Emuladores, nostalgia y curiosidades
Introducción
Todos los que pertenecimos a esa generación de chavales que crecieron con una máquina de 8-bit conectada al televisor soñamos en más de una ocasión con ser los dueños de un salón recreativo o con tener el dinero suficiente como para comprarnos todos los videojuegos del mundo.
Pasábamos las horas rejugando a cartuchos que conocíamos de memoria mientras leíamos atentamente los análisis de las revistas para planificar minuciosamente nuestras futuras adquisiciones. Los juegos frescos sólo llegaban en los días especiales -cumpleaños, navidades…- y había que estar bien informado para elegir ese título que nos acompañaría durante semanas y meses…
¡Quién fuera rico y pudiese tener todos los juegos y todas las consolas del mundo!, exclamábamos, mientras soñábamos con que cerrasen sólo para nosotros el salón recreativo del barrio y pudiésemos jugar sin esperar a cualquiera de sus máquinas arcade.
Los años pasaron, llegaron los noventa y la consola del salón duplicó su potencia. ¿Eres de Nintendo o de Sega? Pues dicen que la mejor es una tal Neo Geo, pero que nadie la tiene por que es muy cara. Los ordenadores con capacidades multimedia y con ese botón de turbo -siempre pulsado- se hicieron un hueco en nuestro dormitorio, y los CDs empezaron a llenar los huecos de nuestras estanterías.
De pronto, el ordenador traía una pegatina donde se leía «Pentium» y enganchado al puerto serie nos encontrábamos con un flamante módem con el que conectarnos a Internet. Sin embargo, las conexiones en casa eran caras, sin tarifa plana y para poder estar conectados íbamos a los cybers.
Nos encontrábamos en una época de cambios y poco a poco íbamos aprendiendo nuevas cosas. Mientras la mayoría aprendió a utilizar el Netscape para navegar, el mIRC para charlar y el email para enviarse cadenas, algunos nos interesamos un poquito más y subimos nuestra primera página web personal a Geocities, Xoom o Tripod. Qué bien le quedaba su icono de «optimizado para Internet Explorer» y su obrero de «en construcción».
Pero dejemos a un lado la nostálgica web 1.0 y centrémonos en otra de esas cosas que llegó con la popularización de la red de redes, los emuladores. Sí, para muchos de nosotros estos programas capaces de transformar nuestro ordenador personal en cualquier máquina del pasado llegaron con Internet. En algún sitio leímos de su existencia y nos los descargamos de Emulatronia.
Los cartuchos de la Megadrive, de la NES… o las cintas del Spectrum tomaron forma de archivos. Se abrían con el programa y se jugaban, como en su día pero con el teclado o con algún joystick o gamepad después de calibrarlo. El Callus trajo los «yo contra el barrio» y con ellos la magia de los recreativos a nuestro PC, aunque lamentablemente en una época en la que habían pasado de moda. Más tarde, gracias al MAME, por fin pudimos jugar indefinidamente a todas aquellas joyas que nos dejaron sin monedas. De esta forma descubrimos que con continuaciones infinitas ningún juego es difícil y que sin cinco duros de por medio, morir no tiene sentido. A fuerza de pulsar el botón de «coins» o de utilizar los «savestates» llegamos más lejos de lo que nadie había llegado en nuestro barrio, pero con trampas.
Lo que hubiéramos dado por disfrutar de todas las posibilidades que nos brindaban los emuladores años atrás, cuando los juegos estaban de moda. Sin embargo, ahora los CDMix se intercambiaban en los recreos, las Voodoo pintaban el Quake Arena en la pantalla y en los salones arcade comenzaban a luchar en tres dimensiones los polígonos del Virtua Fighter y del Tekken.
A pesar de que en nuestras máquinas corríamos juegos más actuales los emuladores y especialmente las ROMS se convirtieron en uno de los materiales más buscados y demandados de la red., probablemente junto con los MP3. Un buen puñado de webs nos ofrecían los enlaces de descarga, sin embargo había que darse prisa por que los dueños de los servidores no tardaban en borrar los archivos. Eran otros tiempos. Ahora con una simple búsqueda en determinadas páginas podemos acceder a las descargas de los ROMSETs -todas las ROMS- de los sistemas más populares.
Bloodlust Software
Al legendario equipo de Bloodlust Software le debemos mucho en materia de emuladores. Este grupo de desarrollo, formado por los entonces estudiantes Icer Addis y Ethan Petty, nació en el año 1992 para protestar contra las críticas y controversias sobre el siempre polémico tema de la violencia en los videojuegos. ¿Cómo lo hicieron? Pues creando una serie de títulos caracterizados por una violencia extrema y absurda.
