40 años del Betamax
En mayo de 1975 la compañía japonesa Sony lanzaba un sistema de vídeo que estaba llamado a cambiar la industria audiovisual. Se trataba del Betamax, un formato de vídeo análógico basado en cintas de vídeo en color que permitía ver películas y grabar programas de televisión, incluso en un canal distinto al que se estaba viendo. Este formato de vídeo se convirtió en uno de los más populares en la década de 1980, y es muy recordado por su pulso con el VHS por hacerse con el predominio del vídeo en aquella época.
Se trataba de un sistema de cintas magnéticas en las que se grababan señales de sonido, vídeo y sincronización, y que se usaban en un aparato con el que el propio usuario podía vizualizarlas o grabarlas. Para su lanzamiento en 1975 el Betamax iba incorporado a una televisión, y sería el año siguiente cuando se comenzó a vender como un equipo separado y compatible con la mayoría de televisiones. Durante 15 años, Betamax fue evolucionando y adquiriendo cada vez más funcionalidades y mejorando sus características, hasta que en 1990 se lanzó el SL-HL-2100, que sería el último modelo comercializado, aunque todavía tuvo suporte durante una década más.
Durante unos meses el sistema de Sony no tenía competencia, pero en 1976 se lanzaba el formato VHS, de JVC y Matsushita (Panasonic), comenzando lo que iba a ser una feroz competencia entre ambos formatos, que duraría años. Aunque el Betamax permitía una mayor resolución (lo que suponía mejor calidad de imagen, aunque poco apreciable) y mejor calidad de sonido, el VHS salió al mercado con cintas de dos horas, mientras que en aquel momento las de Betamax solo permitían una. Estos aspectos fueron importantes, pero lo que realmente inclinó la balanza del lado del VHS fueron las facilidades dadas a los fabricantes de vídeos por otras marcas, pues JVC no fue tan restrictiva ni exigió tanto dinero en las patentes como Sony. En 1984 había 40 empresas fabricando reproductores VHS, y sus ventas triplicaban a las de Betamax, por lo que la guerra ya estaba decidida.
Sony siguió dando su apoyo a su sistema hasta 2002, pero en 1988 ya había admitido su derrota al anunciar la producción de una línea de grabadoras VHS, que para entonces ya tenían más del 90% del mercado. Mejor suerte tuvo el Betacam, una versión más profesional que todavía sigue comercializándose, y que se utiliza incluso para la filmación de series de televisión o películas.
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