Análisis de NiGHTS: Journey of Dreams
Allá por 1996, Sega sumergió a su flamante Saturn en un mundo de sueños con NiGHTS into Dreams, uno de los juegos más recordados y exitosos de aquella consola, y que nos permitía volar por hermosos mundos, llenos de fantasía y color. Más de una década después, Sega recupera la base de aquel juego para adaptarla al potencial de la Wii y sus posibilidades de control. La fantasía y los sueños se hacen realidad con NiGHTS: Journey of Dreams, pero ¿será el digno heredero de su predecesor?
En primer lugar, tenemos que hablar de una trama y un planteamiento inicial que apenas difieren de los que tenía el primer episodio de la saga, vertebrándose los sucesos que acontecen en el juego a través de los sueños de dos niños, que suponen una representación de las fantasías, ilusiones y miedos que habitan en sus cabezas. Estos dos protagonistas son Will, un niño que sueña con ser un gran jugador de fútbol; y Helen, una niña ilusionada con poder ser una gran violinista como su madre. Si recordamos a los dos protagonistas del NiGHTS de Saturn nos encontramos con que él, Elliot, jugaba al baloncesto; y ella, Claris, quería ser una cantante famosa, por lo que los paralelismos saltan a la vista.
Entre estos dos protagonistas se encuentra la verdadera estrella del juego, NiGHTS, un Nightmaren que había sido creado por el propio Wizeman (el malo de la trama) para servirle, pero que se rebeló contra él, por lo que fue sellado en el espacio de un sueño. NiGHTS es un personaje alegre y despreocupado, que puede “dualizarse” (una especie de fusión), con los humanos que están soñando, de modo que éstos puedan acompañarle en su vuelo. Las capacidades acrobáticas de NiGHTS superan a las de cualquier otro Nightmaren, y su díscola personalidad hará que Wizeman decida acabar con él para que deje de suponerle un estorbo.
Nosotros llegaremos, bien como Will, bien como Helen, a Nightopia, el mundo de los sueños, en el que distintas puertas abren el camino a lugares emanados de la mente de aquellos que están soñando. En ese mundo conoceremos a Nights, y lo comienza por un vuelo de puro disfrute, se terminará por convertir en una peligrosa aventura, en la que tendremos que ayudar a NiGHTS para que el malvado Wizeman no se salga con la suya. Para ello, tendremos que atravesar cuatro mundos (diferentes para cada personaje, por lo que son ocho en total), en los que deberemos superar unas cuantas misiones con un objetivo determinado. El juego no impone la alternancia de personajes, por lo que podemos terminarlo primero con uno y luego con otro, o bien ir alternando entre ambos. La historia tiene además varios momentos en los que sus trayectorias se cruzan, por lo que veremos los mismos hechos desde dos perspectivas distintas.
Además de estas misiones, NiGHTS: Journey of Dreams, cuenta también con algunas opciones para el WiiConnect 24, como competir contra otros jugadores o mostrarle nuestro “My Dream”, un lugar en el que reunimos diversas cosas que conseguimos, a otros jugadores. También contamos con un multijugador a pantalla partida para echar una carrerita contra un amigo.
Los gráficos tienen varias virtudes, como un gran trabajo artístico o su aspecto agradable y colorido, pero en general están por debajo de lo que se podría esperar a estas alturas. Somos conscientes de que Wii no es XBOX360 o Play Station 3, pero ya han aparecido juegos para demostrar que el listón está bastante por encima de la anterior generación. Los escenarios están a un nivel bastante aceptable; aunque en ocasiones resulten repetitivos y se noten ciertos defectos gráficos, lo cierto es que son agradables, brillantes, llenos de efectos y detalles. Además se mueven realmente bien, y aunque NiGHTS vuele a toda celeridad, la fluidez no se ve afectada en ningún momento, y la imagen no marea pese a que todo se mueva a gran velocidad. Los personajes tienen más problemas: en el caso de los protagonistas flojean bastante las animaciones, que resultan algo forzadas, y en el caso de los enemigos lo más criticable es la notable falta de variedad, pues la fauna de criaturas de NiGHTS es verdaderamente escasa. En definitiva, estamos ante unos gráficos bastante vistosos, pero algo pobres técnicamente.
