La máquina del duro

A finales de la década de los ochenta y principios de los noventa era raro el bar que no tenía su maquinita arcade. Dependiendo de qué juego tuviese cargado los chavales de entonces íbamos a jugar a uno o a otro. Teníamos localizados los Shinobi, los Hammerin’ Harry, los Street Fighter y, en definitiva, todos los juegos que nos interesaban.

Las partidas a todas las máquinas costaban 25 ptas, excepto en una. Se trataba de una alternativa de bajo coste a las máquinas de SEGA y quizá no tan divertida como el Tetris pero vamos, a veces uno iba pelado, así que iba a jugar a la ‘la máquina del duro‘.

Tras el aspecto de un juego de carreras con volante incluído se escondía un juego de habilidad protagonizado por nuestra moneda, que tras ser introducida por la ranura aparecía tras el cristal. Mediante volantazos a un lado y a otro debíamos guiarla rodando a la salida, teniendo cuidado de que no cayese por alguno de los agujeros que se ocultaban tras las curvas. Si conseguíamos llegar a la meta recuperábamos el duro, lo que nos llenaba de felicidad. Y si no, pues había que meter otro. Y así nos podíamos pasar la tarde.

20 comentarios en “La máquina del duro”

  1. Un juego odioso, te hacía perder las pesetas como bobo. Yo creo que jugué una o dos veces, mi dinero no se malgastaba en las máquinas, sino en el papeo.

  2. Que grandes recuerdos, lo que me gustaba a mi esa máquina, y lo listos que eran en los salones recreativos que frecuentaba, siempre posicionada cerca de la puerta, para que no salieras con dinero en los bolsillos todo tenía que quedar dentro de esas cuatro paredes hasta la última peseta xDD

    Yo tengo por aquí unos planos que hice para construirme una máquina del duro de pared, tengo que retomar el proyecto.

  3. Que grande el ingenio de algunas personas. Nunca lo había visto así que hoy aprendí algo nuevo.

  4. Angelo Fakemon

    Recuerdo que hace muchos años, a principios de los 80 en el parque de atracciones del Tibidabo, en el salón recreativo estaba lleno de maquinas tragaperras anteriores a la era digital. Funcionaban a duro y era una auténtica delicia jugar con aquellos vetustos armatostes.

  5. Cuando veo fotos como esa me echo a llorar. Anda que no perdí monedas como un tonto. Y sí, las ponían a la salida. Eran muy listos.

    Siempre da la sensación que uno va a ser más hábil con sus manos que con un joystick.

    Y no lo es…

  6. Que recuerdos, me encantaba jugar a esta máquina, y os puedo prometer y prometo, que le cogí tanto vicio que una vez terminé casi 15 veces el recorrido con la misma moneda.

  7. Nunca llegué a probar esa máquina, tenia pinta de ser difícil.

    Newzombie un duro son 5 de las antiguas pesetas.

  8. Es la primera vez que oigo de una máquina así.
    Lo más cercano que conozco es un armatoste con forma de escalera móvil lleno de fichas, insertabas una por encima y rezabas por que empuje a las demás en una reacción en cadena para ganar más fichas (espero que haya algunos que la recuerden).
    Se podría decir que fué mi primera máquina tragaperras

  9. Yo conseguí completar el recorrido UNA vez en mi vida, así que puedo morir tranquilo… xD

    10 pesetas me costó tamaña hazaña, es decir, 10 intentos.

  10. Pingback: Y esta semana tenemos… (#29) | Blog de kaiserland77.com

  11. Si yo tambien la vi en uno de los recreativos que frecuentaba, en un rincon alli siempre solitaria. ¿ Cuanto valdria ahora ? , ¿ un centimo ?, ya seria mas cara que entonces.

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