Respuestas a las grandes preguntas sobre Xbox One
Xbox One, la nueva consola de Microsoft ya es una realidad. Su presentación no ha levantado pasiones precisamente, y hemos comprobado que mucha gente está desconcertada por una serie de cuestiones que no han quedado muy claramente resueltas por Microsoft y que desde antes incluso del lanzamiento de la consola generaban muchísima expectación. Aunque nosotros también estamos bastante confusos respecto a algunas de ellas, resumimos lo que sabemos sobre algunas de las grandes preguntas que se plantean alrededor de esta consola:
- ¿Será compatible con los juegos de XBOX 360?
- ¿Se podrá jugar a juegos de segunda mano?
- ¿Se pueden jugar juegos instalados sin poner el disco?
- ¿Podremos llevar nuestro juego a casa de un amigo?
- ¿Habrá que estar permanentemente conectado a internet?
- ¿Es verdad que Kinect va a tener que estar siempre conectado?
- ¿Cuánto va a costar la consola?
Pues no. Desde Microsoft han dicho que por temas de arquitectura sería una limitación para su nueva consola, así que nada, una vez más olvidémonos de que nuestra flamante máquina reciba esa tremenda colección que todavía queremos seguir jugando en su antecesora. Desconozco hasta qué punto ofrece dificultades y encarece la consola la retrocompatibilidad, pero yo creo que sería una gran forma de mantener fieles a la gran base de usuarios de la anterior consola, pero allá Microsoft.
Pues sí, pero habrá que pagar un plus. Se había especulado en cantidad sobre el tema, y al final se ha confirmado que las cosas van a cambiar. Cada juego habrá que instalarlo y quedará vinculado a una cuenta de XBOX Live, por lo que no se podrá instalar en más máquinas. Bueno, sí se podrá, pero pagando por internet, lo que permitiría jugar la instalación sin disco. La verdad es que necesitamos más detalles, porque esto genera muchas dudas. Especialmente importante va a ser lo alta o baja que resulte la tarifa, pues si nos va a costar casi lo mismo activar un juego de segunda mano que comprarlo online la cosa va a ser absurda. El caso es que Microsoft ha afirmado que se podrán cambiar y vender juegos, así que a ver en qué se traduce eso. Lo que parece claro es que el negocio de los juegos de segunda mano como lo entendemos se ha acabado con XBOX One.
Sí, se va a poder. Lo que suponemos es que si lo vendemos de segunda mano, existirá algún sistema que nos impida seguirlo jugando. Seguro que eso Microsoft lo tiene atado y bien atado.
Desde Microsoft han dicho que sí, aunque la explicación tampoco ha sido muy completa. Lo que yo entiendo es que tendremos que llevar el juego físico y abrir nuestra cuenta de Xbox Live, y entonces podremos usar nuestro juego e incluso nuestros savegames «de la nube» en casa de ese amigo. Pero claro, tan pronto como él vuelva a su cuenta se le acabará el juego (o eso, o seguramente habría que pagar alguna tarifa). Esto también nos plantea la duda de varias personas con varias cuentas en una misma consola. Microsoft ha dicho que habrá una solución para gente que use la misma consola, pero aún está por ver cuál es.
No pero sí. Respuesta ambigua por lo siguiente: Los desarrolladores van a poder crear juegos que se puedan jugar totalmente offline, de modo que será posible jugar sin la consola conectada a internet. Visto lo que muchos nos temíamos no parece una mala noticia. Pero también han dicho desde Microsoft que se podrán crear juegos que usen la nube para funcionar, incluso en modo de un jugador. Dado que desde Microsoft «esperan que lo hagan» (las desarrolladoras), es más que probable que nos encontremos con muchos juegos que no podamos usar sin estar conectados a la red. Habrá que esperar también, pero como con esto se les vaya la olla yo creo que le pondrán muchas facilidades a PS4, y la famosa nube podría ser un arma de doble filo. Además, para que lo comentado de la segunda mano tenga sentido, al menos en la instalación de los juegos se va a requerir conexión a internet, y aunque desde Microsoft se ha afirmado que la consola no tendrá que estar siempre conectada, varias fuentes han indicado que parece ser que con cierta frecuencia será obligatorio, puede que incluso una vez cada 24 horas.
Pues parece ser que sí. Una noticia bastante sorprendente, pues aunque el aprovechamiento del sensor para los menús parece interesante, la sensación de tener una cámara conectada obligatoriamente no parece que esté haciendo mucha gracia a la gente, tanto por el tema de la privacidad como por el de las habitaciones oscuras o poco espaciosas.
Pues como ya viene siendo habitual, no tenemos ni idea. Una de las preguntas más repetidas y que quizá ni sus propios creadores sepan, a la espera de fijarlo tras saber lo que haga Sony. Algunos rumores hablan de 500 dólares, lo que ya sabemos que al cambio serían 500 euros, pero de momento no son más que rumores.
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