7 tipos de passwords de los videojuegos de antes
Hoy en día estamos tan acostumbrados a guardar la partida que los más jóvenes ni saben lo que es esto de los passwords y los videojuegos (comprobado con mis sobrinos), pero en otro tiempo fueron uno de los sistemas más usuales para poder continuar jugando desde un punto determinado en un videojuego. Era una época en la que muchos videojuegos ni siquiera permitían guardado de ningún tipo y había que jugarlos del tirón, a veces en partidas de muchas horas. Pero gracias a las baterías para guardar partidas en los cartuchos y a los passwords pudimos disfrutar de experiencias cada vez más largas y complejas.
En este post vamos a recordar algunos de los tipos más habituales (y también algunos más atípicos) de estos códigos que de tanta utilidad nos sirvieron. Seguro que os salpican algunas gotas de nostalgia.
El clásico
La forma más tradicional de password fue sin duda un alfabeto, en ocasiones también con números, para introducir un código de una o dos líneas. Lo podéis ver por ejemplo en la imagen de Prince of Persia, pero era el que caracterizaba a la gran mayoría de juegos con passwords. Seguro que muchos de vosotros tenéis en algún lugar de vuestra casa alguna libreta con unas líneas de letras que no tienen sentido si no se introducen al inicio de determinado videojuego para no tener que jugar desde el principio.
El colorido
Si los passwords clásicos eran sosos y feos, algunos juegos optaban por deleitarnos con bonitas letras o números. Mirad si no las de Mega Man X, con esos números tan relucientes y los simpáticos Met por ahí dándose una vuelta.
El largo
Passwords de entre 5 y 20 letras o números eran lo más normal, pero había juegos a los que no les llegaban tantos caracteres por la mucha información que querían guardar, lo que dio lugar a códigos kilométricos como el que podéis ver del Super Tennis con nada menos que 56 caracteres. Era un poco rollo tener que ponerlo y gastábamos páginas de libreta muy rápidamente, pero nos permitía guardar el torneo en el que nos habíamos quedado y cómo estaba el ranking completo del circuito mundial. Precisamente por ello este tipo de passwords eran bastante usuales en los juegos deportivos.
El infame
No se me ha ocurrido un mejor nombre para una variante del anterior mucho más molesta y hasta desquiciante. Una cosa es un password largo, que hay que ir introduciendo con algo de tiempo y paciencia, y otra muy diferente es un password que con frecuencia hay que revisar en más de una ocasión por las complicaciones para introducirlo bien a la primera, como podía pasar por ejemplo en el International SuperStar Soccer Deluxe de Super Nintendo. ¿Cuál era el problema? pues que además de ser un password muy largo (con lo que ya de por sí era fácil confundir una letra con otra similar) no se componía solo de caracteres alfanuméricos, sino también de una serie de símbolos, incluyendo los palos del póker, que hacían que pasar aquellas 60 figuras a una libreta tuviese su intríngulis, y todavía había que volver a introducirlo en el propio juego, que esa era otra. Al acabar todo este proceso rezabas asustado para no leer un mensaje de error que te haría tener que volver a inspeccionar todo para encontrar el error. Recuerdo con alivio pasar al ISS 64 que felizmente nos guardaba la partida, y olvidarme de las libretas…
El visual
Ni letras, ni números, ni símbolos. Una serie de juegos apostaron por passwords hechos a base de imágenes. A veces nos obligaban a ser un poco creativos a la hora de trasladarlos al papel, pero al fin y al cabo eran un gustazo en comparación con otros, y quedaban de lo más estético. De los passwords “ilustrados” uno de los tipos más habituales era el que funcionaba con objetos del propio juego, que había que colocar en el orden oportuno. El maravilloso Super Castlevania IV tenía ese sistema, y también lo podéis ver en la imagen de la derecha correspondiente a Goof Troop. Las páginas de libretas con passwords de estos juegos solían quedar bastante chulas si éramos un poco buenos (y rápidos) dibujando. Si no, pues asignar una letra a cada item y hacerlo de la manera más fácil.
El cuadriculado
Pocos métodos recuerdo más sencillos para introducir un password que el de King Arthur’s World. Era solo un cuadrado de 4×4 en el que había que marcar o no marcar casillas. Muy fácil de anotar (sobre todo en una libreta cuadriculada) y todavía más de introducir. Por cierto que con esto del password acabo de recordar con mucha nostalgia este peculiar juego que pasó bastante desapercibido. Algún día escribiré sobre él.
El reto
El password más original y atractivo de los que incluimos en esta categorización nos lo ofrece el Dragon’s Lair de SNES. Se trata en realidad de una fase jugable en la que hay que ser habilidoso para poder introducir las esferas con letras en su lugar correspondiente, como podéis ver en el vídeo. La verdad es que no era nada fácil y podía resultar frustrante, pero bueno, la recompensa de no tener que volver a jugar todo otra vez valía la pena, aunque con esa misma idea está claro que podían haber hecho algo mucho más divertido.
Estos son algunos tipos básicos con ejemplos concretos, pero en estas categorías se integrarían la mayoría de los juegos con passwords. Si se os ocurre alguna a mayores, o cualquier otro recuerdo que os haya venido a la mente, no dudéis en ponerlo en los comentarios.
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