Creíamos haberlo visto todo en mandos… pero nos faltaba el pis
Ciertamente, nos han cambiado la manera de jugar tantas veces y con tantos accesorios que ya es difícil que nos pongan algo que realmente nos haga soltar un «oh!» de sorpresa. Pero este nuevo concepto, además de un «oh!», igual nos hace soltar también un «puag!», porque la cosa le puede resultar un poco grimosa a más de uno, y es que usar el chorro de orina para controlar un juego no es precisamente el súmmun de la elegancia, además de que es un sistema que hace imposible las partidas largas, por razones obvias, aunque nadie puede dudar de que el invento esté muy, muy curioso.
Si yo fuera de la empresa del juego este, me intentaría hacer con la licencia de Juego de Tronos para hacer un exitazo seguro como «Quiero mear al otro lado del Muro», protagonizado por Tyrion Lannister.
Vía: Technabob
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