Alex Kidd, su historia
La historia de Alex Kidd es curiosa a la vez que injusta en cierto modo. Su origen se remonta al año 1985, en plena resurrección de las videoconsolas domésticas tras la crisis de 1983. Nintendo con su Famicom (NES) disponía de algo que iba a ser determinante en el futuro, una mascota. Mario se había convertido en un icono dentro del mundillo y las ventas de los videojuegos que protagonizaba se contaban en millones, pero SEGA era consciente de ello y si quería ser competitiva en el mercado dominado por el fontanero precisaba valerse de un personaje emblemático, y éste en un primer momento fue Alex Kidd, creado por Ossale Kohta.
Alex Kidd in Miracle World, un inicio prometedor
Su primera aventura videojueguil fue “Alex Kidd in Miracle Word” y se lanzó para la Master System en el año 1986, aunque no aterrizaría en Estados Unidos ni en Europa hasta el año 1987.
La historia de este título nos situaba a Alex en su planeta natal, Aries, donde es advertido por un hombre del ataque a la ciudad de Radaxian, y de la tiranía que sufren por culpa del malvado “Janken el Grande”. Alex deberá recorrer 17 zonas a lo largo de una original aventura plataformera con algunas particularidades, como la de tener que derrotar a los enemigos finales jugando al “Piedra, papel y tijera”. Un concepto original mezclado en algunos casos con golpes.
Por supuesto, las fases estarán pobladas por enemigos y obstáculos que nuestro protagonista tendrá que sortear, ítems ocultos en bloques y tiendas en las que se podrán comprar beneficios con el dinero recolectado por el camino. Además la inclusión de vehículos como la moto o el barco dotaban al juego de mucho dinamismo.
Hasta el día de hoy, la primera entrega es también el mayor éxito de Aled Kidd, y el juego más reconocido por parte de los jugones. Sin embargo cuando salió al mercado apenas fue capaz de hacerle sombra al bigotudo fontanero a pesar de ser el icono con más reconocimiento de SEGA.
Alex Kidd: The Lost Stars, desviándose del camino
El siguiente juego que protagonizaría Alex Kidd sería «The Lost Stars«, lanzado para recreativas en el año 1986 y un par de años más tarde versionado para Master System.
Obviamente la versión casera del juego salía perdiendo gráficamente si la comparamos con la de los salones recreativos, pero esta no era su única carencia. La ausencia del modo “a dobles” le restaba diversión, y en él podíamos controlar a la novia de Alex, Stella.
El desarrollo del juego mantenía algunas similitudes con “Miracle Word”, especialmente en su orientación plataformera. Sin embargo los objetos se habían suprimido casi en su totalidad, además de que la capacidad de ataque de Alex estaba mermada y el escenario era menos interactivo (se podían destruir menos bloques).
Jugablemente el sistema se había simplificado para convertirse en un para convertirse en un sencillo plataformas, donde el objetivo principal era recorrer 12 niveles saltando obstáculos y evitando enemigos. Los característicos combates al “Piedra, papel y tijera” también desaparecieron. Un sello de identidad de “Miracle World” que SEGA pensó que merecía ser descartado. A cambio el juego nos ofrecía unos “power-ups” que potenciaban las características de nuestro personaje, permitiéndonos saltar más alto o desplazarnos a mayor velocidad. Otros ítems aumentaban el tiempo restante.
En la versión arcade dispondríamos de tres vidas, que iríamos perdiendo por ejemplo si un enemigo chochase contra nosotros. Sin embargo en la versión casera este sistema sería reemplazado por una barra de vida que disminuiría tanto al tocar a un enemigo como a raíz del tiempo.
Técnicamente, “The Lost Stars” mejoraba en mucho a “Miracle Word”, pero suponía un retroceso en cuanto a jugabilidad, eliminando ideas buenas que dotaban de personalidad propia al título.
Este capítulo quizás fue uno de los puntos negros de la historia de Alex Kidd, pero antes de la salida de la conversión arcade a la Master System otro juego protagonizado por la entonces mascota de SEGA se encargó de empañar aún más el rumbo de la franquicia.
