Águila Roja, el videojuego
La gente de la productora Globomedia me ha invitado a los estudios de grabación de la serie Águila Roja para asistir a la presentación del videojuego.
Águila Roja es una serie de aventuras ambientada en la España del siglo XVII que está protagonizada por un justiciero que ayuda a los desfavorecidos y que pretende esclarecer la verdad que se oculta tras el asesinato de su esposa.
Al ser una serie emitida por la Televisión Española, las dos temporadas de las que consta por ahora se pueden ver online de forma gratuita desde la página web oficial de la cadena.
Nada más llegar a los estudios de rodaje allá por Pozuelo, los asistentes fuimos guiados a través de los decorados de época en los que tienen lugar las escenas de la serie. La escuela, la casa del protagonista, la calle principal, la iglesia… Una pequeña villa antigua recreada de una forma magistral, con multitud de detalles, situada dentro de una nave industrial del polígono, con un cielo plagado de focos de luz de distintos tamaños.
La verdad es que me hubiera gustado ilustrar estas palabras con fotos de las diversas localizaciones. Sin embargo, sólo se nos permitió fotografiar la taberna en la que tuvo lugar la presentación.
El actor Roger Berrenzuelo, que interpreta al campesino Martín en la segunda temporada de la serie, salió a recibirnos y nos confesó que le había sorprendido su caracterización en el videojuego como «mozo del almacén». No se lo esperaba, y llamó a sus amigos para decirles «¡mirad!, ¡creo que salgo en un videojuego!»
Roger me pareció un chico muy simpático, cercano y agradable, y nos contó alguna anécdota de la serie. Por ejemplo, desde el capítulo en el que el guión le requirió que enseñase el culo las cartas de las fans se incrementaron exponencialmente. También nos acompañó durante toda la presentación y al final de la misma nos contó su experiencia como jugador de Águila Roja y a la vez nos descubrió su nombre de usuario, que lo mantendré en secreto para que nadie vaya a atacarlo. Sólo daré una pista, anda mal de cereales.
El videojuego de Águila Roja
Pero dejémonos de rodeos y tratemos de una vez lo que aquí nos interesa, el videojuego. Se trata de un multijugador online gratuito con elementos estratégicos al estilo del popular OGame. Partiendo de la base de que la mecánica de construir, mejorar, administrar y combatir funciona, el reto de este Águila Roja reside en forjarse una personalidad propia y personalmente creo que lo consigue o que más bien ésta viene dada directamente de la propia licencia.
La caracterización de los personajes está muy lograda gracias a unos afables dibujos tipo cómic. Sin embargo el punto fuerte del juego es sin duda el formar un todo con la serie. Los cambios impuestos por el guión se materializan normalmente en forma de misiones relacionadas con la trama, y éstas se activan tras la emisión del capítulo. Este detalle, que requiere que el juego esté en continuo desarrollo y mejora, es un gran acierto ya que incentiva constantemente al jugador con nuevos retos.
La serie también sale beneficiada de la implementación digital captando a jugadores de dentro del propio juego como telespectadores, y además la licencia se sigue explotando una vez finalice la temporada y se esté a la espera de una nueva -con misiones de relleno irrelevantes para la trama principal-.
Nuestro objetivo en Águila Roja consiste en gestionar una villa del siglo XVII tomando el rol de gobernador. Como viene siendo habitual en este tipo de juegos, nuestras decisiones condicionan el desarrollo, y podremos optar por varias vías: militar, económica o científica. Invertiremos convenientemente en un bien u otro y de nuestra buena gestión dependerá el futuro de nuestros súbditos.
Los avances tecnológicos se obtienen en la escuela Alonso, y nos permitirán mejorar nuestra producción, armar mejor a nuestro ejército u obtener diversas ventajas.
En la tienda del pueblo se da cita un pequeño juego de oferta y demanda. Podremos interactuar con otros jugadores y comprar y vender las materias. Pero la inflación no es cosa del mundo real, y si una de las misiones pide tal producto su precio probablemente se incremente durante un determinado periodo de tiempo.
El cuartel será donde gestionaremos los aspectos militares y éste estará encabezado por un comisario. Las tropas formarán un ejército necesario para atacar a otros jugadores -y robar materias si ganamos- o para defenderse de los mismos. Estas confrontaciones se equilibran con la rentabilidad. A un jugador avanzado probablemente no le interese atacar a un novato, puesto que los beneficios que va a obtener con tal maniobra son mínimos. De esta forma se fomentan los enfrentamientos entre jugadores de un mismo nivel.
Las cabañas de espías nos permitirán conocer las miserias o grandezas de los vecinos. Son fundamentales para saber quién nos rodea y si nos interesa atacarlo por sus recursos o si nos conviene empezar a protegernos.
Las embajadas juegan un papel muy importante a nivel social. Están formadas por diversos jugadores que actúan en grupo y se alían para atacar o para defenderse de los enemigos comunes. Las batallas masivas y coordinadas pueden tener lugar a una hora concreta, por lo que es posible presenciar enfrentamientos entre cientos de jugadores.
En definitiva, Águila Roja es un juego de esos que te tiene atado a la pantalla unos 10 minutos al día y que te mantiene intrigado el resto del tiempo por aquello de qué pasó mientras estabas ausente. Además cuenta con el aliciente de estar basado en una de las mejores licencias españolas de la actualidad. Quizás en esta página no estemos muy acostumbrados a escribir o leer sobre este tipo de «juegos-web», sin embargo hasta el día de hoy nunca había visto un juego y una serie caminando juntos de la mano en una misma dirección.
El juego en sí ya es un éxito puesto que cuenta con más de 130.000 usuarios registrados y más de 50.000.000 de páginas vistas en su escaso mes y medio de vida. De la misma forma, el capítulo de la serie emitido la semana pasada fue visto por nada mas y nada menos que 5.700.000 espectadores.
Y el juego, ¿cómo se sostiene? ya que es gratuito y además se nota que requiere una actualización constante. Sus creadores dicen que mediante el negocio reside en la venta de mejoras que otorgan una ventaja puntual a quien las compra. Estiman que un 20% de los jugadores pagarán en algún momento por alguna mejora, aunque insisten en que no son determinantes en la búsqueda del éxito y que existen jugadores en el top que nunca se han gastado un duro.
Uno de los últimos añadidos de este Águila Roja es su integración con Facebook. Un juego tan social sin esta característica estaría incompleto, y aunque se juega más cómoda desde la web oficial que vayan temblando los pingüinos de la granja.
Juego: Mi Águila Roja (Juego web. Gratuito. Requiere registro)
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