El primer título que engendró Bloodlust Software fue Executioners (DOS, 1992), un beat’em up cargado de ingredientes polémicos: enanos, travestis, mutilaciones, litros de sangre, violencia a raudales… Icer se encargó de la programación y Ethan Petty ayudó con los efectos de sonido, la música y se encargó además de las digitalizaciones de voz.
En realidad el juego es muy, pero que muy sencillo y su único atractivo es su contenido de mal gusto, sin embargo se vendió bastante bien para tratarse de un juego amateur de la época (unas 1000 copias).
Podríamos dedicarle un artículo completo al legado de Bloodlust Software, la mayoría, juegos que podemos descargar gratuitamente desde su página web oficial. Sin embargo, vamos a centrarnos en lo que nos corresponde ya que de la mano de esta gente vieron la luz algunos de los primeros emuladores que trasladaron la emoción de las máquinas del pasado a la pantalla de nuestra computadora.
NESticle
El NESticle (DOS & W95, 1997) fue uno de los primeros emuladores freeware del panorama. Su nombre procede de la unión de las palabras NES y testicle (testículo), algo que demuestra que su autor Icer Addis (que aquí firmó como Sardu, aunque también utilizaba el apodo de Smegma) continuaba dotando a sus creaciones de elementos polémicos.
NESticle era gratuito (freeware) frente a otros emuladores de pago (shareware) como iNES, pero además era muy rápido y pronto se hizo con el mercado introduciendo por primera vez en la casa de muchos jugones, la magia de las consolas viejas.
Pero todos sabemos que gratis no quiere decir libre, y el código fuente del NESticle estaba guardado por Icer «bajo llave» hasta que un cracker llamado Donald Moore (alias MindRape) del grupo Damaged Cybernetics logró hacerse con él. Este hecho provocó que el autor abandonase el desarrollo del emulador y que el NESticle viese su última actualización (a la versión x.xx) el 18 de agosto de 1998.
La «muerte» del NESticle no fue una gran pérdida como pudiera temerse. El mundo de la tecnología avanza a pasos de gigante y para entonces otros emuladores con mejores prestaciones y características ya habían tomado el relevo. Pero si algo le debemos a Icer y a su NESticle es la introducción de ciertas funciones que heredarían los emuladores hasta la actualidad como los «save states», el «automatic frameskip» o el «juego en red».
Genecyst & Callus
Bloodlust Software, además del popular NESticle, nos dejó otros dos emuladores. El primero de ellos fue el Genecyst, que emulaba la Megadrive y que en su época fue uno de los más punteros de la scene por su gran velocidad y por su capacidad para emular el chip de sonido de Yamaha YM2612. Por otro lado, el Callus nos permitía disfrutar de los títulos que habían sido lanzados para la placa arcade de Capcom, la CPS-1. Entre ellos se encontraban un buen puñado de beat’em ups y el Street Fighter II entre otros.
Muchas veces se comenta aquello de que las compañías desaprovechan el talento de esa gente que destaca por encima del resto con sus creaciones en la red, pero éste no es el caso. Icer Addis en el año 1998 es contratado por Electronic Arts como programador y a lo largo de su trayectoria profesional participaría en el desarrollo de los juegos Madden NFL 2000 (1999), Madden NFL 2001 (2000), NCAA Football 2002 (2001), Medal of Honor: Frontline (2002), Madden NFL 2003 (2002), SSX 3 (2003) y NASCAR Thunder 2004 (2003).
Spectrum, de Pedro Gimeno
El fenómeno de la emulación podría parecer algo que se estaba cociendo fuera de nuestras fronteras, sin embargo, a finales del año 1992 la revista PCManía publicó el primer emulador de Spectrum español, «spectrum.exe». Su autor, Pedro Gimeno, buscaba una forma de que su ordenador no se perdiera aunque se estropeara.
El Spectrum.exe Emulaba el modelo de 48k y corría en ordenadores con un procesador de 386 en adelante.
Más información: Entrevista a Pedro Gimeno en Speccy
PROBLEMAS LEGALES Y LEYENDAS URBANAS
Históricamente el mundo de la emulación de videojuegos ha estado rodeado de cierta controversia legal. Compañías que abandonan y descatalogan sus juegos enfrentadas a jugadores nostálgicos que quieren rememorar viejas glorias o probar aquellos títulos que en su momento se les escaparon de las manos.
