El origen y la evolución de las tetas de Lara Croft
Hay muchas tetas famosas en el mundo de los videojuegos. De hecho, hace bien poco recordábamos algunos de los juegos de lucha en este artículo. Pero posiblemente las de ningún personaje de videojuego sean tan famosas como las de la arqueóloga que Core creó para su juego Tomb Raider, y que se convirtió sin dudas en uno de los personajes más emblemáticos del mundo de los videojuegos, trascendiendo notablemente fuera de él.
Pero ¿sabéis cuál es el secreto detrás de su enorme talla de pecho? Seguro que algunos de vosotros conocéis la respuesta, pero para los que no, aquí os la contamos, y de paso hacemos un repaso a la progresiva caída en la talla de sujetador de la heroína, que en los tiempos que corren no deja de ser sorprendente.
Aunque sea bastante natural pensar que el personaje fue concebido así desde el principio, como un gancho para el público masculino, lo cierto es que el diseño original de Lara era el de una mujer con una talla de sujetador bastante estándar, y lo que pasó luego respondería, no a una decisión de alguno de los creadores del juego, sino a un error (según la versión oficial, en mi opinión seguro que fue la típica tontería para hacer la gracia) de uno de los artistas gráficos, Toby Gard, que accidentalmente incrementó sus pechos (los de Lara, claro) en un 150%.
Según la versión oficial, estaba «jugando con las dimensiones del personaje», con lo que el tema no me parece muy compatible con lo de «accidentalmente». Yo creo que cualquiera de vosotros, por muy bien pensado que sea, pensará lo mismo, que puestos a probar cambios de tamaños, al bueno de Toby le apeteció comprobar cómo quedarían unas tetas mucho más grandes (seguro que muchos habéis hecho lo mismo en esos editores de personajes que lo permiten…), y de ese experimento salió lo que salió.
Porque claro, por allí andaban otros trabajadores de Core, y según parece quedaron encantadísimos con la idea, así que después de deliberar, en la compañía británica tomaron la decisión de que Lara Croft saldría a pasearse en Tomb Raider con unas tetas de dimensiones más que notables. Quisiera pensar que su tan exitoso lanzamiento (casi 5 millones de unidades vendidas) se hubiera producido igualmente de mantener su protagonista el diseño original, pero no me extrañaría que Core le deba un monumento a Toby Gard por haberse puesto a hacer el payaso jugando con tamaños de cosas…
Sobre lo que pasó luego, también es interesante, porque si bien hace poco señalábamos que juegos como Soul Calibur habían entrado en una espiral en la que se incrementaba cada vez más el tamaño de los pechos femeninos, de forma inversamente proporcional a la ropa que los cubría, cada vez más escasa y con más huecos; el camino que ha seguido Tomb Raider ha sido exactamente el opuesto, hasta culminar con un diseño para el juego que ahora mismo está en progreso en el que Lara no destaca en absoluto por su delantera.
El cambio comenzó con el paso de PlayStation a PlayStation 2, en el que Lara, además de perder su peculiar aspecto poligonal, perdió también alguna talla de sujetador, acorde con un aspecto mucho más realista que se le quería dar, y que continuaría en los siguientes episodios de la saga.
Quizá no tenga nada que ver con este cambio, pero las ventas de las apariciones de Lara fuera de la PlayStation ni por asomo se acerca a las que registró en la primera consola de Sony (y en PC esos mismos jugos). De nuevo, queremos pensar que la relación ventas-tetas no existe, y que la saga decayó por no encontrar su camino, en una caída que ya había sido notable en los Tomb Raider III y IV, cuando Lara todavía mantenía sus esplendorosas mamas.
La legendaria voluptuosidad de Lara fue decisiva en el salto a la fama de este personaje, y siempre en el marketing se aprovechó hasta la saciedad, como demuestra la contratación de despampanantes modelos que nunca faltaban a la hora de promocionar cada nuevo capítulo de las andanzas de esta arqueóloga británica.
Pero los tiempos cambian, y hay cosas que dejan de funcionar. Quizá esta haya sido una de ellas, y la buena acogida que ha tenido el último rediseño de Lara hace presagiar que quizá el nombre de Tomb Raider pueda volver a despuntar. A mí, que nunca me ha entusiasmado especialemente esta saga, me ha gustado mucho este nuevo aspecto, aunque el personaje haya perdido definitivamente una de sus señas de identidad. ¿La echaréis de menos?
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