fantástico de aire medieval en el que se unen lo natural y lo sobrenatural encaja muy bien con lo que suele ser habitual en este tipo de juegos.
Así pues, el primer elemento a destacar sería la historia, basada en la saga novelística del escritor polaco Andrzej Sapkowski. Sin lugar a dudas los personajes están muy bien perfilados y el grado de interacción con los mismos es bastante grande. Las misiones principales y secundarias se entretejen a la perfección con éstos, permitiendo al jugador sentirse verdadera parte de la historia que se desarrolla en este mundo fantástico. Así pues, podremos dialogar, convencer, sobornar (con dinero o regalos) o amenazar a los personajes, además de poder jugar con ellos en los minijuegos (dados, boxeo), ligar con algunas de las mujeres que nos salgan al quite (con resultados erótico-festivos). En resumen, un juego muy acabado y entretenido en este aspecto, sin nada que envidiar a juegos del ramo.
En lo que se refiere a los apartados gráfico y de sonido, decir que es igualmente un producto muy logrado, más preciosista que espectacular, perfectamente adecuado para este tipo de juego en el que se produce una fuerte apuesta por un muy logrado sistema de cámaras en tercera persona y por un control con el ratón muy sencillo e intuitivo. Así pues, siempre se mantiene una visión completa del escenario de juego lo que nos permite mantener un control absoluto del movimiento y la lucha. Asimismo incluye un sistema de cámara al hombre que permite mantenernos más cerca de la acción.
Hablábamos de lucha y quizá sea éste uno de los mayores aciertos del videojuego: el sistema de combate. A diferencia de Diablo, donde cada clic suponía un impacto, o de los juegos basados en D&D, en que cada clic se traducía en una tirada de dado (virtual) para obtener una puntuación, The Witcher nos plantea un sistema en el que se combinan tres sistemas de combate (fuerte, veloz, grupo) con dos tipos de arma fundamentales: acero (contra humanos) y plata (contra monstruos). La elección de casa sistema o arma es muy importante, ya que de un correcto juicio de nuestro enemigo dependerá que podamos o no derrotarlo. Asimismo, no valdrá clickar sobre el enemigo para inflingirle daño, sino que hay que hacerlo en el momento adecuado, pudiendo acumular golpes a base de combos. Igualmente, contamos con una serie de hechizos que le darán a nuestro brujo nuevas armas con que derrotar a sus enemigos. En definitiva, un sistema muy ágil y que rompe con las tros tradiciones dominantes en el mundo del rol y que lo acerca a otro tipo de juegos de aventura.
Finalmente, la experiencia será el motor para el desarrollo de nuestro héroe, ya que nos permitirá acceder a nuevas habilidades físicas y mágicas, eso sí, tras pasar por un periodo de meditación. Otros complementos, como el inventario, el mapa, nuestro diario o el glosario de personajes y monstruos estarán disponibles durante todo el tiempo de juego.
En definitiva, The Witcher se establece como una alternativa válida (o como una solución intermedia) a las dos tradiciones más claras del rol. Combina lo mejor de ambos géneros y supone un paso adelante con respecto a dos de los productos que en mi opinión, mejor representaban al género: The Bard’s Tale y Knights of the Old Republic I y II. Otro éxito rotundo del equipo de Bioware, sin duda la mejor garantía para un juego de rol.
LO MEJOR:
+ El sistema de combate.
+ La historia y los personajes.
+ La libertad del jugador para tomar decisiones.
+ Gráficos cuidados y buen doblaje.
LO PEOR:
– Algunos errores de clipping.
– Algunos errores de inteligencia artificial.
– Sólo un personaje para jugar.
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