Lo cierto es que mientras algunas casas han optado por liberar o regalar sus ROMS, como es el caso de Gaelco con el World Rally Championship, otras han preferido conservarlos, y mira por donde, precisamente gracias a los emuladores -con los que tantas veces han peleado- hoy en día se ganan un sobresueldo vendiendo sus juegos antiguos en un bazar de pago por descarga de contenido.
Internet siempre ha sido bueno extendiendo rumores, y un par de leyendas urbanas han proliferado durante tantos años que quizás a día de hoy se den por ciertas. La primera nos dice que podemos bajarnos legalmente una ROM, pero que tenemos que borrarla antes de que pasen 24 horas -¿alguien la ha borrado alguna vez?-. Este falso rumor circulaba en forma de aviso en letras rojas colocado encima del botón de «download» de las webs más famosas del mundillo. El otro bulo es el que nos dice que podemos bajarnos la ROM si disponemos del juego original. Que podamos hacerlo legalmente o no dependerá de la legislación vigente en nuestro país. Es decir, en algunos se puede y en otros no.
Obviamente todos los problemas legales están ligados a las ROMS y no a los emuladores, ya que estos últimos son simples programas que no atentan contra la propiedad industrial, en nuestro caso, los videojuegos.
Bleem!
Cuando hablamos de emuladores a todos nos viene a la cabeza la imagen de ese programa que utilizamos para jugar a determinados juegos de un sistema antiguo. Quizás por ello, muchas de las compañías del panorama consolero no le prestaban demasiada atención al intercambio de las ROMs de sus títulos hasta que llegó Bleem! en 1999 y con él todo cambió.
Bleem! era un emulador capaz de correr los juegos de la Playstation en un momento en el que la 32-bit de Sony se encontraba dominando el mercado. Además, este rapidísimo emulador implementado en lenguaje ensamblador se valía de la tarjeta gráfica del ordenador para aplicar filtros y obtener como resultado unos juegos con mejores gráficos que en la consola original.
No es de extrañar que a Sony todo esto no le hiciese mucha gracia, ya que la gente podría jugar a los títulos de su PSX sin necesidad de comprar su videoconsola. Por ello, no dudó en enjuiciar a la Bleem Company.
Las revistas del sector nos vendían a Bleem! como un programa increíble, y en realidad lo era, sólo que a la hora de emular ciertos títulos, en ocasiones mostraba glitches o fallos de compatibilidad que los volvían injugables.
En el E3 del año 2000 llegó otro bombazo por parte de la Bleem Company. Anunciaron que estaban trabajando en el Bleemcast, una versión de su emulador de PSX para la videoconsola Sega Dreamcast que sería capaz de correr cientos de juegos y que se valdría del VGABox -un aparato con el que conectábamos la Dreamcast al monitor- para mostrar los gráficos a una resolución de 640×480. Los gráficos, al igual que en la versión de PC, estarían «filtrados» para conseguir una mejor calidad. También se comentó algo a cerca de un Bleempod, un adaptador de mandos de PSX a Dreamcast porque recordemos que el mando de la videoconsola de sega tenía menos botones que el de la PlayStation.
Finalmente y tras varios en el guión, el Bleemcast vio la luz en «versiones individuales» a un precio de 6$ capaces de emular un sólo juego. Muchos eran los títulos que estaban proyectados pero finalmente sólo vieron la luz en formato GD el Gran Turismo 2, el Metal Gear Solid y el Tekken 3.
Una versión del emulador llamada Bleemcast Blue circuló durante un tiempo por Internet y permitía correr otros juegos de la Playstation, La gente de EOL se ha molestado en crear una lista con las compatibilidades.
La piratería de Bleem! en su versión de PC -la protección anticopia sólo duró dos semanas antes de ser crackeada- y el fracaso de la Dreamcast hicieron mella en la Bleem Company. Sin embargo, lo que realmente vació la cuenta bancaria de la compañía fueron los gastos de los pleitos contra Sony, a pesar de que la Bleem Company los gano todos. El caso es que en noviembre del 2001 en la página oficial de Bleem!, Sonic se acercaba a una tumba llorando con un ramo de flores en la mano.
UltraHLE
Si Sony le vio las orejas al lobo con el Bleem!, Nintendo hizo lo propio con el UltraHLE, un programa que en 1999 permitía emular la Nintendo 64 que había sido lanzada al mercado tan sólo ¡3 años atrás!