El apartado sonoro está a un buen nivel: las melodías encajan perfectamente con el juego, y hay algunos temas especialmente buenos, salvo en algunos escenarios, suelen ser muy alegres y animan al jugador a volar a toda velocidad. Los efectos son correctos, aunque en ocasiones algo cargantes por la gran cantidad de ellos que suenan a la vez, pero está claro que cumplen su función sobradamente.
Así es que, técnicamente, NiGHTS es un juego que no va sobrado, pero que da un nivel suficiente, y son más bien inconvenientes jugables y de estructura los que lo alejan de brillar entre los mejores de Wii. Respecto al control tenemos varios problemas, especialmente si queremos manejar el juego exclusivamente con el Wiimote, lo cual resulta una verdadera proeza, puesto que volar con NiGHTS apuntando con el cursor es muy complicado y poco fiable, y manejar a los protagonistas cuando se desplazan en 3D con la cruceta es verdaderamente horroroso. Por suerte, estos problemas se reducen notablemente si conectamos un Nunchuk al Wiimote, o si empleamos el mando clásico, con lo que el control pasa a ser similar al del juego original de Saturn, y resulta mucho más llevadero. Aún de este modo, el control requiere una cierta práctica, pues es poco usual y hay que acostumbrarse, si bien una vez dominado no supondrá ningún problema, al menos en las fases de vuelo (cuando nuestros personajes ponen pie en tierra su manejo es tradicional, pero malo). Así pues, el control presenta problemas, aunque en general son asumibles, viniendo el principal problema del juego en su estructura, de la que ahora hablaremos.
En NiGHTS, como ya hemos dicho, se alternan varios tipos de fases. Las de vuelo, atravesando anillos y recogiendo todo cuanto objeto se nos ponga a nuestro alcance, son de largo las mejores y más divertidas, aunque realmente nuestra labor prácticamente no cambie y, de no ser por los decorados, nos parecía estar haciendo siempre lo mismo; con todo, y aunque el vuelo no sea para nada libre (sólo nos movemos en dos dimensiones), la sensación es muy buena, y la velocidad a la que sucede todo requiere de mucha concentración, por lo que no hay un segundo de aburrimiento. Pero claro, como al final volar termina siendo siempre lo mismo, los chicos de Sega trataron de introducir otros elementos para aportar variedad y alargar el juego (que aún así es cortísimo), con poco alentadores resultados. Las fases a pie son monótonas, con plataformas absolutamente simples y que se reducen a avanzar; y los niveles en los que tenemos que volar con algún objetivo puntual, como encontrar a un enemigo bajo un telón o recoger ciertos objetos antes de que se caigan, son bastante absurdos y en absoluto divertidos (salvo alguna excepción, como un nivel en el que tendremos que ir tocando unas notas para interpretar una melodía). De este modo, nos encontramos con un desarrollo lleno de problemas jugables, en el que se alternan fases entretenidas con otras monótonas y que incluso llegan a resultar desesperantes; que carece de un argumento con algún peso específico que pueda servir para vertebrar la trama, y que para colmo tiene una duración de chiste, pues la historia de cada personaje se puede terminar en un par de horas, aunque al menos los récords son un buen aliciente para tratar de superarse, y el modo multijugador permite picarse con un amigo (y más vale que conozcamos a alguien, porque los rivales aleatorios en el wi-fi brillan por su ausencia).
Un juego con algunos detalles geniales y que, bien aprovechado, podría haber estado entre los grandes, pero que por culpa de varios problemas en aspectos decisivos se queda como un juego regular.
LO MEJOR
+ Buen trabajo artístico.
+ Agradable banda sonora.
+ La experiencia volando es divertida.
+ Poder desafiar a otro jugador.
LO PEOR
– La duración es irrisoria.
– El control tiene muchas lagunas.
– Ciertos niveles son un desastre.
– Los gráficos aprovechan poco el potencial de Wii.
Trailer
Review de NiGHTS: Journey of Dreams (Wii) – Pixfans
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