Alex Kidd: BMX Trial, un arcade de carreras
El hecho de que Alex Kidd: BMX Trial sólo saliese en el mercado nipón en el año 1987 no es algo casual. Alex dejaba a un lado sus aventuras plataformeras para protagonizar un juego de carreras en el que tendrá que recorrer varios parajes esquivando enemigos y obstáculos para llegar lo más lejos posible.
De todas formas, denominar a este título “juego de carreras” no es del todo preciso, ya que no existe una meta. El objetivo es recorrer el mayor trayecto posible sin agotar una barra de vida que se veía mermada por los obstáculos y enemigos bastante puñeteros y por el paso del tiempo.
Además, la mayor dificultad venía de la mano del “Paddle Controler”, un periférico utilizado por aquel entonces que volvía el control más complejo.
Técnicamente el Alex Kidd: BMX Trial no despuntaba, pero tampoco espantaba, y en general fue un juego pensado para sacar partido al periférico a costa de perder el norte.
Alex Kidd in the Enchanted Castle, de vuelta a la senda
Afortunadamente Alex se reencontraría con los seguidores de su aventura principal “Miracle Word” recuperando la esencia de antaño en una nueva entrega plataformera para la Megadrive titulada “Alex Kidd in the Enchanted Castle”. Con ella volvían los ítems y los vehículos junto con los clásicos enfrentamientos a “Piedra, papel y tijera” con los jefes finales.
Dejando a un lado la evidente evolución técnica propiciada por los 16 bits de SEGA, cabe decir que ahora ya no encontraríamos las tiendas en las que comprar objetos. Éstas se han convertido en salas en las que se realizarán los enfrentamientos a “Piedra, papel y tijera” contra un enemigo para obtener un objeto, por el que tendremos que pagar un precio más elevado a medida que perdamos combates. El sistema de ítems también cambia, y ahora podremos guardar y utilizar los objetos que consigamos en cualquier momento de la aventura. La parte negativa es que el abanico de ítems y vehículos se reducía.
La historia de “Enchanted Castle” nos relata cómo Thor, el padre de Alex, ha sido secuestrado por el gobernaor de Paperrock, y nuestra misión cómo no, es liberarlo de sus garras a través de 11 niveles desarrollados al estilo de “Miracle World”. Es decir, eliminando enemigos a puñetazo limpio, destruyendo obstáculos y saltando de plataforma en plataforma a lo largo de escenarios variados.
“Alex Kidd in the Enchanted Castle” fue el único juego que Alex protagonizaría en la generación de 16 bits y el título más exitoso junto a “Miracle World”, y al menos entonces fue suficiente como para que siguiese manteniendo el status de mascota principal de SEGA.
Alex Kidd in High-Tech World, la versión de un juego japonés
En el año 1989 se lanzaría «Alex Kidd in High-Tech World» para la Master System. Un juego bastante particular que guarda un cierto paralelismo con la versión europea y americana del Super Mario Bros 2.
Si el Super Mario Bros 2 que salió en Occidente era una versión modificada del juego japonés “Doki Doki Panic!” al que se le habían sustituido los personajes principales por Mario y compañía, el Alex Kidd in High-Tech Word era una modificación parecida sólo que del juego “Anmitsu Hime”. Obviamente esta versión se trataba de un juego a ratos aburrido y a otros extremadamente frustrante, en parte por la única vida de la que el jugador disponía. Además no conservaba la esencia plataformera del “Miracle World” y lo único que consiguió SEGA con este lanzamiento fue dañar aún más la imagen de su personaje emblema.
Alex Kidd in Shinobi World, su última aventura
La última aventura protagonizada por Alex Kidd saldría en el año 1990 bajo el título “Alex Kidd in Shinobi World” para la Master System. Se trataba de una versión modificada del juego cancelado “Shinobi King”, que parodiaba el mundo de “Shinobi”, otra de las franquicias de la compañía nipona.
Una vez más SEGA se alejaba de los cánones jugables establecidos en “Miracle World” y “Enchanted Castle” al no dotar al protagonista de sus habilidades propias y universo característico. Éste último, sería sustituido por un mundo de ninjas en el que Alex tendría que rescatar a su novia a lo largo de 12 niveles.
Lo cierto es que este título resultó más entretenido que “High-tech World” pero el daño ya estaba hecho. Alex había vuelto a protagonizar otro juego alejado de su estilo a base de retales de otros juegos.