El UltraHLE no es un «emulador puro», y presenta partes de simulador. Esto se debe a que sus autores, Epsilon y Realityman, se dieron cuenta de que los juegos de Nintendo 64 estaban programados en el lenguaje C y vieron que esto les podía facilitar las cosas. En lugar de interceptar las instrucciones máquina interceptaron las llamadas a las librerías, y las codificaron, logrando un aumento significativo de velocidad y la posibilidad de jugar a los juegos de N64 con un framerate aceptable en los ordenadores de la época.
A Nintendo no le sentó nada bien este proyecto y emprendió acciones legales contra el emulador UltraHLE y contra el hosting que hospedaba su página (EmuUnlim). De poco le sirvió a la compañía japonesa ya que los autores abandonaron sus apodos y desaparecieron. Al mismo tiempo, la distribución del programa por la red era ya entonces complicada de frenar.
En el año 2002 apareció el código fuente del UltraHLE y surgió una versión con soporte para Open GL llamada UltraHLE 2064.
MAME
Multiple Arcade Machine Emulator (MAME) es un proyecto que surgió de la mano de Nicola Salmoria en el año 1997 cuando este programador unió varios de los emuladores de máquinas recreativas que había programado en uno solo. Lo cierto es que debemos agradecer esta fusión ya que la variedad de sistemas que se han utilizado en los salones recreativos a lo largo de la historia de los videojuegos es enorme. Si tuviésemos que utilizar un emulador concreto para cada sistema o placa arcade… ¡estaríamos perdidos!
El objetivo principal de MAME es preservar los juegos de las recreativas. Si este emulador no existiese -y otro no tomase su lugar- muchos títulos se perderían con el tiempo en el olvido, a medida que las máquinas fuesen saliendo de circulación. De hecho, gracias al MAME, se han recuperado un montón de juegos descatalogados. Una lástima que el Polybius no se encontrase entre ellos…
Internamente el MAME está desarrollado con una estructura en arquitectura modular. Cada «módulo» es un componente y se emula mediante un driver concreto.
La filosofía de MAME es muy purista. Rechaza el uso de hacks y las ventajas que ofrecen las tarjetas gráficas en pro de una emulación fiel, si es posible a nivel de pixel. El empleo de estas técnicas mejoraría la velocidad pero se podrían producir inconsistencias entre las distintas plataformas.
MAME funciona muy bien con los juegos en 2D y con algunos en 3D, pero por su política, quizás no sea la elección correcta para emular las máquinas arcade más modernas ya que por culpa de la complejidad de su hardware es posible que nuestro emulador no logre unas tasas de frames altas.
ROMHACK
En plena fiebre por los emuladores surgió una práctica que perdura hasta nuestros días, el ROMhack, que consiste en modificar la imagen de un juego para añadir, quitar o modificar alguno de sus elementos (sprites, sonido, textos…).
Gracias a esta técnica surgieron parodias épicas e hilariantes como «La Lellenda de la Cerda» de Charnego Translations, disponible en la sección de «Soy Raritu» de Emulatronia; o diversas e impresionantes traducciones de juegos que las compañías no doblaron al castellano. Joyas como el Xenogears (Sayans Traducciones) o el Grandia (Chrono Traducciones) se pueden disfrutar en el idioma de Cervantes.
Actualidad
Durante los últimos años han salido al mercado videoconsolas cuyo principal atractivo, con perdón del desarrollo independiente, es su capacidad de emular juegos antiguos. La GP32, la GP2x, la Wiz, la Dingoo, la Pandora… cada vez más sistemas se unen a una lista de máquinas Made in Asia que traen la emoción de los juegos clásicos a nuestros bolsillos.
Las compañías desarrolladoras, por su parte, han abierto en Internet diversos bazares de pago por descarga en los que venden los ROMs de sus clásicos para jugar mediante emuladores en las videoconsolas de última generación.
Lista de emuladores online
Hace un tiempo recopilé esta lista de emuladores online para jugar directamente a los clásicos desde el navegador. La mayoría de ellos requieren Java, pero resultan en ocasiones muy cómodos para jugar en cualquier sitio sin tener que instalar nada.
Y aquí finaliza uno de esos artículos interminables. Me dejo un montón de cosas en el tintero que quizás queden para otra ocasión. De todas formas si alguien tiene ganas de más le recomiendo este artículo de mi compañero Stranno: «Atari vs Scummvm Team, el mundo al revés«.
Fuente: Wikipedia
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