Análisis de Super Street Fighter 2: Turbo HD Remix

Krusher23 de febrero de 2009

CapCom/Backbone Entertainment, Lucha 2D, 2008

Hace aproximadamente 18 años CapCom, famosa ya entonces en los salones recreativos por juegos como Final Fight, Black Tiger o Pang!, lanzó a los arcades el juego de lucha sin duda más revolucionario de la historia: Street Fighter II: The World Warrior. Un peso superpesado de los videojuegos decisivo en la venta de consolas algo más tarde, con versiones a tutiplén y con innumerables copias piratas y bootlegs. No pasó mucho tiempo antes de que sacaran versiones cada vez más mejoradas, como Champion Edition, Super Street Fighter II: The New Challengers o Super Street Fighter II Turbo, el colofón de colofones.

En homenaje a toda una generación de jugadores, CapCom presenta este remix adaptado a los nuevos tiempos, con unos gráficos sin precedentes en un juego de lucha 2D. 1080 líneas de resolución en aspecto 16:9, banda sonora remezclada, juego online, campeonato oficial… en fin, todo lo que se le puede pedir a los juegos más modernos.

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El plantel original de luchadores permanece inalterado

En este juego tenemos a todos los memorables personajes de la saga, incluyendo a Akuma como seleccionable desde el principio. Siendo un remake no hay, pues, sorpresas en la parrilla de elección de personaje, pero como consejo diremos que si señalas a Guile y pulsas arriba podrás elegir a Akuma, que no aparece en la cuadrícula. Pero no sólo se queda ahí la la libertad de elegir ni mucho menos: casi todos los elementos del juego son configurables hasta las últimas consecuencias.

El aspecto del juego puede cambiarse por completo, pudiendo elegir los sprites originales o los nuevos HD, usar la banda sonora original o la nueva y remezclada por los chicos de OCRemix, usar los controles revisados o los nuevos, que por ejemplo suprimen el dolor de los giros de 360º típicos de Zangief o Thunder Hawk. No sólo eso, aspectos mucho más tecnicos como la posibilidad de hacer agarres en situaciones concretas, posibilidad de dotar marcos de animación invulnerables a personajes o alguna que otra frikada más son configurables mediante opciones llamadas dip-switches, un guiño directo a los pequeños interruptores de las placas recreativas antiguas para configurar el monedero, nivel de dificultad, etc.

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No, no es un artwork: es un sprite del juego

Metiéndonos en faena, lo primero que nos llamará la atención al instalar el juego (sólo está disponible a través de PlayStation Network y Xbox Live) serán, por supuesto, los nuevos gráficos del juego, diseñados por UDON Comics, responsables de muchas de las conversiones a papel del juego. Son los personajes 2D con más resolución que se han visto nunca. Si creías que los del Guilty Gear eran grandes, vas a flipar, chaval. Además el juego se adapta a la perfección a pantallas panorámicas sin cambiár la mecánica del mismo, de modo que no tendremos molestas bandas verticales en nuestro gigantesco televisor LCD.

Para acompañar a unos gráficos de esta categoría es necesario, pues, poner al día la banda sonora. La clásica banda sonora del juego sonaba gracias a un dignísimo diseño de CapCom llamado QSound, superado por creces en calidad de sonido por los chicos de OCRemix, una conocida página de remixes de canciones de videojuegos. Pero lo mejor de todo es que esta banda sonora se puede bajar gratis, aunque no tengamos el juego ni nada. Así de gentiles se han mostrado los colegas.

Evolución del tamaño de los sprites

El aspecto sonoro de un juego no se mide sólo por su banda sonora, lógicamente. Por ello, se han digitalizado voces para todo el elenco protagonista del juego, incluído para el sufrido narrador cuyas voces se limitan a «Raun guan, fait!» en la mayoría de las veces. La mayoría han mejorado notablemente, como las voces de Guile que ahora no suenan como una nena. Además todos los personajes tienen sus propias voces al caer derrotados.

Para seguir hablando del aspecto visual y sonoro es necesario destacar que éstos aspectos son personalizables, pudiendo elegirse los gráficos origianles (que se verán fatal en nuestro gigantesco televisor) o las músicas originales (las cuales, aunque dignas, no son lo mismo). Lamentablemente en esta edición no es posible elegir personajes de anteriores Street Fighters, como hacer luchar al Ken del World Warrior contra el Mike Bison del Champion Edition, por causas lógicas. (Con la cantidad de sprites que hay, como para tener que dibujar tres o cuatro versiones por personaje)

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En faena

¿Personalizacion? Con opciones como «Cuando Bison hace un pisitón aéreo que golpea a un oponente que se está levantando a pocos píxeles del suelo, para brevemente» estamos seguros de que te vas a aburrir de ver opciones. De todas formas, para simplificar un poco, la mayoría de las opciones sólo afectan al juego local, no al multijugador por internet. (Imagináos tener que averiguar cada una de las opciones en cada combate, preparadas por el anfitrión como trampas mortales)

De hecho, ojo con el juego por internet, el fuerte de este título. No sólo podremos competir con nuestros amigos y con miles de nuevos contrincantes por la red, además contaremos con marcadores oficiales de victorias y derrotas, trofeos, campeonatos y, por supuesto, entrenamientos. Todo esto además se puede, lógicamente, disfrutar en una sóla consola ya que el juego mantiene el modo de dos jugadores en local.

Clásico entre los clásicos

Para terminar es doloroso pero necesario destacar grandes ausencias: las fases de bonus, vilmente eliminadas. Es cierto que ya en Super Street Fighter II no contamos con esta característica, pero dado el titánico trabajo del juego podrían haberse estirado y dejarnos reventar el Lexus, la pared de ladrillos, los barriles o los bidones de fuego. Pero eso no es todo: los viles villanos han eliminado… ¡las puntuaciones! ¿dónde queda pues, el score? ¿con qué derecho nos han despojado del sagrado privilegio de poner nuestro nombre en lo más alto de la lista? Imperdonable. Tanto o más que el hecho de que sólo hasta hace unos días Sony no dejara que este juego saliera en PlayStation Network Europa, algo que ha cabreado al presente redactor de inefable manera.

LO MEJOR

Los gráficos remasterizados
La banda sonora
El precio, 15 euros
El juego por internet
Las innumerables opciones

LO PEOR

No hay fases de bonus ni score
El retraso en PSN Europa

En definitiva: si eres un fanático del Street Fighter, cómpralo. Si eres un aficionado a los juegos de lucha, cómpralo. Si te gusta rememorar clásicos, cómpralo. Si tienes infancia, cómpralo. Si te gustan los videojuegos en los que juegas contra un amigo, cómpralo.

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