Sonic, ¿el asesino de Alex?
Llegó el año 1991 y con él un erizo de color azul equipado con unas zapatillas deportivas que atravesaba los niveles plataformeros a una velocidad de vértigo. Sonic presentaba una sólida y sencilla propuesta jugable, recoger anillos y llegar a la meta lo más rápido posible. No tenía que detenerse a la hora de derrotar a los enemigos, simplemente se transformaba en una bola de pinchos que los arrollaba sin ver mermada su velocidad. Ésta adictiva mecánica unida al innato carisma del protagonista era justamente lo que SEGA llevaba años buscando, un icono, una mascota con potencial capaz de competir de tu a tu con Mario.
La era de Alex Kidd había concluido, Sonic era la carta de despido gracias a su rotundo éxito en las ventas, y el orejudo personaje que durante 5 años había luchado por ser el abanderado de SEGA firmaba su carta de despido y se marchaba por la puerta de atrás.
Pero… ¿realmente Sonic mató a Alex Kidd? Mi opinión es que quién lo mató fue la propia SEGA. De los 6 juegos que Alex protagonizó tan sólo “Miracle World” y “Enchanted Castle” eran realmente títulos puros de la franquicia, y si Alex Kidd pasó a la historia fue únicamente por protagonizar estos dos títulos. La decisión de SEGA de usar la imagen de su entonces mascota para promocionar juegos alejados de la esencia original acabaron por desgastar a un más que digno personaje.
Tal vez la salida de Sonic eclipsó de lleno a Alex Kidd, pero sólo hay que ver cómo su competencia Nintendo ha cuidado siempre a sus segundones. Donkey Kong, Kirby, Samus Aran o Fox McCloud no le hacen sombra a su líder, el famoso fontanero italiano, pero forman una interesante familia de personajes capaces de seguir protagonizando sus propios títulos. Tal vez ese era el sitio de Alex, pero SEGA sólo tuvo ojos para Sonic y nuestro orejudo amigo no volvió a protagonizar ninguna aventura.
Y hoy en día, ¿qué queda de él?
Alex Kidd volvió a aparecer en algunos juegos, pero sólo en forma de cameo y sin ningún tipo de trascendencia ni importancia.
- En el juego Alered Beast (1988) podíamos encontrar dos lápidas en el primer nivel con los nombres de “Alex y Stella” (su novia). ¿Era un vaticinio del futuro que le esperaba?
- Las dos últimas veces que se le vio el pelo a Alex Kidd fueron en el videojuego SEGA Superstars Tennis, y en el Sonic & SEGA All-Stars Racing. En ambas ocasiones aparecía como un personaje secundario seleccionable.
La posibilidad de que Alex Kidd vuelva a protagonizar un videojuego es prácticamente nula, teniendo en cuenta que ya se han cumplido 20 años desde su última aventura “The Enchanted Castle”. Además SEGA no ha comunicado ninguna noticia a cerca de él, y parece que seguirá guardándolo en el baúl de los recuerdos.
¿Cómo sería un juego de Alex Kidd hoy en día?
Es difícil imaginar cómo sería un juego de Alex Kidd hoy en día con la cantidad de cambios técnicos y jugables que ha sufrido el género de las plataformas durante estos últimos años. Por mi parte, creo que debería mantener su estilo plataformero junto con los ingredientes que tan famoso lo hicieron en “Miracle World” y “Enchanted Castle”: ítems por doquier, el juego de “Piedra, papel y tijera” adaptado de una manera u otra, saltos ajustados y vehículos. También considero interesante dotar al juego de algunas características de rol, ya que en su día las tuvo, como las tiendas donde podíamos comprar ítems o los aumentos en los atributos de los que hacía gala en “The Lost Stars”, donde podíamos aumentar su salto o velocidad.
Pero todo esto es soñar, y es improbable volver a ver a Alex Kidd al menos a corto plazo. Tal vez algún día volvamos a verlo protagonizando su propia aventura y firmando su resurrección. Actualmente Sonic no está pasando por su mejor momento y tal vez SEGA debería darle a Alex esa oportunidad que le negó en su día, compartir el protagonismo con el erizo azul. Mientras tanto sólo nos queda soñar y disfrutar de las aventuras pasadas.
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